Sanidad plantea posponer la segunda dosis para aumentar los vacunados

Melchor Sáiz-Pardo / Alvaro Soto REDACCIÓN

SOCIEDAD

Una trabajadora sanitaria sostiene una jeringuilla con la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el covid-19 en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander
Una trabajadora sanitaria sostiene una jeringuilla con la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el covid-19 en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander Juan Manuel Serrano Arce

La Comisión de Salud Pública se reúne mañana para debatir si retrasa la inoculación de los segundos pinchazos de Pfizer y Moderna

21 abr 2021 . Actualizado a las 09:49 h.

Enésimo giro de 180 grados en la estrategia de vacunación española. El Ministerio de Sanidad propone ahora posponer la segunda dosis de las profilaxis de Pfizer y Moderna entre seis y ocho semanas entre las personas menores de 80 años para aumentar el ritmo de inmunización, aunque la protección no sea completa, tal y como se está haciendo en otros países muy avanzados en las inoculaciones como Israel o el Reino Unido.

El departamento que dirige Carolina Darias ha propuesto este cambio radical en las estrategia de vacunación en un documento enviado a la Comisión de Salud Pública para que sea debatido y aprobado este martes en una reunión extraordinaria, que tendrá lugar el mismo día en el que además la Agencia Europea del Medicamento (EMA) emitirá su nuevo dictamen sobre la seguridad de la vacuna de Janssen tras los episodios de trombos en Estados Unidos.

De salir adelante la propuesta de esta sexta actualización de la estrategia de vacunación, la segunda dosis de las dos profilaxis pasaría a inocularse entre 42 y 56 días. Hasta ahora, el segundo pinchazo de Pfizer se lleva a cabo 21 días después del primero y el de Moderna, 28 días. Las personas con 80 años o más o los pacientes con patologías no verían pospuesta la segunda dosis. Tampoco habría cambios en los plazos para los inoculados con AstraZeneca que seguirían recibiendo el segundo pinchazo a las 12 semanas.

La ampliación del espacio entre dosis es un nuevo e inesperado volantazo del Ministerio de Sanidad en esta convulsa campaña. El miércoles de la pasada semana, la propia Darias rechazó sin contemplaciones en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud la petición las comunidades de Madrid, Cataluña y Madrid de ampliar hasta 42 días la inoculación de Pifzer y Moderna, una práctica que ya tiene el visto bueno de la EMA y que en la Unión Europea ya han puesto en marcha Francia o Italia. La ministra descartó esta posibilidad porque, dijo, el incremento de llegadas de vacunas durante el segundo trimestre va a hacer innecesario tener que aplazar la segunda dosis. «Los colectivos más vulnerables deben de tener la máxima protección», apuntó la ministra, que hace menos de una semana dijo que los informes de su departamento solo dan un 50 % de protección con una sola dosis de Pfizer o Moderna. Sin embargo, ahora todo ha cambiado. El documento remitido a los expertos de las comunidades por parte de la directora general de Salud Pública, Pilar Azcárraga, sí que defiende las bondades de la separación de las inoculaciones que el miércoles de la semana pasada negaba Darias.

«La separación de las dosis en la pauta de las vacunas de ARN mensajero (Pfizer y Moderna) permitirá aumentar el número de personas protegidas con una primera dosis de vacuna sin retrasar demasiado la consecución de la pauta completa, que asegura la máxima protección a medio y largo plazo». Según la nueva posición de Sanidad, «un intervalo ampliado entre dosis da como resultado niveles más elevados de anticuerpos y mayor duración de la protección».

Los expertos llegan a esa conclusión utilizando un modelo matemático con una imaginaria ciudad española de 500.000 habitantes golpeada por la cuarta ola y en la que se opta en un primer supuesto por mantener la actual separación de 21 ó 28 días o aumentarla hasta los 56. «Comparando ambas estrategias, y en situación de una potencial cuarta ola epidémica, la separación de las dosis consigue una reducción entre el 22 % y el 26 % de infecciones, entre el 26 % y el 31 % de hospitalizaciones y entre el 30 % y el 32 % de fallecimientos, en función de la magnitud de la ola epidémica», zanja Salud Pública.

 

España recibirá 1,7 millones de dosis de Pfizer a la semana durante todo el mes de mayo

146.000 dosis de Janssen permanecen en los almacenes centrales de la compañía a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se pronuncie este martes sobre su uso

A partir del próximo 26 de abril, y durante todo el mes de mayo, van a llegar cada semana a España 1.700.000 dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la compañía Pfizer, según ha anunciado este lunes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante la recepción de un nuevo envío de vacunas en el Hub del Ministerio,

En concreto, esta semana han llegado a España 1.200.000 dosis de esta vacuna que, al igual que el resto disponibles hasta ahora, «salvan vidas, son eficaces» y van a permitir a la sociedad volver a la normalidad.

«El objetivo de alcanzar el 70 por ciento de la población vacunada en verano está realmente al alcance de nuestra mano. El objetivo es vacunar, vacunar y vacunar y darle todas las herramientas a las comunidades autónomas para que puedan seguir inoculando las vacunas», ha zanjado Darias.

El Ministerio de Sanidad distribuye este lunes entre las comunidades autónomas un nuevo envío de más de 1,2 millones de dosis de Pfizer que han llegado a España, según informa el ministerio en su cuenta en Twitter.

Esta semana espera también la llegada de 300.000 dosis de Moderna y otros 278.000 de AstraZeneca.

Mientras, las 146.000 dosis de Janssen permanecen en los almacenes centrales de la compañía a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se pronuncie este martes sobre su uso tras la paralización de su administración en Estados Unidos.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, 9.002.054 personas, el 19 % de la población, han recibido al menos una dosis desde el inicio de la campaña de vacunación, y 3.328.701, el 7 %, tiene la pauta completa.

De las 13.703.085 dosis entregadas en España, el 90 % han sido administradas. 

La sentencia científica de la EMA sobre Janssen llegará el martes

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) prevé pronunciarse este martes sobre la seguridad de Janssen tras una investigación de 6 casos de trombos muy raros detectados en pacientes que recibieron esta vacuna monodosis en Estados Unidos. De superar el escrutinio, permitiría acelerar las vacunaciones en la Unión Europea (UE).

Fueron seis casos de entre 6,8 millones de personas que recibieron esta vacuna de la filial de Johnson & Johnson, pero fueron suficientes como para que las autoridades sanitarias estadounidenses paralizaran su uso de forma temporal e hicieran que la farmacéutica retrasara la entrega de dosis a la UE e impidiera el uso de las ya entregadas.

Los casos que está investigando el PRAC, el comité que evalúa los problemas de seguridad de los medicamentos de uso humano en la EMA, afectan a 6 personas en EE.UU. que recibieron Janssen y desarrollaron síntomas de trombos cerebrales venosos (CVST, por sus siglas en inglés), en combinación con niveles bajos de plaquetas de sangre (trombocitopenia).

En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) recomendaron el martes suspender el uso de Janssen hasta que se investiguen estos casos de un tipo de coágulo sanguíneo «raro y grave» y determinar si hay una relación causal con esta vacuna, algo que la EMA comenzó a investigar una semana antes del anuncio estadounidense.

El regulador europeo aseguró que espera emitir una recomendación sobre Janssen la tarde del martes 20, aunque subrayó que, de momento, «mantiene la opinión» de que los beneficios de la vacuna superan sus riesgos.

La EMA podrá tanto emitir una opinión negativa sobre Janssen, lo que parece poco probable dado el pequeño porcentaje de casos de trombos detectados, como considerar que se necesita una «acción reguladora», lo que incluye añadir al prospecto una anotación que indica los tromboembolismos muy raros como posible efecto secundario.

Los efectos adversos más comunes de Janssen suelen ser «leves o moderados, y mejoran uno o dos días después» de la inyección.

Al ser monodosis, muchos países europeos tenían puestas sus esperanzas en esta vacuna para poder acelerar sus campañas de vacunación de cara al verano, por lo que la noticia ha supuesto un varapalo en la UE, que aún trata de digerir la confirmación de la EMA de que AstraZeneca tiene un «posible vínculo» con tromboembolismos raros, similares a los mostrados ahora en pacientes vacunados con Janssen.

Esta conclusión de la EMA, que no cambió la opinión positiva de los científicos sobre los beneficios de esta vacuna frente a sus efectos secundarios, llevó a muchos países europeos a limitar el uso de AstraZeneca solo en los mayores de 60 años, un grupo de edad en el que esta vacuna no ha mostrado un exceso de casos de tromboembolismos.

Aunque fabricadas en diferentes laboratorios, la anglosueca AstraZeneca y la belgo-estadounidense Janssen se basan en la misma técnica: un vector adenoviral derivado de un adenovirus causante del resfriado común de chimpancé y de humano, respectivamente, modificado genéticamente para que no pueda replicarse y causar la enfermedad, por lo que se ha transformado para que exprese la proteína Spike del SARS-CoV-2 en las células.

Las otras dos vacunas respaldadas por la EMA en la UE son Pfizer/BioNTech y Moderna, y usan una tecnología nueva denominada ARN mensajero, moléculas de ácido ribonucleico que contiene instrucciones con las que el cuerpo humano puede producir el virus y a la vez el anticuerpo que lo neutralice.

Estas últimas no han provocado de momento efectos secundarios adversos, por lo que, sobre todo Pfizer, se ha convertido en “la columna vertebral” de la estrategia europea de vacunación y la farmacéutica ha prometido adelantar a este trimestre 50 millones de dosis (25 millones de vacunaciones, pues se necesitan dos inyecciones) que el laboratorio tenía previsto entregar a finales de año.

La Comisión tiene pre-compradas 400 millones de dosis de AstraZeneca (que necesita dos inyecciones), además de 400 millones de Janssen, cuyo futuro está en el aire, a la espera de una opinión científica de la EMA.