Surigae, un fenómeno atmosférico sin precedentes

SOCIEDAD

El tifón se ha convertido en el evento más intenso que se registra durante el mes de abril en la era satelital

19 abr 2021 . Actualizado a las 00:17 h.

Uno de los problemas para asimilar un asunto tan complejo como el cambio climático es la difusión de la incertidumbre. Es decir, la comunidad científica no puede vincular cada fenómeno extremo con el calentamiento del planeta, al menos no de forma instantánea. Cuando se publica el estudio de atribución ya han pasado meses o incluso años. Esto explica por qué la población siente que los investigadores no se ponen de acuerdo sobre lo que está pasando, cuando en realidad todo parece bastante claro.

Así que para entender lo que está sucediendo en el Pacífico con el tifón Surigae quizá sea conveniente enfatizar no tanto en el evento en sí mismo, sino en el hecho de que un clima cambiante favorece que se registren cada vez con mayor frecuencia este tipo de sistemas atmosféricos fuera de lo común. Cuando uno truca un dado, siempre tiene más probabilidades de que salga el número que desea. Lo mismo ocurre con el sistema climático.

Surigae es un ciclón extraordinario por muchas razones. Sus características lo convierten en un fenómeno único en el mundo, al menos en la era satelital. Para empezar llama la atención su insual fuerza, ya que ha alcanzado categoría 5 en pleno mes de abril, cuando las aguas del Pacífico tropical todavía no están tan cálidas como para generar una bestia como esta. Una cifra que también lo aleja de lo normal es su presión tan baja, con solo 890 milibares.

Otra anomalía, sobre todo teniendo en cuenta la época en la que estamos, ha sido su rápida intensificación. Prácticamente ha pasado de tormenta tropical a un tifón de categoría 5 en 36 horas. Esto resulta muy difícil de ver y menos en este momento del año. Por todo lo anterior, Surigae es un ciclón con un elevado potencial de destrucción que se encuentra frente a las costas de Filipinas. Los vientos han alcanzado los 305 kilómetros por hora. De hecho las cifras propias de un categoría 5 se quedan cortas. Surigae merecería ser incluido dentro de una categoría 6 si existiese, algo por cierto sobre lo que se está debatiendo en el seno de la comunidad científica.

La temporada ciclónica todavía no ha empezado oficialmente y ya se ha registrado un evento histórico. Recordar que la previsión en el Atlántico para los próximos meses apunta a una actividad que estará por encima de la media.

Mismo fenómeno, diferente terminología

La palabra huracán tiene su origen en el lenguaje de los nativos de la zona del Caribe que llamaban de esta forma al dios del viento. Por otra parte el término tifón es una alteración de la expresión china «typhoon» que significa viento fuerte. La única diferencia que existe entre ambos fenómenos es geográfica, uno afecta al Atlántico y el otro al Pacífico. En lo demás son eventos de la atmósfera absolutamente idénticos.

El Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) publicó un artículo en el 2019 en el que ofrecía un retrato sobre los huracanes del futuro. «Es probable que el calentamiento antropogénico cause que los ciclones tropicales sean más intensos en promedio. Esto implicaría un aumento aún mayor en la capacidad destructiva potencial de una tormenta», explicó a La Voz Tom Knutson, meteorólogo de la NOAA. La investigación analizó 22 tormentas tropicales y concluyó que los huracanes serán más fuertes, lentos y con mayor capacidad de generar precipitaciones. «Los modelos proyectan un aumento del orden del 10 y 15 % de lluvia en una área de cien kilómetros alrededor centro de la tormenta», añade Knutson.

Los científicos han realizado una proyección a partir de huracanes que se han formado en los últimos años. Uno de ellos fue el ciclón Ike, que en el 2008 provocó vientos de hasta 280 kilómetros por hora que sembraron el caos en el Caribe y dejaron 180 fallecidos. Ese mismo huracán tendría a finales de siglo vientos un 13 % más intensos, sería un 34 % más húmedo y se desplazaría un 17 % más despacio. La velocidad de un huracán se encuentra entre los factores principales que influyen en su impacto.