Más de 4.000 escarabajos, el legado científico de Julio Andrade Malde

SOCIEDAD

Sandra Alonso

Su colección de insectos fue donada al Museo de Historia Natural de la USC

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El legado de Julio Andrade Malde (A Coruña, 1939-2020) va mucho más allá del musical, donde fue una referencia de la crítica. Otra de sus pasiones era la entomología. Coleccionaba insectos desde los nueve años, no solo de Galicia sino de otras partes del mundo. Su afición le llevó a reunir una colección científica que supera los 4.000 ejemplares, que su familia ha donado al Museo de Historia Natural de la Universidade de Santiago (USC). Se trata en su mayoría de escarabajos, aunque también incluye otras especies, como mariposas.

«É unha colección moi valiosa», destaca el director del museo, Marcos González. Uno de los motivos es el carácter monográfico, puesto que dentro de los coleópteros está especialmente centrada en los carábidos, «e ese é o seu principal valor científico». Pero, además, cuenta con una importante representación del Carabus Galicianus Gory, 1839, una especie endémica del noroeste peninsular. «Hai carábidos moi bonitos, pero o Galicianus é moi raro. Entón, ter o privilexio de contar nunha colección non só cunha representación moi boa de toda a familia, senón tamén con largas series de especies que son raras, dálle un valor engadido moi grande», añade el director.

¿Cómo son los Carabus Galicianus Gory? Para la mayoría de personas pasaría desapercibido, advierte Marcos González. Es un escarabajo negro oscuro, entre dos y tres centímetros, y se reconoce porque tiene una coloración rojiza muy característica en las patas de atrás. «Non son os máis bonitos visualmente, pero son dos máis valiosos», detalla. Además, Julio Andrade documentó su larva, algo que no se había hecho antes, consiguiendo que la larva se convirtiera en insecto. Un hecho que llegó a publicar en una revista científica francesa. Pero el entomólogo extendió su trabajo más allá de este grupo de escarabajos. En ese sentido, el director del Museo de Historia Natural destaca que cuando falleció estaba con un proyecto «moi interesante» en relación con un pequeño carábido que tiene variaciones muy importantes de color en su cuerpo. «Contar cunha colección ampla coma a súa permite estudar variacións dentro das poboacións da mesma especie», añade.

Entre los más de 4.000 ejemplares, además de estar muy bien representada la fauna gallega de carábidos, figuran ejemplares de otros puntos de la Península, Europa e Iberoamérica. Se trata de especies que cogió el propio Andrade Malde en sus salidas aprovechando sus estancias en otros países, como Argentina, Uruguay o Francia, pero también producto del intercambio con otros entomólogos, incluso tuvo relación con el Museo Británico.

Estudio de investigadores

Los dos hijos de Julio Andrade Malde apostaron porque la colección científica quedase en Galicia teniendo en cuenta la amplia representación de la fauna gallega, así que la donaron al Museo de Historia Natural de la USC, donde ahora proceden a reordenarla y catalogarla, además de incorporarla a la base de datos y digitalizarla para que «os investigadores poidan aproveitar o inmenso traballo que fixo Julio Andrade». La familia también entregó toda la documentación: fichas, libros, manuscritos...

El principal destino de los ejemplares será la investigación, aunque algunas piezas puedan formar parte de exposiciones. «É moi importante que a colección, como outras doazóns que recibimos, estea en bases de datos internacionais e na propia web do Museo, de modo que calquera investigador saiba que hai unha serie de exemplares», afirma Marcos González. En ese sentido, incide en la importancia de las donaciones y en que las personas que tengan colecciones las cedan a instituciones ya que, además de preservarlas, permitirán su estudio. «As coleccións teñen un gran valor patrimonial, ademais sempre van ser estudadas e reestudadas porque as ferramentas para facelo van variando [...] Agora que a biodiversidade está ameazada, nas coleccións dos museos temos exemplares que probablemente non poidan ser capturados. É como ter no ámbito da historia natural auténticos incunables», asegura.