Crece la presión para centrar el plan de vacunación en las primeras dosis

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Vacunas como esta que preparan en el Hospital da Mariña están siendo administradas a la población de la comarca que le toca, lo que contribuye a mitigar el impacto de la pandemia
Vacunas como esta que preparan en el Hospital da Mariña están siendo administradas a la población de la comarca que le toca, lo que contribuye a mitigar el impacto de la pandemia Pepa Losada

La Xunta aboga por ponerles dos a los mayores de 70 y estudiarlo en el resto

16 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Reino Unido lo hizo y, aparentemente, no le ha podido salir mejor, con lo que ahora, debido a los retrasos de AstraZeneca y Janssen, en España y en otros países de Europa crece la presión por apostar en la campaña de vacunación por la primera dosis, al menos entre los menores de 60 años. No significa que se pretenda poner una sola. Se trata de inocular ahora la primera inyección a la mayor cantidad de personas posible, aunque eso implique retrasar la dosis de refuerzo más allá de las entre 3 y 12 semanas que indican los fabricantes.

Una medida que, en general, se está estudiando para los menores de 70 años, porque por encima de esa edad existe bastante consenso en que reciban las dos inyecciones para lograr su protección cuanto antes.

El Grupo Colaborativo Multidisciplinario para el Seguimiento Científico de la Covid en Cataluña (GCMSC) ya pidió el mes pasado «cambios de estrategia para optimizar el impacto de las vacunas en la pandemia», ya que no hay dosis suficientes para inmunizar a toda la población. Los especialistas del grupo dicen que se ha comprobado que la inmunidad aumenta si se retrasa la inyección de refuerzo hasta las 12 semanas y que así se conseguiría «la inmunización de más personas a corto plazo».

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) lo desaconseja porque «los vacunados no pueden estar completamente protegidos hasta siete días después de su segunda dosis». Por el contrario, un grupo de epidemiólogos canadienses publicaron un estudio en The New England Journal of Medicine en el que dicen que la eficacia de Pfizer y Moderna con una dosis está en torno al 92 % y con las dos solo sube al 94 %.

Sobre esta base, el Reino Unido ha logrado ponerles al menos una inyección a más de la mitad de la población y tanto los contagios como los casos graves -es verdad que después de un confinamiento de tres meses- han caído en picado.

Cataluña y Andalucía, sobre todo, le han pedido al Ministerio de Sanidad en las últimas horas que cambie de estrategia, aunque la ministra, Carolina Darias, no se muestra muy proclive.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, dice que los asesores sanitarios del Gobierno gallego invitan a «hacer una diferencia entre los mayores de 70 y los de menos». «Para los mayores se deben dispensar las dos dosis en los plazos de la ficha del medicamento. En otros grupos de edad, ojalá se pueda, estamos en disposición de valorarlo. Nos permitiría ir más rápido, incrementando porcentajes de inmunidad», dijo.

El Ministerio de Sanidad, después de la reunión de la Comisión de Salud de ayer, sigue sin resolver las principales dudas de la campaña. Respecto a la segunda dosis de AstraZeneca entre los menores de 60 que recibieron la primera, la secretaria de Estado Silvia Calzón dijo que hay de plazo hasta mayo «para la reflexión». Respecto a Janssen espera que el pronunciamiento de la EMA la semana que viene permita inocularla a mayores de 70.

Vinculan los trombos causados por AstraZeneca a la proteína FP4

Dos estudios diferentes han encontrado la misma relación

 

Una proteína denominada factor plaquetario 4 o FP4 es la que ha podido originar los trombos desarrollados por 16 personas en Alemania, Austria y Noruega, después de ser vacunados con el suero de AstraZeneca, según sendos estudios publicados en la revista estadounidense The New England Journal of Medicine.

El primero de ellos analiza el caso de once pacientes vacunados en Alemania y Austria que habían desarrollado trombosis después de ser inoculados con el suero británico; nueve eran mujeres, con una edad media de 36 años (rango, 22 a 49).

Entre 5 y 16 días después de vacunarse, los pacientes presentaron uno o más eventos trombóticos, con la excepción de 1 paciente, que tuvo una hemorragia intracraneal mortal.

De los pacientes con uno o más episodios trombóticos, 9 tuvieron trombosis venosa cerebral, 3 trombosis venosa esplácnica (en el hígado), 3 embolia pulmonar y 4 otras clases de trombosis; de todos ellos, 6 fallecieron y cinco pacientes tenían coagulación intravascular diseminada.

Aunque las trombosis afectaron a distintos órganos, todos los pacientes tenían anticuerpos contra la proteína FP4 y déficit de plaquetas en la sangre.

El estudio, financiado por la Fundación Alemana de Investigación, concluye que la vacunación con el suero de AstraZeneca «puede dar lugar al desarrollo poco frecuente de trombosis inmunitaria mediada por anticuerpos activadores de plaquetas contra FP4».

El segundo estudio analiza la situación de los cinco pacientes de Noruega: cuatro mujeres y un varón de entre 32 y 54 años que eran trabajadores sanitarios y que desarrollaron síntomas entre el séptimo y el décimo día después de recibir la primera dosis de la vacuna.

Todos los pacientes desarrollaron trombos en lugares no habituales; uno presentó trombocitopenia grave, y cuatro tuvieron una hemorragia cerebral importante (tres fallecieron).

Como en el estudio anterior, todos ellos tenían altos niveles de anticuerpos contra la proteína FP4 de las plaquetas, una reacción inducida por la vacuna.

Sin embargo, el estudio -de la Universidad de Oslo- apunta que dado que los cinco casos se registraron entre más de 130.000 personas vacunadas, se trata de una reacción poco frecuente.

Ambos estudios analizan las reacciones de la vacuna de AstraZeneca, por lo que, de momento, se desconoce si en el caso de la de Janssen, los trombos provocados por el suero de Johnson & Johnson tienen el mismo origen.