La ley de la infancia concita el mayor consenso de toda la legislatura

alfonso torices MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

JOSE PARDO

Los menores no llegan a denunciar ni el 15 % de los abusos que padecen

16 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Congreso dio ayer un paso crucial para acabar con la opacidad que encubre y silencia en España la violencia y los abusos sexuales contra los menores. El Pleno, con el mayor consenso de la legislatura y entre los aplausos de las oenegés, aprobó, por 268 votos a favor y con la única oposición frontal de Vox, la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y a la Adolescencia frente a la Violencia.

La norma pone coto a las decenas de miles de casos de maltrato, acoso escolar, extorsión digital (grooming), abusos sexuales o violaciones que sufren cada año niños y adolescentes españoles.

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, resumió su espíritu en tres mensajes. Uno para toda la sociedad, pero sobre todo para las familias, en cuyo seno se producen la mayoría de los abusos: «La violencia contra los niños no es aceptable y no la vamos a permitir». El segundo, para los menores: «Ninguna persona tiene derecho a violentaros. Nadie tiene derecho a tocaros si no queréis. Si alguien os hace daño en casa, pedid ayuda en la escuela. Si alguien os hace daño en la escuela, pedid ayuda en casa. Si alguien os hace daño, nunca es culpa vuestra. Pedid ayuda, porque alguien va a ayudaros». Y el último, que provocó protestas en las bancadas conservadoras, para la jerarquía católica: «La Iglesia ha sido cómplice durante demasiado tiempo, encubriendo la violencia sexual hacia los niños, y esto tiene que terminar».

Amplio respaldo

La ley de la infancia, que entrará en vigor como muy tarde en junio, cuando sea aprobada por el Senado, fue respaldada por PSOE, PP, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, Más Madrid, BNG, Compromís y la mayoría del Grupo Mixto, el 75 % de la Cámara Baja. Contó con el no rotundo de Vox y con el no técnico de PNV, que rechazó una norma que le gusta, pero que denuncia que invade competencias autonómicas, idéntica crítica que llevó a otros nacionalistas, como PDECat, EH Bildu o la CUP, a colocarse en la abstención, pese a estar básicamente de acuerdo con el texto. Aun así, es un respaldo amplísimo si se tiene en cuenta que otras leyes con gran consenso, como la de eutanasia o la de cambio climático, lograron 202 y 190 apoyos, respectivamente.

La norma, también conocida como ley Rhodes, en reconocimiento del activismo de este pianista, que fue violado en su infancia de forma reiterada por un monitor deportivo, garantiza una protección de los derechos del niño inédita en España y quiere ser el instrumento que rompa la coraza que oculta, sobre todo en el ámbito familiar, todas las formas de violencia contra los menores, que no denuncian ni el 15 % de las agresiones. Se trata de una ley que abarca desde la prevención a la reparación del daño, pasando por una atención integral a la víctima, muy similar a la cobertura que reciben las mujeres que sufren violencia de género.

Ciberdelitos

El texto tipifica nuevos delitos para perseguir a los que a través de medios tecnológicos o de comunicación promueven el suicidio, la autolesión o la anorexia entre los menores y establece un canal específico para la retirada rápida de Internet de todo contenido que atente contra la intimidad de un menor.

Cada escuela e instituto deberá tener un coordinador de protección que se responsabilizará de que funcionen y se actualicen los protocolos contra el bullying, el acoso, los abusos o las agresiones, y en las actividades deportivas y de ocio también tendrá que haber un delegado de protección.