España recibió las dosis de Janssen, pero las bloqueará hasta el dictamen de la EMA

SOCIEDAD

Piroschka Van De Wouw

La agencia europea se pronunciará la semana que viene y, entretanto, los países toman decisiones incluso opuestas

15 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El consenso científico, que se podría resumir en que las vacunas contra el coronavirus son seguras y eficaces y que sus beneficios superan de manera abrumadora a los riesgos, se está topando, particularmente en Europa, con unas decisiones políticas erráticas, divergentes y hasta contradictorias. Por ejemplo, España va mantener retenidas las 146.000 dosis que le llegaron de Janssen hasta que se pronuncie la Agencia Europea del Medicamento (EMA), se supone que la próxima semana.

Mientras los más prestigiosos expertos del mundo dicen que los casos «extremadamente raros» de trombosis detectadas entre vacunados con AstraZeneca y Janssen hay que estudiarlos en detalle, pero en ningún momento hablan de alertas de seguridad que lleven a descartar estas vacunas, en Europa cada uno hace prácticamente lo que se le ocurre.

Las agencias reguladoras estadounidenses, que detectaron seis trombosis cerebrales combinadas con niveles bajos de plaquetas, entre, ahora ya, más de siete millones de vacunados, comparecieron ayer. Primero para, prácticamente, decir que ellos no necesitan a Janssen para cumplir sus objetivos que por algo acapararon la producción de Moderna y tienen el mayor suministro de Pfizer. Pero, en cualquier caso, la directora de la Agencia para las Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR), Rochelle Paula Walenski, salió a explicar que «no se puede decir que la vacuna no sea segura», porque la incidencia de estas trombosis «es muy, muy reducida» y que si recomendaron que se parase su administración fue por tres motivos: alertar a los sanitarios para que sepan cómo actuar, ver si aparecen casos adicionales y analizar la relevancia de estos eventos. Aunque este tipo de trombos «no se han visto con Pfizer y Moderna» también son «extremadamente poco frecuentes» con las otras vacunas.

 

Por su parte, la agencia europea dice que ha «acelerado» su evaluación y que emitirá una recomendación sobre Janssen «la semana que viene» sobre si «es necesaria una acción reguladora». Ni siquiera precisa el día.

Entre tanto, Alemania ya ha decidido que le pondrá una segunda dosis de Pfizer a quien recibió la primera de AstraZeneca, Dinamarca que no va a usar más el fármaco de la empresa anglo-sueca y Francia que va a seguir adelante con las dosis que le han llegado de Janssen porque no ve razones para nada diferente.

 

Dentro de España, donde la ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó el miércoles que esperarán a lo que diga el comité de farmacovigilancia de la EMA y si su propuesta es favorable distribuirá automáticamente las dosis de Janssen entre las comunidades, el panorama no es muy distinto. Andalucía y Madrid pedían el miércoles que se puedan presentar voluntarios menores de 60 años para recibir la vacuna de AstraZeneca. Además la comunidad madrileña propone que se quitasen los límites de edad y, junto con Cataluña, que se espacien más las segundas dosis de Pfizer y Moderna —recomendadas para inocular a las tres semanas— con el objetivo de llegar a más gente con el primer pinchazo. Unas propuestas que, según explicó Darias al término del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se podrán estudiar a través de la ponencia de vacunas y la comisión, pero que, tal como dejó entrever, no entran en su planes. Primero porque ya se acordó en el anterior consejo que AstraZeneca es para mayores de 60 «con el objetivo de minimizar riesgos». Y si lo que se pretende es proteger cuanto antes a los mayores hay que tener en cuenta que los primeros estudios apuntan a que una dosis tiene una efectividad del 50 % y las dos están en torno al 80.

Respecto a los menores de 60 ya recibieron la primera dosis de AstraZeneca no hay novedad. Siguen estudiando qué hacer y esperan saberlo «en breves días».