Alemania centralizará la lucha contra el covid ante el descontrol de los «länder»

Pablo L. Barbero BERLÍN / E. LA VOZ

SOCIEDAD

ANDREAS GORA | efe

El país se encuentra todavía en la fase ascendente de la tercera ola

13 abr 2021 . Actualizado a las 19:45 h.

El relativo libre albedrío del que disponen los estados federados alemanes para hacer frente al coronavirus por su cuenta podría tener los días contados. La nueva Ley de Protección contra Infecciones limitará la capacidad de acción de las regiones en favor del gobierno central, que pretende activar un mecanismo para armonizar las restricciones en todo el territorio alemán.

«Nuestra lucha contra la pandemia debe ser más estricta y más consecuente», argumentó la canciller Angela Merkel, que desde hace meses ha tenido que lidiar con las reticencias de los estados federados en su cruzada por homogeneizar la lucha contra la pandemia. «Nuestra respuesta a la pandemia debe volverse más rigurosa y coherente. La situación es grave y tenemos que tomarla en serio», agregó Merkel.

La nueva ley permitirá al gobierno central imponer restricciones más fuertes para evitar otra ola del virus. A partir de un umbral de 100 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en siete días, el Gobierno podrá decidir la aplicación de toques de queda nocturnos, la reducción de contactos entre personas en lugares privados o el cierre de comercios juzgados no esenciales. Los colegios mantendrán las clases presenciales hasta los 200 casos por cada 100.000 habitantes en siete días, aunque a partir de los 100 positivos serán obligatorios dos test rápidos de antígenos semanales.

Hasta ahora, este tipo de medidas eran consensuadas con los estados federados en periódicas reuniones que se dilataban durante largas jornadas. El resultado solía ser un acuerdo de mínimos que podía ser ampliado o no en función de la voluntad de cada gobierno regional. Así, se creó un rompecabezas de medidas dispares y a menudo contradictorias entre los distintos territorios, creando una sensación de confusión. Esto, junto con la lentitud de la campaña de vacunación, ha provocado una pérdida de confianza en la capacidad de las autoridades para manejar la crisis, cuando faltan menos de seis meses para las elecciones legislativas.

La reforma de la ley permitirá activar a nivel federal el conocido como «freno de emergencia», un conjunto de estrictas medidas concebidas para contener la expansión del virus. La norma podría entrar en vigor en los próximos días y se activaría en unos 310 de los algo más de 400 distritos del país, todo ellos lugares que superan la incidencia determinada. Esto implicaría, entre otras medidas, un toque de queda nocturno en las siete ciudades más pobladas, entre ellas Berlín, Múnich o Hamburgo. La medida ha sido recibida con cierto escepticismo por parte de los ayuntamientos.

La reforma de la Ley deberá aún ser aprobada en las dos cámaras legislativas: en el Bundestag (cámara baja) la mayoría que respalda a la gran coalición en el gobierno hará que el proyecto salga adelante sin dificultades. Sin embargo, en el Bundesrat (cámara de representación territorial), los equilibrios de fuerzas son más complejos por las alianzas regionales, y la medida deberá lograr el sí de los länder, un proceso que podría complicarse.

Alemania se encuentra aún en la fase ascendente de la tercera ola, que arrancó a mediados de febrero. Este martes reportó 10.810 nuevos contagios en las últimas 24 horas y 294 muertes.