La Xunta mantiene las restricciones en Semana Santa, con una docena de municipios en los niveles más altos

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Beade es el único concello que permanece en nivel máximo, mientras que en el alto estarán desde este viernes Abegondo, Baiona, Cortegada, O Irixo, Ortigueira, Padrenda, Pazos de Borbén, A Pobra do Brollón, Rábade, Sanxenxo y O Saviñao

30 mar 2021 . Actualizado a las 22:17 h.

No habrá diferencias en las restricciones en los festivos de Semana Santa. El comité clínico se ha reunido este martes para analizar la situación y solo ha hecho cambios en el mapa de la desescalada ante los cambios en la transmisión del coronavirus que afectan a varios ayuntamientos.

Este viernes (los cambios se publicarán este miércoles en un DOG que entrará en vigor la noche del jueves al viernes) una docena de concellos estarán en los niveles más altos de limitaciones. Beade es el único municipio que mantiene la hostelería cerrada, un cierre perimetral individual y las reuniones limitadas a personas convivientes.

Otros once municipios estarán en nivel alto, es decir, la hostelería solo podrá servir en las terrazas y con un aforo del 50 %. Se mantienen en este nivel Sanxenxo y Baiona, así como Abegondo, Cortegada, Ortigueira, Padrenda, Pazos de Borbén y O Saviñao. Y a él se incorporan O Irixo, Rábade y A Pobra do Brollón ante un incremento en la incidencia a siete días del covid-19.

La tasa de contagio a siete días permite tomar decisiones con mayor rapidez para frenar cadenas de transmisión, aunque no es el único indicador que se maneja. Por eso puede ocurrir que dos municipios con las mismas tasas de contagio tenga restricciones de diferente nivel. Además, una vez se decide que un municipio debe incrementarlas limitaciones, se mantiene en esa situación entre diez y catorce días para consolidar las tendencias. Es lo que ocurre por ejemplo en el caso de Baiona, que se mantiene en nivel alto con una situación epidemiológica que ha mejorado bastante.

Además, otros 17 concellos estarán este viernes en nivel medio. Se mantienen en esta situación Celanova, o Carballiño. Ribadavia, Xinzo, Cangas, Bergondo, Boimorto, Carral, A Coruña, A Laracha, Arteixo, Betanzos y Camariñas y a él se incorporan Vilardevós, que baja del nivel alto, y Moaña, Gondomar y Meis, que incrementan el nivel de restricciones.

De hecho, el comité clínico intensificará la vigilancia sobre el área de Vigo al observar en los últimos días un aumento de la transmisión, que ha pasado en la ciudad olívica de 50 a 56 casos por cien mil habitantes en siete días. La tendencia de Vigo es al alza mientras que la de A Coruña tiende a la baja, al pasar de 72 a 67 casos por cien mil habitantes en la última semana. A la baja se encuentra también Ferrol, así como Ourense y Lugo, aunque en el caso de estas dos ciudades la mejora es menos pronunciada.

Galicia cumple unos diez días en fase de meseta, con cierta tendencia al descenso pero con números que se estancan. El porcentaje de descenso diario de la transmisión es del 0,6  % diario, cuando tras el pico de la tercera ola llegó a haber caída del 7 % diario en la incidencia, que se mantiene en los 70 y los 35 casos por cien mil habitantes.

 

Además, la positividad de las PCR sigue igual. La diferencia entre la semana pasada y la actual es de apenas dos décimas, pasando de un 2,53 % de pruebas positivas a un 2,73 %. Este mismo martes han comenzando los cribados voluntarios en los aeropuertos de Santiago y Vigo, a lo que hay que sumar el registro de viajeros, al que se han anotado para realizarse una prueba 1.111 personas este fin de semana, de las que más de 900 procedían de otras comunidades autónomas.

El principal reto el lidiar con la variante británica, que supone ya nueve de cada diez casos en Galicia.Según lo datos aportados por la directora xeral de Saúde Pública, en este momento hay confirmados en Galicia 192 casos de esta variante más uno de la cepa sudafricana. Existen casos en estudio de otras variantes, pero el Sergas tan solo informa de aquellos positivos que se han secuenciado y se ha comprobado que pertenecen a una variante concreta, un proceso que pasa por tres conformaciones.

Mientras tanto, la presión asistencial continúa estable. El 061 está atendiendo menos de 3.000 llamadas diarias (la media de esta semana es de unas 2.700) y alrededor del 10 % se clasifican como consultas covid. Los servicios de urgencias tienen la misma actividad diaria que cualquier mes de marzo fuera de pandemia, y solo uno de cada diez pacientes que llega lo hace con sospecha de coronavirus

Los planes de contingencia de todos los hospitales se encuentran en fase 1. Hay 26 personas ingresadas en críticos (una menos) lo que supone que el 5,2 % de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes covid. otras 181 personas se encuentran en planta, lo que supone una ocupación del 2,3 % . Con respecto a la semana pasada, la presión ha descendido un 37,5 y un 10,5 %, respectivamente.

 La situación es de relativa tranquilidad, tal y como la ha definido Tato Vázquez Lima, miembro del comité clínico, que ha hecho un llamamiento a la población para que siga cumpliendo con las restricciones, especialmente durante las próximas ocho semanas para así poder avanzar lo máximo posible en la vacunación.

Ampliar la tasa de inmunidad, especialmente entre los mayores, podrá hacer que, de llegar una cuarta ola, se minimicen los casos graves y los fallecimientos, que estadísticamente tienen mucha más prevalencia entre las personas de más edad, con lo que los servicios sanitarios podrían trabajar con menor presión. 

Fernando Simón: «Si conseguimos mantener la evolución ascendente a un ritmo lento, podría ser que la cuarta ola se convierta en una olita»

Sanidad notifica un leve repunte en los contagios, muy desigual por territorios. La incidencia media nacional a 14 días escala once puntos en solo tres días: el viernes había 138 casos por cien mil habitantes; hoy ya son 149. Navarra, Cataluña y La Rioja son las comunidades en las que más aumenta la transmisión

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El Ministerio de Sanidad ha registrado a lo largo de este fin de semana 15.501 nuevos contagios. El pasado fueron 16.471, pero correspondían a cuatro días (y no a tres) por el puente de San José. Hace dos lunes las comunidades notificaron 11.358. La tendencia, por tanto, vuelve a ser ascendente, lo que se confirma con una tasa (a 14 días) de 149 casos por cien mil habitantes, once más que el viernes. El crecimiento, sin embargo, no es tan explosivo como el de la tercera oleada y es muy desigual por comunidades. En tres autonomías los contagios siguen cayendo (Galicia, Asturias y Canarias) y hay otras cuatro estabilizadas, con la transmisión más o menos controlada (Murcia, Baleares, Extremadura y Valencia). ¿Estamos a las puertas ya de la cuarta ola? «Hay comunidades que no han llegado a tener tres y otras que ya han tenido cuatro», explicó este lunes Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Confía en que esta vez las cosas pueden ser diferentes, principalmente por la ventaja que supone la vacunación: «Si conseguimos mantener el valle durante unas semanas más, con el nivel de vacunación que estamos teniendo podríamos tener una onda epidémica más suave que en otros momentos, podría ser que la cuarta ola se convierta en una olita. Cada semana que vacunamos más, es tiempo que ganamos».

«Dado que hace ocho días del puente -explicó el epidemiólogo-, es probable que el incremento de contagios se mantenga estos días. Ahora viene la Semana Santa, lo ideal es que la movilidad en estas fechas no tenga el impacto que ha tenido en fiestas previas, pero no sabremos cuál será el impacto de las medidas hasta dos semanas después. Para comprobar la magnitud de la evolución de la epidemia, tendremos que esperar». 

Navarra, con 266 casos por cien mil habitantes (43 más por cada cien mil personas que el viernes), Cataluña con 207 (23 más), La Rioja con 124 (22 más) y el País Vasco con 233 (20 más) son los territorios que más rápido están empeorando: lo que, proporcionalmente, más infecciones registran. Navarra es actualmente la autonomía con más transmisión, seguida de Madrid, con 255 infecciones por cien mil habitantes, ambas ya en situación de riesgo extremo, y Cataluña, con 207.

El Gobierno lleva al Constitucional la Lei de Saúde de Galicia

El Ejecutivo central cuestiona que la norma impulsada por Feijoo pueda abrir la puerta a la vacunación obligatoria. El recurso supone la suspensión cautelar de los artículos impugnados

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El Consejo de Ministros ha aprobado recurrir ante el Tribunal Constitucional la ley gallega de salud, aprobada recientemente por el Parlamento de Galicia

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, anunció el recurso en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo y dijo que «solo es posible restringir derechos fundamentales a través de legislación estatal».

El Gobierno central ya había elevado una consulta sobre la norma (ley de Galicia 8/2021) al Consejo de Estado. Cuestionaba su constitucionalidad en un aspecto determinado: la posibilidad de obligar a la vacunación en situaciones epidemiológicas que lo requieran. Y ahora recurre ante el alto tribunal. La acción supone la suspensión cautelar de los artículos impugnados.

En su alegación ante el Consejo de Estado el Gobierno central consideraba que la norma autonómica introduce restricciones y limitaciones a los derechos fundamentales que, según el artículo 81 de la Constitución Española, están reservadas a una Ley Orgánica, que por tanto solo puede ser dictada por el legislador estatal.

Es el caso del artículo 5, que establece entre otras medidas preventivas en materia de salud pública que la comunidad autónoma podrá someter «a medidas profilácticas de prevención de la enfermedad, incluida la vacunación o inmunización». O el del artículo 7, que añade medidas preventivas en materia de salud pública. Igualmente, según el Gobierno, resultarían inconstitucionales las previsiones contenidas en los apartados 12, 13, 14 y 15, que constituyen el régimen de infracciones y sanciones asociado a las conductas reguladas en los apartados 5 y siguientes.

Por otra parte, de acuerdo con esta argumentación, la norma puede vulnerar el artículo 116 de la Constitución, que regula los estados excepcionales. En el marco del vigente estado de alarma, las comunidades autónomas ostentan atribuciones delegadas que no pueden utilizarse para aprobar esta ley ordinaria como si fueran facultades correspondientes a la gestión ordinaria, de su competencias.

También se alega a la competencia exclusiva del Estado respecto a las bases y la coordinación general de la sanidad que recoge la Constitución.

Finalmente, respecto a la posibilidad de obligar a los ciudadanos a vacunarse que recoge la ley, también se entiende que además de afectar a la reserva de Ley Orgánica y al ámbito competencial del Estado en materia sanitaria, no considera la Estrategia de Vacunación frente al covid-19 en España, aprobada el 28 de enero por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y de obligado cumplimiento. La estrategia recoge que la vacunación será voluntaria.

Desde la Xunta se apuntaba entonces, el 17 de marzo, que la ley gallega era «plenamente constitucional para luchar contra la pandemia. En este sentido, y pese a las reiteradas demandas al Gobierno central para que incorporase nuevas herramientas legislativas, con el ánimo de gestionar la pandemia de una forma más efectiva y dotar estas medidas de una mayor seguridad jurídica, este ha desatendido las solicitudes trasladadas por el gobierno autonómico gallego». El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, se mostró ayer sorprendido por el hecho de que no haya habido ningún tipo de contacto por parte del Gobierno ni la puesta en marcha de una comisión bilateral. En este caso, solo hubo una llamada de la ministra, explicó, con la publicación de la orden y ninguna otra comunicación. «Cremos que é unha lei necesaria para xestionar a situación», añadió:  De manera que lo lógico sería una modificación de la ley orgánica: «Damos un paso para mellorar a seguridade xurídica e cremos firmemente que a lei non vai contra nada constitucional e só desenvolve aspectos contemplados nunha lei orgánica».