El Gobierno carga contra Ayuso por fomentar el «turismo de borrachera»

Álvaro Soto MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso
La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso FERNANDO VILLAR | efe

La presidenta regional acusa al Ejecutivo de no controlar las PCR en el aeropuerto tras un fin de semana con 353 fiestas ilegales en Madrid

29 mar 2021 . Actualizado a las 21:17 h.

El balance de las fiestas ilegales del fin de semana en Madrid degeneró este lunes en una bronca política de grandes dimensiones. El Gobierno cargó contra la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, a la que acusó de permitir que España esté dando una mala imagen en el exterior por animar la llegada de visitantes en plena pandemia. Ayuso, por su parte, contraatacó y atribuyó a la «factoría de Moncloa» la idea de que Madrid ahora mismo es solo turismo de borrachera.

Jolgorio en horas de toque de queda en decenas de calles de la ciudad, 40 detenciones, 46.500 personas identificadas en toda la comunidad, casi mil propuestas de sanciones y 353 fiestas intervenidas por la Policía: en el distrito de Moncloa, 140 personas sin mascarilla, sin distancia y compartiendo cachimba; en un restaurante del barrio de Chamberí la Policía tuvo que escalar una valla y romper varios cristales para acabar con una juerga de decenas de menores que acabaron escondidos debajo de las mesas; en un piso turístico junto a la Puerta del Sol, 30 personas saltándose todas las restricciones y en una casa particular, 28 invitados. El resumen de las intervenciones policiales, que detallan que los incumplidores eran españoles y extranjeros, y las fotografías y los vídeos que circulan desde el viernes por las redes sociales han agitado el debate sobre la responsabilidad de las diferentes administraciones en el «desmadre», en palabras del candidato socialista a la presidencia de Madrid, Ángel Gabilondo, que se vive en la capital.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, afirmó que jóvenes borrachos a altas horas de la madrugada en la calle «no puede ser la imagen de España». «La de mi país es la imagen de gente responsable, que cumple las medidas y conoce sus limitaciones», subrayó Darias, partidaria de restricciones severas en Semana Santa para evitar que España entre en una cuarta ola cada vez más cercana. Su compañera en el Gobierno, la ministra de Turismo, Reyes Maroto, defendió que «los controles que se están haciendo [en las fronteras] son muy exhaustivos y por lo tanto, todas las personas que llegan lo hacen con su PCR negativa» y puso el foco en Ayuso: «Su único logro ha sido generar incertidumbre e inestabilidad convocando unas elecciones, cuando lo importante es combatir la pandemia».

Por su parte, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, tachó la situación de «bochornosa» y criticó que la presidenta madrileña aliente por un lado la llegada de visitantes y por otro, se queje de que no hay policías suficientes para controlar las aglomeraciones. «No se puede decir que Madrid es un destino maravilloso y al mismo tiempo quejarnos de que vienen a Madrid a ver las maravillas de nuestra ciudad y derivan en turismo de borrachera», dijo Franco.

La presidenta madrileña, enfrentada durante toda la pandemia al Gobierno central, acusó a Moncloa de extender esta idea: «El problema no es que venga un francés a beber, sino que venga contagiado, porque un francés no contagia más que un chamberilero», dijo, insistiendo en su convicción de que los visitantes hacen más cosas que beber. «Si se estudia cuántos gastos están aplicando nuestros turistas a los museos o a los comercios de Madrid se verá que el turista no solo viene a emborracharse, eso es un tinte un tanto xenófobo y un tanto ofensivo», aseveró, antes de achacar los problemas a la falta de control de las PCR en los aeropuertos, una competencia del Ejecutivo central: «¿Alguien ha visto alguna vez un informe de lo que está haciendo el Gobierno de España con Barajas? No, porque no lo hay», sentenció. A este argumento se sumó la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, de Ciudadanos, que afirmó que en el aeropuerto hay «barra libre» con las PCR.