Los veranos más secos en 2.000 años

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Imagen del río Cinsa del verano de hace 3 años, totalmente seco.
Imagen del río Cinsa del verano de hace 3 años, totalmente seco. CARLOS CORTÉS

Un estudio reconstruye las condiciones hidroclimáticas desde la época romana hasta la actualidad

28 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las últimas sequías estivales de Europa son, desde el 2015, mucho más graves que las de los últimos 2.100 años en este continente, según la mayor reconstrucción de las condiciones hidroclimáticas, que se acaba de publicar en la revista Nature Geoscience.

El trabajo, dirigido por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), plantea que este fenómeno se debe al cambio climático antropogénico, el provocado por el hombre, y a las variaciones en las corrientes en chorro.

«Todos somos conscientes del cúmulo de veranos excepcionalmente calurosos y secos que hemos tenido en los últimos años, pero necesitábamos reconstrucciones precisas para ver cómo se comparan estos fenómenos con años anteriores», según ha explicado a la agencia Sinc Ulf Büntgen, investigador principal del trabajo, profesor del departamento de Geografía de la Universidad de Cambridge.

Los resultados muestran que los veranos de los últimos años han sido «insólitos» en términos de cuan secos han sido consecutivamente. «Por lo general, nuestro conocimiento de anteriores sequías es peor conforme retrocedemos en el tiempo», indica el investigador. En este caso, los datos anteriores a la Edad Media resultan «vitales» porque permiten conocer las variaciones de sequías de esta época y su impacto en el funcionamiento y la productividad de ecosistemas y sociedades.

Para analizar los registros históricos, el equipo ha estudiado 27.000 huellas químicas de 147 robles europeos de República Checa, Suiza y Alemania. Las muestras provienen de árboles vivos y muertos, remanentes arqueológicos, materiales subfósiles (restos más recientes) y construcciones históricas hechas con este tipo de madera. Estas huellas se encuentran en los isótopos estables de carbono y oxígeno, presentes en los anillos interiores de estos árboles y que ofrecen datos sobre los cambios hidroclimáticos durante largos períodos de tiempo.

Así, los isótopos de los anillos de los robles «arrojan datos más precisos para reconstruir las condiciones hidroclimáticas de estas áreas», defiende el coautor del estudio, Jan Esper, de la Universidad de Mainz (Alemania). La investigación ha podido construir el mayor y más detallado conjunto de datos sobre condiciones hidroclimáticas veraniegas en Europa central, desde la época romana hasta la actualidad.