¿Cómo será el pasaporte europeo de vacunación para viajar este verano?

SOCIEDAD

El «pasaporte verde» israelí. Concebido para incentivar la vacunación, se exige para poder acceder a salas de conciertos, teatros, hoteles, gimnasios o iglesias
El «pasaporte verde» israelí. Concebido para incentivar la vacunación, se exige para poder acceder a salas de conciertos, teatros, hoteles, gimnasios o iglesias Ilia Yefimovich | Europa Press

Bruselas presenta hoy su proyecto del «Pase Digital Verde», que también incluiría información sobre anticuerpos naturales (adquiridos tras superar la enfermedad) y resultados negativos de PCR

17 mar 2021 . Actualizado a las 13:36 h.

Un documento personal e intransferible que se expedirá en papel, pero también tendrá versión digital para llevarlo en el móvil, gratuito y bilingüe, en el que quedará registrado si su portador se ha vacunado contra el coronavirus -y, de ser así, qué fármaco concreto se le ha inoculado y cuántas dosis ha recibido ya- o si tiene anticuerpos naturales por haber pasado ya la enfermedad, además de todos los negativos de las PCR a las que se someta. Esta es la propuesta que hoy pondrá sobre la mesa la Comisión Europea, un certificado de vacunación que, como el que ya existe en Israel o el que perfila China, es un pasaporte de inmunidad en toda regla y, como tal, fuente de controversia, no tanto por el registro de inyecciones en sí o por la lista de resultados favorables en pruebas recientes, sino justamente por el uso que se hará de esta información, por los privilegios y desigualdades que puede llegar a generar. Ayer mismo el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) se mostró abiertamente en contra de que una credencial de este tipo se utilice para permitir (o no) cruzar fronteras internas en Europa.

La idea es esa, un salvoconducto para reactivar los viajes por todo el territorio comunitario y volver a poner a Europa en movimiento. La acreditación contará con un código de barras que contendrá todos los datos clave y garantizará su «autenticidad, validez e integridad». Según el proyecto que previsiblemente será aprobado este miércoles en Bruselas, este certificado permitirá acceder a otros países de la Unión Europea a todos aquellos vacunados con alguno de los medicamentos autorizados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Sobre los inmunizados con fórmulas todavía pendientes de conseguir el visto bueno del regulador, como la china o la rusa, cada país podrá aceptar bilateralmente aquellas que considere oportunas. El proyecto aún deberá pasar por el Parlamento y el Consejo Europeo en los próximos meses. Hasta junio no se prevé que entren en circulación los primeros pasaportes.

La iniciativa legislativa de Bruselas responde a las demandas de países que como Grecia y España cuentan con un importante sector turístico y reclaman medidas para poder reactivar la industria de cara al verano. Desde el Ejecutivo de Ursula von der Leyen insisten, sin embargo, en que no debe entenderse como un «pasaporte» sino como un documento con información médica. «Crear ciertas libertades en conexión con la vacunación supone un trato desigual», censuró la directora del ECDC Andrea Ammon, recordando que no se sabe aún con certeza cuánto tiempo dura la protección inoculada. Además, los fármacos que se están administrando no protegen contra el virus: evitan que la enfermedad se desarrolle de forma grave, pero no el contagio. Comparten estos recelos países como Francia o Bélgica que ya han avisado de que no ven con buenos ojos vincular derechos fundamentales a la inoculación de una vacuna, lo que además plantea dudas legales al no ser la inmunización obligatoria ni haber preparados suficientes para todos.

El proyecto de la CE recoge que efectivamente el certificado «no deberá ser una condición para ejercer la libertad de movimiento». Subraya que aquellos que no hayan podido o no hayan querido ponerse la vacuna deberán disfrutar del mismo derecho a la hora de desplazarse que los que sí lo han hecho, «sujetos donde sea necesario a pruebas obligatorias o a cuarentenas».