La sentencia judicial declara acreditado que el mítico presentador falleció por enfermedad profesional derivada de la exposición al asbesto que recubría algunos estudios de Prado del Rey
17 mar 2021 . Actualizado a las 16:02 h.La magistrada del Juzgado Social número 2 de Madrid declara acreditado que el popular presentador de Televisión Española José María Íñigo falleció como consecuencia del amianto que inhaló en el desempeño de su trabajo. El fallo judicial admite a trámite la demanda de la familia, que reclamó en un juicio que quedó visto para sentencia a finales de enero que el cáncer de pleura que se le diagnosticó en el 2015 y acabó con su vida en el 2018 no era una dolencia común, sino que tiene la consideración de enfermedad profesional y se debió al amianto que recubría las paredes y techo del Estudio 1 de RTVE. Íñigo trabajó muchos años en aquellos estudios de Prado del Rey, que a partir del 2011 empezaron a rehabilitarse o a demolerse al constatar la existencia de ese mineral utilizado en la construcción y altamente peligroso para la salud.
El inicio del proceso judicial tuvo lugar en el 2019 con la impugnación de la pensión de su segunda mujer, Pilar Piniella, por considerar que, en caso de existir una relación de causa y efecto entre el amianto del plató de RTVE y el tumor maligno desarrollado por el presentador de televisión (un mesotelioma maligno pleural muy poco frecuente), tendría derecho a percibir una cantidad entre un 30% y un 50% superior. Además, habría que sumar una indemnización, tanto para ella como para sus hijos.
Andrea Peiró, la abogada del bufete de abogados Opamianto, que defiende la causa de los herederos del periodista bilbaíno, se mostraba optimista desde el principio ante la posibilidad de obtener un fallo favorable y aseguró en su momento que ha llegado a conseguir compensaciones de 700.000 euros para una familia afectada por la inhalación persistente de partículas de amianto. «Cada caso es un mundo. Hay que modular las cantidades en función de las circunstancias», señaló.
Tras esta declaración de enfermedad profesional, previsiblemente la familia podría interponer demanda contra Radio Televisión Española. En la celebración del juicio el pasado mes de enero, Comisiones Obreras destacó que tiene conocimiento de dos casos más, anteriores al de Íñigo, de trabajadores de TVE en los que la justicia ha reconocido enfermedad profesional por la misma causa. Uno de ellos ya ha fallecido.
El sindicato subrayó que «estos hechos coinciden, en estos momentos, con la jubilación anticipada de muchos trabajadores y trabajadoras de RTVE, la mayoría de ellos con un mínimo de 30 años de trabajo en las instalaciones de la corporación».
CC.OO. recordó que lleva años denunciando entre los trabajadores y en los juzgados «las irregularidades que se han venido produciendo en RTVE respecto a un tema tan serio y tan peligroso como es el amianto, así como en los sucesivos intentos de desamiantado de sus instalaciones».
Destacó también que el sindicato consiguió que la empresa vigilara la salud de los trabajadores que desempeñaron gran parte de su trayectoria en los estudios de grabación con presencia acreditada de amianto (los estudios 1, 2, 3, 10 y 11), ya que el período de latencia o incubación de la asbestosis es de unos 20 años.
Por eso insisten en hacer un llamamiento a todos los trabajadores que se jubilen y a los que sigan en activo para que no descuiden las revisiones médicas y estén atentos a cualquier síntoma relacionado con esta grave enfermedad pulmonar.