Rinocerontes y leopardos convivían hace entre 15.000 y 40.000 años al norte de Lugo

María Cuadrado Fernández
María Cuadrado VIVEIRO/ LA VOZ

SOCIEDAD

A. Arbones

La Cova dos Santos, el eslabón entre los yacimientos cantábricos y O Courel

16 mar 2021 . Actualizado a las 21:44 h.

Un equipo del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, de la Universidade da Coruña, ultima los detalles para publicar un estudio sobre los restos fósiles de animales de entre 15.000 y 40.000 años de antigüedad hallados en la Cova dos Santos, localizada en el karst mindoniense, entre los municipios de Abadín y Mondoñedo, en las proximidades de la Cova do Rei Cintolo. Al norte de la provincia de Lugo se encuentra este espacio del que las primeras investigaciones describen su evolución y destacan la amplia variedad de fauna localizada y su relevancia para futuros estudios paleontológicos y geológicos por ser el eslabón entre los yacimientos de la cordillera cantábrica y los de O Courel.

La investigación y sus conclusiones verán la luz próximamente en la publicación Spanish Journal of Palaeontology, de la Sociedad Española de Paleontología, que colaboró con una aportación económica para desarrollar un proyecto de la doctora Ana García Vázquez, colaboradora del IUX. Aurora Grandal-d'Anglade, profesora de Paleontología del Instituto Universitario de Xeoloxía, confirma que el equipo de trabajo estudió restos óseos encontrados en varios depósitos repartidos por la cavidad.

Las piezas analizadas no son numerosas y están muy fragmentadas. Como método de datación de una parte de las muestras orgánicas se empleó el carbono 14. En las que resultaba más complejo, debido a su fragmentación, se compaginó la identificación mediante la técnica de la huella peptídica. Los análisis permitieron datar un hueso de un oso cavernario de unos 30.000 años de antigüedad, otro de leopardo de 22.000 años, un tercero de ciervo de 15.000 y el más antiguo, el de un rinoceronte, posiblemente lanudo, aunque por ahora está sin determinar, de hace 40.000 años. Otro resto óseo de 300 años correspondía a un caballo. A estos fósiles se suman otros de los que por el momento no ha sido posible determinar su edad, como los de ejemplares de oso pardo, de vacas, de ovejas...

Corrientes de agua

La profesora Grandal-d'Anglade indica que los movimientos y corrientes de agua en la cueva explican que los huesos se encontraran en ubicaciones diferentes. «Mimamos moito o estudo porque consideramos relevantes os achádegos pola gran variedade de fauna atopada», explica Grandal, quien pone de relieve la importancia de las investigaciones y estudios en este espacio que sirve de conexión entre los yacimientos de Asturias y otros cantábricos con los del sudeste de la provincia lucense. Este proyecto sienta las bases para el desarrollo de futuros estudios genéticos que bien podrían centrarse en los restos animales de las especies halladas más interesantes.

«Máis adiante poderíanse facer estudos xenéticos para saber da procedencia dese rinoceronte, a súa relación con outras zonas. No Courel, como zona de montaña, a fauna non é tan variada como a encontrada nesta cova. Queremos agora centrarnos noutros xacementos situados en zonas non tan altas para dar cunha maior variedade que nos permita reconstruír máis amplamente como era a fauna de Galicia no pasado», explica la profesora. No oculta la alegría que generó en el equipo de trabajo el hallazgo de estos fósiles. «Botabamos de menos atopar restos destas especies, pero xa nos dabamos conta de que non serían as típicas do Courel e por iso buscabamos outras zonas onde puidera haber máis. O leopardo está mencionado noutros xacementos e non é a primeira vez que aparece en Galicia, pero está moi ben telo aquí para constatar que sí había una variedade faunística e que ocupa un territorio máis amplo. Si finalmente é o rinoceronte lanudo, como pensamos, demostra que era unha extensión maior pola que se movía esta especie. No Courel non atopamos ningún rinoceronte. Era unha especie que se movía máis polas chairas».

Vértebra de oso cavernario
Vértebra de oso cavernario M. Vaqueiro
 

La experta cree que el estudio contribuye a documentar la historia para profundizar en el conocimiento del ecosistema de Galicia en tiempos pretéritos y ayuda a completar el mapa nacional de yacimientos paleontológicos. No pasa por alto que la investigación no sería posible sin el trabajo previo realizado por los espeleólogos, en este caso los de Cetra, uno de los clubes que participan también en el proyecto de investigación Rei Cintolo. Obxectivo 11.000, una cavidad que ha sido explorada y topografiada desde 1954, en la que ya se han descubierto diez nuevos yacimientos paleontológicos y que es uno de los destinos de turismo científico certificado por Observer, como reconoce Marcos Vaqueiro, director del proyecto.