Pero Europa hasta ahora tenía otro problema: la EMA legalmente no puede dar su OK a la distribución de ningún fármaco que no pueda ser producido, al menos en parte, en algún país de los 27. Por ahora, Sputnik V, además de en Rusia, se fabrica en Brasil, India, Corea del Sur y Kazajistán. Pero en febrero, el Kremlin anunció su disposición a aumentar la producción de su vacuna en nuevas plantas en el extranjero, incluida la Unión Europea. De hecho, las autoridades rusas han contactado ya con la empresa farmecéutica alemana IDT Biologika, ubicada en el estado de Sajonia-Anhalt, para cerrar un acuerdo para que produzca la Sputnik V.
En cualquier caso, desde hace semanas las autoridades rusas han venido mostrando su disposición a colaborar con occidente. Desde el pasado diciembre, los científicos de Moscú colaboran con los técnicos de AstraZeneca, la tercera profilaxis que se va a distribuir en la UE para combinar la fórmula en la que trabajan especialistas de la Universidad de Oxford con el compuesto de la Sputnik V, algo que los científicos rusos sugirieron el pasado noviembre que podría aumentar la eficacia.