Rebelión en Ámsterdam contra las restricciones: terrazas abiertas y trabajadoras sexuales en la calle

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SOCIEDAD

Clientes en una terraza de Breda
Clientes en una terraza de Breda MARCO DE SWART | efe

Las terrazas que retomen su actividad, en estos momentos prohibida, se arriesgan a ser sancionadas con multas de hasta 4.000 euros

03 mar 2021 . Actualizado a las 09:11 h.

Para reivindicar la reapertura de la actividad económica, los holandeses han hecho justo lo que les está prohibido, trabajar. Ámsterdam y Breda recuperaron este martes su movimiento, con terrazas abiertas y funcionando a pleno gas, mientras en La Haya trabajadoras sexuales han tomado las calles después de que el Gobierno decidiese mantener unos días más paralizada su actividad. Los peluqueros y los masajistas podrán reabrir este miércoles, pero el trabajo sexual continúa prohibido.

Varios cafés han abierto un rato a lo largo de la tarde en señal de protesta, exponiéndose a una multa que, según advirtió el ministro de Justicia, Ferd Grapperhaus, la semana pasada, puede ascender hasta los 4.000 euros. Defienden que apenas hay diferencia entre sentarse en una terraza al aire libre y hacer cola para recoger comida para llevar, lo que sí está permitido. En la provincia de Frisia, algunos bares amanecieron este martes con el mobiliario exterior del revés también para visibilizar su descontento.