El presentador de «Lo de Évole» tuvo que apoyarse en la mesa para no caerse. «He sentido cuando te ibas», le dijo Motos
27 feb 2021 . Actualizado a las 21:36 h.Ha vuelto a ocurrir. En poco más de una semana Jordi Évole ha sufrido dos ataques de cataplexia en pleno directo. El primero fue en El Intermedio, con El Gran Wyoming, y ayer en El Hormiguero, con Pablo Motos, que pese a ser conocedor de lo que le ocurre a Évole cuando se ríe, se llevó un buen susto. Sucedió después de entregar los 3.000 euros que regala el programa a un espectador, cuando los dos se levantaban de la mesa donde transcurre la entrevista.
Motos y Évole se reían y en ese momento, el presentador de La Sexta tuvo que apoyarse en la mesa para no caerse ya que le falló la musculatura. En ese momento Pablo Motos, que iba un poco por delante, volvió hacia atrás y le ayudó a sujetarse. Todo comenzó cuando Évole le preguntó a Iñaki la pregunta que premia con 3.000 euros. La reacción del hombre, sin demasiada efusión tras recibir el premio, dejó un poco desconcertados a Pablo Motos y Jordi Évole. «No soy muy efusivo, pero estoy muy contento», les decía. Al colgar, Évole bromeaba: «Que le han dado 3.000 euros y parece que se le ha muerto un familiar», justo cuando se levantaba y es cuando sufrió el ataque de cataplexia y estuvo a punto de caerse.
«Me ha dado un poquillo», decía Évole. «Somos un poco gilipollas», decía Motos visiblemente disgustado que había intentado evitar momentos jocosos para que Évole no sufriese uno de sus ataques. «Si es culpa nuestra», decía Motos. «Es culpa de Iñaki», bromeaba Motos. «Si es que le está dando y se pone a hacer chistes....», decía una de las hormigas.
Ya más tranquilos, en el centro del plató para ver el experimento de Marron, Évole le decía a Motos: «¿Te has asustado un poco?», a lo que el presentador respondía: «He sentido cuando te ibas».
Justo antes minutos antes Pablo Motos le había preguntado a Jordi Évole, que el próximo domingo regresa a La Sexta con una entrevista a José María Aznar, sobre su enfermedad. «Tú tienes una enfermedad que se llama cataplexia, que no es ninguna tontería, que viene de la narcolepsia y lo que te sucede es que si te ríes de repente, si te da un ataque de risa muy fuerte tu cuerpo se desconecta y se desmaya», decía Motos.
«Sí, el cuerpo detecta en mi caso con la risa, en otros casos con otras emociones, el llanto, el miedo,... en mi caso es con la risa, que yo creo que es un castigo divino, porque yo me he reído mucho en la vida, me sigo riendo», aseguraba Évole.
«Pero, ¿te frenas?», le preguntaba Motos. «No no me freno, intento hacer la vida lo más normal posible, pero es verdad que te condiciona, te tienes que medicar. Y hay un momento en el que el cuerpo se desconecta y te quedas sin musculatura, se convierte en algo flácido que es como está tu cuerpo en la fase REM del sueño», respondía Évole.
«Sí en la fase del sueño en la que se descansa», apostillaba Motos. «Sí, pero sin perder la consciencia, yo soy consciente de todo lo que me pasa, estoy ahí caído como el otro día me pasó con Wyoming», decía Évole y recordó que la primera vez que le había ocurrido fue en El Hormiguero. «A Wyoming no se lo había explicado y él se viene más arriba, empieza a hacerme más gracia, él que es médico, y yo sin poder reaccionar», bromeaba.
«No es agradable, toda mi gente lo sabe y cuando ya veo que me va a dar me ayudan o me siento. Una vez me caí en redondo, estábamos grabando en Japón con Andrés Iniesta y me entró un ataque de estos me caí y me pegué una hostia contra el suelo... Y ahí ya me empezaron a tratar», explicó.
«Conduciendo intento evitar llamadas con amigos porque ya sé que me va a dar», le decía Évole. «Lo he asumido bien porque creo que en mi caso no es grave, sé que hay personas que lo están pasando muy mal y no me gustaría frivolizar. Me encanta visibilizar la enfermedad y la gente que la padece con más crudeza que yo pues fuerza, ánimo. En mi caso hasta ahora lo he llevado bastante bien», afirmaba. Motos le reconoció que había frenado la parte más graciosa durante la entrevista para intentar que no le pasase, algo que finalmente le ocurrió.
«Cuando trabajaba con Buenafuente yo recibía a los invitados y vino una vez Manolo Escobar y hacía poco que le había dado un ictus. Yo le quería muchísimos, me ayudó en uno de mis primeros reportajes y nos llevábamos muy bien. Estábamos en la sala de invitados hablando y me dijo: "si en algún momento veis que yo me quedo sin decir nada, vosotros tranquilos que es que a veces me dan unas ausencias, pero vosotros haced la entrevista con normalidad"», recordaba Évole.
«Buenafuente estuvo toda la entrevista en tensión y a ti te ha pasado lo mismo. Me pasa a veces explicando el chiste y a veces no lo puedo acabar...», aseguraba. «Es que tú también vas provocando también», le respondía Évole. «Me han dicho mis padres "por favor no nos lo hagas pasar tan mal como en El Intermedio"», aseguraba.