¿Es obligatorio obligar?

Amós García PRESIDENTE ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE VACUNOLOGÍA

SOCIEDAD

25 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre he sido de los que piensan que si una cosa funciona bien más vale no menearla. Tiene sentido zarandear una historia, si la misma no tira para delante. Y creo que esta idea como punto de partida es clave para analizar la obligatoriedad o voluntariedad de las vacunas frente al covid-19. ¿Existe debate en la ciudadanía y en los profesionales sobre «vacunas si, o vacunas no»?. Honestamente creo que la respuesta es no. Los que están planteando dudas sobre la conveniencia de estas vacunas, en realidad están poniendo en cuestión al propio conocimiento científico. Por eso, estas dudas florecen en trincheras minoritarias ajenas a la ciencia y más próximas a las creencias. Si revisamos las encuestas de meses anteriores a la llegada de las vacunas, un porcentaje amplio de los ciudadanos era reacios a ser vacunados inicialmente.

Conforme han ido llegando estos productos y se ha ido constatando que son seguras y que los efectos secundarios que pueden presentar son los esperados y ya detectados en los ensayos clínicos, la adherencia a la vacunación ha aumentado exponencialmente. Ahora el problema no es tanto que haya ciudadanos que no se quieran vacunar, es que en estos momentos no hay vacunas para todos los que quieren ser vacunados ya. Además, dentro de la población reticente hay muchas personas que lo que reclaman es información. Y ahí está una de las claves, informar, educar. Si no hacemos esto, y además sancionamos económicamente a estos ciudadanos, estaríamos contribuyendo a generar resistencias a la vacunación.

Creo que, sin rehuir el debate de la obligatoriedad, con el escenario que tenemos, favorable a la vacunación, hacer obligatoria la medida puede crear anticuerpos que generen un mayor rechazo y además posiblemente perjudicaríamos económicamente a sectores que tienen dudas y que reclaman algo tan sencillo y complejo a la vez, como información.