Galicia recibe el 5 % de las dosis pese a que tiene el 8,2 % de los mayores de 80
SOCIEDAD
La edad y las patologías serán la única prioridad para el resto de las vacunas
18 feb 2021 . Actualizado a las 12:43 h.Ya no va a haber más grupos profesionales prioritarios en el proceso de vacunación contra el covid-19 que los que se han definido. Ni camareros, ni taxistas, ni trabajadores de alimentación. La Comisión de Salud Pública lo adelantó ayer por la mañana y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, lo confirmó por la tarde, después de la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Con las dosis de ARNm, las de Pfizer y Moderna, una vez que se acabe de vacunar a los mayores de 80 años, se empezará con los de entre 70 y 79, y después con los de entre 60 y 70. Con la de AstraZeneca, una vez que se acabe de inmunizar a los trabajadores de servicios esenciales, se continuará con las personas de entre 45 y 55 años. La única excepción son los enfermos que sufran alguna de las consideradas patologías de riesgo, que tienen que ser definidas en la próxima reunión de la ponencia de vacunas, y a los que se les inoculará una de las fórmulas de ARN en cuanto se haya acabado con todos los mayores de 60. «A partir de ahí, criterios de edad», volvió a repetir Darias, que sigue incidiendo en el objetivo de inmunizar al 80 % de los mayores de 80 años en el mes de marzo.
Esta planificación, como es evidente y le recordaron ayer a la ministra, deja un vacío, que es el de las personas de entre 55 y 60 años, aunque faltan muchas semanas, seguramente meses, para llegar a ese punto y tanto la llegada de nuevas vacunas como el incremento de producción de las actuales servirán para corregirlo.
Cuestionada también al respecto de por qué algunas comunidades empezaron ya con los mayores de 80 y otras como Galicia -lo hará el lunes- todavía no, Darias recordó que «es una prioridad máxima» y las instó a que «empiecen a vacunar cuanto antes». A lo que no se refirió fue a la proporcionalidad en el reparto que había prometido en función de la población diana de cada momento. Por ejemplo, Galicia -salvo error en el cálculo de los informes de Sanidad- acaba de recibir 24.570 de las 483.210 dosis del último envío de Pfizer, lo que supone el 5 % cuando la comunidad tiene el 8,2 % de los mayores de 80 años y la Xunta ya advirtió que se vería obligada a denunciar cualquier cifra que estuviese por debajo de lo que le corresponde. En cambio, de AstraZeneca, llegaron 12.800 de 224.200, el 5,7 %.
Al margen del proceso de vacunación y de la clara remisión de la incidencia del virus en España, la titular de Sanidad le lanzó un dardo a las comunidades que, como Madrid, plantean desescaladas cuando sus datos están entre los peores del país. «Nada de relajación de medidas, tenemos que aprender que relajarnos supone, muy fácil, subirnos a lomos de una nueva ola», incidió Darias, quien hizo una llamada a las comunidades que no van a mantener estas medidas restrictivas para que depongan su actitud.
En cuanto a las nuevas variantes del virus, explicó que, confirmados, en España hay 613 casos de la británica, 6 de la sudafricana y 2 de la brasileña; lo que habla a las claras de la capacidad de secuenciación genómica para detectarlas porque, por otra parte, admitió que en algunas zonas se están imponiendo de manera amplia. De ahí que haya firmado una orden para someter a cuarentena obligatoria de 10 días (7 si tienen PCR negativa) a los viajeros llegados de Sudáfrica y Brasil.
Los 5.500 trabajadores de ayuda a domicilio de los concellos esperan su turno
La Fegamp (Federación Galega de Municipios e Provincias) viene de remitir al Sergas, tal como había solicitado la Consellería de Política Social, el listado de trabajadores de los servicios de ayuda a domicilio susceptibles de vacunarse en próximas fechas con las dosis de AstraZeneca. Son 5.548 de 224 concellos dentro de un listado que todavía sigue abierto y en el que «para evitar a posible inclusión de persoas ás que non corresponda acceder á vacina nesta fase, as listaxes remitidas dende os concellos levan o aval persoal do alcalde ou a alcaldesa, que dan fe da veracidade do rexistro laboral», según explican desde la Fegamp.
