Muere el abuelo de O Incio, a los 103 años y con coronavirus

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

SOCIEDAD

José Gallego González, en la celebración de su 102 cumpleaños en febrero del 2020 en la residencia de O Incio
José Gallego González, en la celebración de su 102 cumpleaños en febrero del 2020 en la residencia de O Incio CEDIDA

José Gallego se había librado del peligroso brote del verano pasado, pero acabó por contagiarse poco antes de que le pusieran la vacuna

15 feb 2021 . Actualizado a las 19:38 h.

El zapatero jubilado José Gallego González murió este domingo en la residencia de mayores de O Incio, después de contagiarse de coronavirus. Acababa de cumplir 103 años y era el abuelo de O Incio, la persona de más edad de este municipio.

José Gallego González fue uno de los pocos internos de la residencia de O Incio que se libró de contagiarse en el grave brote de covid-19 que se produjo en ese centro el verano pasado, y que acabó costando la vida a 21 de los mayores que vivían allí en ese momento. Sin embargo, acabó por contagiarse unos días antes de que empezase la vacunación general de los internos de las residencias de mayores.

El fallecido había nacido en 1918 en la parroquia de Sirgueiros y cuando era muy niño emigró con su familia a Argentina. Tras unos años en aquel país volvió a Galicia y se instaló de nuevo en O Incio, todavía siendo menor de edad, y ya no marcharía nunca. Trabajó toda su vida de zapatero, al principio como ambulante en las ferias. Llevaba cerca de veinte años viviendo en la residencia de mayores de O Incio, a donde se trasladó con su mujer, ya fallecida, en el 2001, solo dos años después de que el centro abriese sus puertas.

José González fue velado por su familia y amigos en el tanatorio de O Incio. La comitiva fúnebre salió de allí este lunes a las cinco de la tarde en dirección a la iglesia de Sirgueiros, donde se ofició el funeral. Después fue enterrado en el cementerio de la parroquia. Sus familiares quieren agradecer a todo el personal de la residencia de O Incio y al exalcalde Ángel Camino, porque siempre los trataron con cariño y los mantuvieron al corriente de la situación en la que se encontraba su pariente.