El número de hospitalizados se incrementó un 320 % en enero, ¿habrá nuevas restricciones?

SOCIEDAD

Dos pacientes con el médico que los atiende en la planta covid del CHUO
Dos pacientes con el médico que los atiende en la planta covid del CHUO sergas

El comité clínico, que se reúne hoy, analizará la presión asistencial

02 feb 2021 . Actualizado a las 06:59 h.

Enero ha terminado convertido en el peor mes de la pandemia en Galicia. La relajación de las fiestas navideñas ha llevado al covid-19 a expandirse de manera incontrolada por la comunidad. Solo hay que comparar la situación en la que nos encontrábamos hace exactamente un mes y a la que hemos llegado. El número de casos activos se ha multiplicado por cuatro, los pacientes en uci se han incrementado en un 340 % y los ingresados en planta en un 317 %. El número total de enfermos que necesitan asistencia hospitalaria creció en un 320 %, pasó de 345 a 1.452. Son cifras detrás de las que hay vidas y, como recordaba hace unos días en estas mismas páginas Pedro Rascado, intensivista del Chus y miembro del comité clínico que asesora a la Xunta, «cada persona que ingresa es una persona que tiene riesgo de fallecer. Por eso hay que evitar que la gente llegue a los hospitales». Pero la gente sigue llegando y llenando los hospitales gallegos, 90 personas más en las últimas 24 horas.

En las unidades de críticos hay 242 pacientes —diez más que en el balance anterior—. El día 1 de enero en esa situación se encontraban 55 personas. Si miramos al resto de unidades de hospitalización la situación es semejante, en los últimos 31 días se ha pasado de 290 a 1.210 ingresados. «La presión hospitalaria va a ser durísima durante las próximas dos o tres semanas», advierte Tato Vázquez Lima, presidente de la Sociedad de Urgencias y Emergencias (Semes) en Galicia, que recuerda que ahora se están atendiendo a contagiados hace siete o diez días. El uno por ciento de todos los enfermos de covid terminan en críticos y el 5 % en planta, teniendo en cuenta que en la última semana se han acumulado alrededor de 10.000 infecciones, uno se puede hacer una idea de lo que queda por delante.

Esta es la situación que hoy estará sobre la mesa del comité clínico de Sanidade. ¿Cuáles son los pasos a seguir? Por ahora, los mismos que se están dando. Galicia ya está convertida en un hospital único, en una uci única, y esto quiere decir que se trasladarán pacientes, como ya está ocurriendo, de los hospitales más saturados a los que tienen más camas libres. «Los corredores sanitarios se usan en cualquier situación de emergencia», recuerda el doctor Vázquez Lima. El gerente del área sanitaria de Lugo, Ramón Ares, confirmaba ayer que el HULA «tiene capacidad» para atender a enfermos de otras zonas y que, de momento, se han trasladado desde la de Ferrol. También a Vigo llegaron ingresados desde Pontevedra. A Coruña, a pesar de ser la zona más castigada y con una mayor carga, todavía no ha recurrido a esa opción. José Flores, gerente del Sergas, avisó este fin de semana de que el área estaba «al límite». Los hospitales de campaña también están preparados, pero el Sergas no tiene previsto recurrir a ellos. Aquí el problema no son los recursos materiales, sino humanos. 

Por ahora, según diferentes fuentes del comité, no está previsto tomar nuevas medidas ya que es pronto para comprobar el efecto total de la restricciones puestas en marcha hace menos de una semana. El «semiconfinamiento» de Galicia entró en vigor el pasado miércoles. Lo que se seguirá haciendo es «mucho diagnóstico», implementando la realización de pruebas de todo tipo como se está haciendo con los cribados masivos. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, volvió a pedir este lunes al Gobierno opciones para poder confinar ayuntamientos con una incidencia acumulada «muy alta» y para ampliar el toque de queda.

Aún así, ya se están viendo los primeros efectos de las duras restricciones. Este lunes descendió el número de casos activos hasta los 22.420 y, por primera vez en veinte días, los nuevos contagios detectados bajaron del millar. Se registraron 963 positivos, dejando atrás el pico de 1.800 marcado el 23 de enero. La tasa de positividad también experimentó un fuerte descenso hasta el 6,8 por ciento. Lo mismo ocurre con la incidencia acumulada, a la baja, algo que no ocurría desde finales del año pasado.