Piden que la Xunta rectifique y les deje abrir hasta las 21.30 horas para vender productos higiénicos
09 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Real Decreto-ley 10/2020, de 29 de marzo, establecía como actividades esenciales no afectadas por el confinamiento, entre otras, las desarrolladas por «establecimientos comerciales minoristas de productos higiénicos», ya que resultaban claves para el ejercicio de la desinfección contra el coronavirus.
Casi un año después, la orden publicada en el DOG del 26 de enero deja fuera a los distribuidores de productos de limpieza, higiene y desinfección de la categoría de establecimientos esenciales, de modo que se ven obligados a cerrar a las seis de la tarde.
Daniel Rocha, dueño de una tienda de productos de limpieza en A Coruña (La Revolución de los Graneles) que está asociada, en Galicia a once establecimientos más (cerca de cien en toda España) bajo la denominación 4eco (del que Rocha es también el director de comunicación) lamenta la situación: «Salimos perjudicados y se da la circunstancia de que el mismo DOG cita las palabras limpieza, higiene y desinfección hasta en 25 ocasiones, pero no considera esenciales a los distribuidores de los productos destinados a ello».
«Hay cientos de tiendas en similar estado, pero no estamos agrupadas ni somos un grupo potente de presión. Eso no debería ser óbice para que no se nos escuche. Hemos pedido explicaciones y no hemos recibido respuesta alguna por parte de la Xunta. Hemos tratado de hablar varias consellerías y nos redirigen entre ellas», explica Rocha.
El empresario añade: «Nos cortan las horas de mayor afluencia. Si quieren reducir horas, yo, por ejemplo, abriría más tarde: Pero se da una circunstancia especialmente sangrante: las grandes superficies deben dejar de vender los productos no esenciales a partir de las seis, pero algunos venden productos de la misma gama que los nuestros hasta las 21.30 horas, lo cual es un agravio comparativo y echa a los clientes en los brazos de las grandes superficies cuando el comercio local más necesita apoyo».
«Teníamos una situación difícil por el virus y era comprensible. Estamos dispuestos a los esfuerzos que sean necesarios siempre y cuando tengan vías de ser fructíferos, pero en este caso, es estéril cerrarnos. Además, el recorte de horas provoca la concentración de gente. No es útil, es contraproducente», concluye Daniel Rocha.