Contenedores frigoríficos a las puertas de hospitales de Lisboa ante la saturación de las morgues

Begoña Íñiguez LISBOA / LA VOZ

SOCIEDAD

Docenas de ambulancias con pacientes frente al Hospital de Santa María de Lisboa, desbordado por la pandemia
Docenas de ambulancias con pacientes frente al Hospital de Santa María de Lisboa, desbordado por la pandemia MARIO CRUZ | EFE

Portugal prohíbe a sus ciudadanos salir del país. Los trabajadores transfronterizos sí podrán seguir cruzando de territorio con un documento acreditativo de su empresa, ya que volverán los controles fronterizos. Sobre el traslado de pacientes, de momento solo ha contestado Alemania, dispuesta a acoger a enfermos de otras patologías, pero no covid

29 ene 2021 . Actualizado a las 21:25 h.

El Parlamento portugués aprobó este jueves el decreto del nuevo estado de emergencia en el que se incluye el cierre de las fronteras del país, durante 15 días, para evitar el avance de la pandemia del coronavirus que continúa descontrolada al sur del Miño. Sin embargo, la medida afectará exclusivamente a los portugueses, que no podrán salir de su país. En este sentido, la ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, advirtió que con ello, lo que se quiere hacer es «dar ejemplo al mundo». Los españoles o residentes de otros países que quieran entrar a Portugal sí podrán hacerlo, pero deberán acreditar el motivo de su visita en los controles fronterizos que volverán a implantarse. Los trabajadores fronterizos también deberán llevar el documento acreditativo de la empresa.

Durante las últimas 24 horas, han fallecido en Portugal 303 personas por covid-19 -1.922 la última semana-, hay 16.443 nuevos positivos y casi todas las ucis del país hace días que llegaron al límite de su capacidad. 

A última hora de la tarde, el recién reelegido jefe de Estado, el conservador Rebelo de Sousa, se dirigió a los portugueses para dar todos los detalles del décimo estado de emergencia, aprobado en el Parlamento con los votos a favor del Partido Socialista de António Costa, en el Gobierno, y del principal grupo de la oposición, el PSD de Rui Rio. «Este es el peor momento que los portugueses hemos atravesado en décadas, por eso debemos estar unidos y remar todos en la misma dirección», instó el mandatario. «Si es cierto que esta tercera ola ha comenzado en occidente y que Portugal es uno de los primeros países en sufrirla, tenemos que ser rápidos y hacer todo lo posible para frenar ya, con todos los medios que tenemos a nuestro alcance, el avance de la cepa británica, que ya supone en la región de Lisboa más del 50 % de los nuevos contagios y es mucho más letal». «Tenemos que prepararnos para un confinamiento mucho más duradero de lo que se preveía inicialmente», advirtió.

Ante el aumento de muertos, el país vecino ha tenido que instalar contenedores frigoríficos a las puertas de algunos hospitales de la capital lusa para guardar los cadáveres, que ya no caben en las morgues. Las ucis de los centros médicos públicos de la región de Lisboa-Valle del Tajo llevan más de una semana al cien por cien de su capacidad, lo que ha obligado a transferir enfermos covid a unidades privadas de la capital y pacientes menos graves a los hospitales de campaña de Portimão (Algarve) y Viseu.

Traslado de pacientes a otros países

Con semejantes datos y tal escenario de precatástrofe, las autoridades sanitarias portuguesas han comenzado a moverse para activar el mecanismo de cooperación europea que permita transferir, cuando tengan la consiguiente luz verde para ello, a enfermos de covid-19 a hospitales del otro lado de la frontera. De momento, el único país que le ha contestado es Alemania, dispuesto a acoger otros enfermos graves, pero no pacientes covid. España, por ahora, no ha dado ninguna respuesta.

«Nós non temos ningunha solicitude formal do Goberno portugués da capacidade asistencial do Sergas -señaló al respecto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo-. Galicia está unida a Portugal desde hai séculos, pero este tipo de cuestións son entre Estados, nós non fumos requeridos ata o momento para ningunha colaboración ao respecto. Si me gustaría que Portugal intente pasar esta onda co menor dano posible, e en función das nosas posibilidades e do que se solicite por suposto que estudiariamos calquer tipo de colaboración material coa sanidade portuguesa».

La alarma saltó el lunes por la noche cuando la ministra de Sanidad confesó en una entrevista televisiva en la RTP, la Radio Televisión Pública Portuguesa que «ante el gran aumento de nuevos positivos y la situación de agotamiento y saturación de muchas ucis» no se descarta «pedir ayuda internacional para transferir enfermos fuera de Portugal». Cuestionado sobre si la petición de ayuda se había producido ya y si será a algún hospital español, el gabinete de prensa del ministerio de Sanidad luso respondió por escrito a La Voz: «Estamos considerando todas las posibilidades para asegurar la atención sanitaria de todos los portugueses», añadiendo que «en un marco de apoyo externo los mecanismos de cooperación europea son una posibilidad, en función de la evolución que se verifique».

El presidente de la Asociación portuguesa de Médicos de Cuidados Intensivos, João Gouveia, adelantó el martes a La Voz que «la petición de ayuda ya ha comenzado». «Aunque no sea oficial, me consta que sí», avanzó. «Tiene toda la lógica que se haga ya porque es un proceso a nivel europeo que puede llevar varios días en materializarse y la situación portuguesa no nos permite esperar más», añadió Gouveia, en la primera línea del combate de la pandemia y en continuo contacto con el ministerio de Marta Temido. El intensivista adelantó que «lo lógico es que el traslado de los enfermos se realice por carretera entre hospitales que queden cerca de la frontera, como han hecho otros países europeos que han activado previamente este tipo de mecanismo de ayuda».

Los hospitales lusos desde los que se quiere transferir internados de covid-19 a las unidades españolas más próximas de la frontera están en el Alto Miño, en Bragança y en el Alentejo, como confirma el  presidente de la Asociación portuguesa de Médicos de Cuidados Intensivos. «De Viana do Castelo seguramente irán hasta Vigo, de Bragança a Zamora y del Alentejo, dependiendo de si están internados en Portalegre, Évora o Beja, a Badajoz o a Sevilla», señaló Gouveia.

Más del 51% de los últimos contagios en Portugal se detectan en la región de Lisboa, donde se encuentran las unidades hospitalarias más saturadas y fallecen más personas. «Este 100 % persiste en la capital portuguesa tras incrementar camas de uci y haber transferido enfermos a hospitales privados», confesó el internista, añadiendo que «todos los centros hospitalarios portugueses tienen en estos momentos una ocupación en las ucis entre el 77 %, el que menos y el 100 %». Culminando: «Nos preocupan otras zonas del país, como el Alentejo, Tras Os Montes y el Alto Miño, porque las ucis tienen mucha menos capacidad y los nuevos positivos no paran de crecer», indica.