Bruselas insta a AstraZeneca a enviar a la UE dosis de su vacuna desde las plantas de Reino Unido

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado REDACCIÓN

SOCIEDAD

La comisaria Stella Kyriakides durante la rueda de prensa
La comisaria Stella Kyriakides durante la rueda de prensa OLIVIER HOSLET / Reuters

La Comisión Europea le exige a la farmacéutica que respete sus compromisos «legales y morales». «No hay jerarquía entre las plantas. En el contrato no se diferencia entre las de Reino Unido y las de la UE»

27 ene 2021 . Actualizado a las 22:37 h.

A la espera de que este viernes la Agencia Europea de Medicamentos autorice la vacuna contra el covid-19 elaborada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca —posiblemente condicionada a ciertos grupos de edad—, la guerra entre la compañía anglo-sueca y la Unión Europea es completamente abierta. La empresa, que tenía que entregar 80 millones de dosis de aquí a marzo, lleva aproximadamente dos meses de retraso en la producción prevista y alega que la demora se centra en la planta del Bélgica, con lo que se ha desatado un profundo conflicto, porque a los Veintisiete esa explicación no les vale, hasta el punto de que, según algunos medios de Bruselas, habrían enviado inspectores a la fábrica para comprobarlo. Ni siquiera de la tercera reunión en pocas horas que se celebró ayer salió acuerdo relevante alguno sobre el número de dosis. Solo sirvió para rebajar algo las tensiones.

El director ejecutivo de la farmacéutica, Pascal Soriot, realizó declaraciones en una entrevista publicada por el diario italiano La Repubblica que han levantado ampollas en el seno de la Comisión Europea. El directivo incidió en que el acuerdo con el Reino Unido lo firmaron tres meses antes y el Gobierno dijo que «el suministro que sale de la cadena de producción del Reino Unido iría primero para el Reino Unido».

Un argumento más que peregrino para la comisaria de Salud de la UE, Stella Kyriakides, quien considera que «eso puede funcionar en la carnicería del vecindario, pero no en los contratos, y no en nuestros acuerdos de compra anticipados».

Soriot explicó que las dosis para la Unión Europea salen de las plantas de Países Bajos, Bélgica, Alemania e Italia, pero es en las dos primeras donde se elabora lo que llaman «la sustancia farmacéutica», la base que luego se convierte en el medicamento; y hay «problemas de rendimiento». Concretamente, sus ingenieros creen que las dificultades están en el proceso de filtrado. Pero la Comisión incide en que los contratos —que ha pedido hacerlos públicos ya que la farmacéutica ha desvelado detalles de ellos— no están ligados al lugar en el que se produzcan las dosis, con lo que exige que se le entreguen parte de los viales que se están elaborando en el Reino Unido, entre otras cosas porque el dinero invertido también habría servido para modernizar esas plantas.

Sin embargo, Soriot insiste en que su compromiso fue el de realizar «el mayor esfuerzo», no la entrega de cantidades determinadas. En cualquier caso, destaca que no son pocas las que van a enviar, porque en febrero cuentan con dispensar 17 millones de dosis, de las que «a España le corresponderían unos dos millones», algo que no cuadra con el reparto habitual que está haciendo la Unión Europa y con el a España llegan 10 %, unos 1,7 millones en lugar de los 3,1 que se esperaban.