Feijoo pide un nuevo esfuerzo para «salvar todas as vidas que se poida» ante un ritmo de contagio «inasumible»

Tamara Montero / Uxía Rodríguez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La Voz

Insiste en que la flexibilidad en el toque de queda «non é un capricho», sino una herramienta fundamental mientras el ritmo de reparto de vacunas y de inmunización no se acelere

25 ene 2021 . Actualizado a las 18:25 h.

«Somos plenamente conscientes de que a inmensa maioría dos cidadáns están a facer un enorme esforzo e este enorme esforzo ten altísimos custes», pero no queda más remedio que asumir restricciones más duras para frenar un ritmo de expansión del coronavirus en Galicia «inasumible» y que a la vista de los datos seguirá añadiendo presión a los servicios sanitarios en las próximas semanas.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha comparecido este lunes tras la reunión del comité clínico para anunciar una batería de medidas que colocan a toda Galicia en el nivel extremo de restricciones. La decisión llega cuando Galicia roza los 20.000 enfermos de coronavirus y presenta una incidencia acumulada de 630 casos por cien mil habitantes a 14 días y de 375 a siete días, lo que indica un ritmo todavía creciente en el número de contagios y por lo tanto, de la presión asistencial en las próximas semana. Las ucis tienen una ocupación del 19 % y las plantas covid de cerca del 12 %, prácticamente la mitad de la media española.

 

Galicia sigue teniendo mejor situación que España, pero las proyecciones apuntan a que no ha sido suficiente la batería de medidas restrictivas que se implantó hace ahora diez días. Las previsiones apuntan a que el ritmo crecerá y «debemos actuar en consecuencia» porque la ventaja sobre el resto del Estado es ya irrelevante y porque es necesario protegerse de las nuevas cepas, como la británica, más virulentas y que hacen más compleja la lucha contra la pandemia, aunque ha explicado que por el momento se desconoce el alcance de estas nuevas cepas. 

La velocidad y el nivel de afectación se traduce en «cifras de contaxio inéditas» y eso ha obligado a elevar al nivel máximo de protección la comunidad, con el objetivo de reducir el porcentaje de ocupación por covid en los hospitales y en la ucis, así como para «salvar todas as vidas que se poidan». La pandemia se ha llevado por delante 1.622 vidas hasta el momento. 

El presidente ha alertado de que «aínda quedan por pasar momentos moi duros», al mismo nivel de los peores de este último año. «Debemos aceptalo, afrontalo, recoñecelo e esforzarnos para superalo». Feijoo se ha dirigido a la población general para recordar que «non damos consellos por dalos», que este tipo de medidas se han demostrado eficaces y que si hubiese otra manera de contener la tercera ola, tomarían otro tipo de decisiones. También ha pedido «nin un ápice de condescendencia» para quien incumpla restricciones, porque eso tiene consecuencias, y muchas, en el ritmo de los contagios.

Si hay una diferencia en esta tercera ola con las dos anteriores es el proceso de vacunación, que da esperanza para que el futuro sea un poco más llevadero. Pero las vacunas son «por agora insuficientes para procurar unha inmunidade» al nivel que se necesita para frenar la expansión del virus y además, por el momento no hay constancia de una previsión de incremento de vacunas. «No dispoñemos nin de calendario central de vacinación, nin de garantías decando, en que número e con que intensidade» se distribuirán las dosis.

El 98 % de los  primeros colectivos prioritarios ya han recibido la inmunidad y sobre los errores en las listas (se ha vacunado a 17 personas en Pontevedra que no eran personal sanitario de primera línea),  el presidente ha solicitado que si se produce algún nuevo error en las listas de citas para la inmunización las personas que saben que no son un grupo prioritario lo notifiquen y renuncien a la dosis. 

El presidente de la Xunta ha lamentado que el Gobierno haya rechazado la opción de flexibilizar el toque de queda para adaptarlo a las circunstancias epidemiológicas de cada territorio. «É un clamor» de las comunidades de todo signo político y Feijoo ha avisado de que seguirán reclamando esta posibilidad. «Non é un capricho», pero mientras tanto, ha solicitado a los ciudadanos que apliquen en la medida de lo posible el autoconfinamiento y en especial al colectivo de personas mayores, el más vulnerable, al que ha recomendado quedarse todo lo posible en casa hasta que tengan una vacuna.

Así que los instrumentos disponibles para combatir esta ola son prácticamente los mismos que en las dos anteriores, aunque en esta ocasión la capacidad diagnóstica es mucho mayor, la letalidad menor y la tasa de personas que precisan hospitalización y una cama de críticos también se ha reducido con respecto a la primera ola, entre otras cuestiones porque se ha aprendido a tener un mejor manejo de los pacientes y porque la mayor capacidad de diagnóstico hace aflorar casos que al principio no se detectaban. Ahora, el 0,8 % de los enfermos precisan ingresar en la uci, cuando en abril esa cifra era del 3,2 %, por ejemplo.

La presión asistencial crece, pero de momento, los hospitales tienen niveles aceptables de ocupación y la estrategia seguirá siendo utilizar aquellos donde la situación es más holgada para aliviar a los que están sufriendo mayor número de ingresos. No se han movilizado recursos para hospitales de campaña, una cuestión que sí está contemplada en los planes de contingencia hospitalaria, aunque solo después de haber desplegado las cuatro fases anteriores. Esos hospitales se ubicarían en A Coruña y Santiago, como se planificó durante la primera ola, aunque al final no fue necesario utilizarlos. 

Galicia contiene los contagios, pero ya hay más pacientes hospitalizados que en el peor momento de la pandemia

993 enfermos con covid-19 están ingresados en planta y otros 161 en las unidades de críticos | Los nuevos contagios diarios se ralentizan aunque siguen por encima del millar

UXÍA RODRÍGUEZ

Todos los expertos y autoridades sabían que este momento iba a llegar más pronto que tarde y la primera barrera se ha roto este lunes, ya hay más pacientes con covid-19 ingresados en los hospitales gallegos que en el peor momento de la pandemia vivido en primavera. Según los últimos datos del Sergas, 993 personas se encuentran hospitalizadas, son 77 más en solo 24 horas. El pico anterior se había alcanzado el 6 de abril con 939 ingresados en planta. A todos ellos hay añadir los pacientes en la situación más grave y, en estos momentos, hay 161 en las unidades de críticos, once más que el domingo y muy cerca del pico de 178 que marcó el techo durante la primera ola. Si sumamos ambas cifras, planta y uci, hay un total de 1.154 enfermos con covid-19 que necesitan asistencia hospitalaria en Galicia, una cifra nunca vista a la que se llega el mismo día en el que el comité clínico se reúne para aprobar nuevas restricciones para frenar el avance de la tercera ola. 

El número de fallecidos diarios es otro de los más preocupantes. Desde que empezó el año ya se contabilizan más de 200 víctimas mortales. A última hora del domingo Sanidade notificó 14 muertes, tres fallecidos eran usuarios de residencias de mayores y uno del centro de discapacidad Pai Menni de Betanzos (A Coruña). En total, han perdido la vida 1.622 desde el inicio de la pandemia. 

En cambio, hay un dato que muestra signos de estabilización. Aunque los contagios diarios siguen por encima del millar y ya son trece días superando esa barrera, llevamos dos jornadas consecutivas de descenso. En el último día se han registrado 1.402 positivos -1.234 a través de PCR-, lo que muestra una bajada frente a los 1.528 del domingo y los 1.889 del sábado. La tasa de positividad también mejora y se sitúa en el 9,7 % y, aunque es el doble del límite marcado por la OMS para dar por controlada la pandemia, ha logrado situarse por debajo de la cifra del 10 %, que marca un nivel de riesgo alto. En las últimas 24 horas se han realizado más de 12.000 pruebas PCR en el conjunto de la comunidad. 

El número de casos activos roza ya los veinte mil, son 19.768 las infecciones que hay en Galicia. Por áreas sanitarias la peor parte se la sigue llevando A Coruña con 5.225 pacientes (168 más), eso sí, es la primera jornada con menos de 400 nuevos contagios diagnosticados tras cinco días de récord. Vigo acumula 3.542 casos (82 más) y Santiago, 118 (195 más). Ourense cuenta en su área con 2.761 infecciones (70 más), Lugo con 1.731 (65 más), Pontevedra con 1.818 (168 más) y Ferrol con 1.573 (29 más).

Más de 20.000 contagios en el área coruñesa desde el inicio de la pandemia

En las últimas horas se han superado también los 300 ingresos hospitalarios

A. G. CH.

Sanidade indica que este lunes, 25 de enero, el área sanitaria de A Coruña y Cee ha superado los 20.000 contagios desde el inicio de la pandemia. Un dato que deja 300 nuevos positivos en las últimas 24 horas. Pese a ser cifras terribles, es la primera jornada con menos de 400 nuevos casos diagnosticados tras cinco días de récord.

Una ligera bajada que también se puede deber a que se hicieron menos pruebas PCR: 2.065 (683 menos que el sábado). De estos test, se detectaron 251 positivos, lo que deja un índice de positividad del 12,15 %, dos puntos por encima del umbral que indica que existe un descontrol en la transmisión del virus.

La parte negativa es la que hace referencia a la presión hospitalaria. Este lunes hay 315 personas ingresadas (28 más que el día anterior) en los centros hospitalarios, 43 en la unidad de cuidados intensivos (cuatro más). De ellas, el Chuac atiende a 248 en planta y a 36 en uci, tres más que el domingo. El Virxe da Xunqueira, en Cee, sube a 11 pacientes ingresados. El Hospital Modelo, por su parte, trata a siete personas en planta y a tres en uci. El Quirón cuenta con seis pacientes en planta y cuatro en cuidados intensivos (uno más). En sus domicilios permanecen aislados y bajo vigilancia especial 4.910, 140 más que la jornada anterior.

Una tensión asistencial que no se alivia ni con las 124 altas concedidas en las últimas horas. Además, este domingo hubo que anotar el de la cifra diaria de fallecimientos, que no había vuelto a producirse desde el funesto abril del 2020. Ocho personas murieron en las últimas horas a causa del covid-19 en el área sanitaria. Cinco estaban ingresadas en el Chuac —una mujer de 86 años y cuatro varones de 67, 77, 79 y 83 años— y otras tres, todas ellas mujeres, eran usuarias de las residencias Pai Menni de Betanzos, Domus Vi de Carballo y Domus Vi de Vimianzo. Tenían 56 años (la tercera víctima menor de 60 años en tres días), 87 y 86, respectivamente. Con ellos son 27 los fallecimientos que se certificaron la pasada semana, 367 personas desde el inicio de la pandemia.