Los sanitarios tendrán que esperar para que la vacuna llegue a los mayores

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Sanitarias vacunándose en el hospital San Pau de Barcelona
Sanitarias vacunándose en el hospital San Pau de Barcelona David Zorrakino

Los profesionales del Sergas sacan seis dosis del 95 % de los viales de Pfizer

23 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El personal sanitario -así, sin matices- en España es el 3 % de la población, algo más de 1,5 millones de personas, con lo que, ante la falta de dosis, agravada por el recorte de Pfizer, el Ministerio de Sanidad se ha dado cuenta que si pretende vacunarlos a todos en esta primera fase otros grupos más vulnerables van a alargar todavía más la espera. De ahí que los expertos del Grupo de trabajo técnico de vacunación covid-19 publicasen ayer una nueva actualización de su estrategia, la segunda ya, en la que se modifican ligeramente los criterios. Antes que nada se insiste en que las comunidades tienen que acabar en las residencias, con el personal sanitario de primera línea -algo que está hecho en su gran mayoría, pero no completado del todo- y tanto los grandes dependientes que están en sus casas como los profesionales que trabajan con ellos.

Se va a vacunar, por tanto, a los sanitarios que aún falten en los hospitales y los centros de salud, aunque no sean de primera línea, y también a los dentistas y otros profesionales similares de riesgo. Pero el resto tendrán que esperar a la siguiente fase, al igual que los menores de 55 años que hayan pasado la enfermedad en los últimos seis meses.

Es decir, a partir previsiblemente de los primeros días del mes que viene se empezará con el siguiente grupo de riesgo, las personas mayores de 80 años, por lo que los sanitarios que no están en primera línea seguirán teniendo prioridad como trabajadores esenciales, pero no la máxima, la de la fase 1, que era la que hasta ahora les daba el plan.

Este cambio llega después de las escandalosas noticias a través de las cuales se ha conocido que muchos centenares -probablemente miles de vacunas- se le han administrado a cargos políticos relacionados con el sector, incluso consejeros de Sanidad, que en muchos casos alegaron que se consideraban a sí mismos personal sanitario indispensable.

La modificación también se produce en medio de los temores al recorte de producción de Pfizer y al cambio en la manera de contar las dosis disponibles en cada vial: seis en lugar de cinco. El Ministerio de Sanidad asegura que la disminución solo afectó a este pasado lunes y que la semana que viene llegará prácticamente el mismo producto que hasta ahora, casi 71.000 viales, que si se aprovechan bien dan unas 422.000 dosis y si solo se sacan cinco de cada frasco se quedarán en unas 351.000. De ahí la importancia de disponer de las jeringuillas del tamaño y la tecnología adecuadas, como dice el Colegio General de Enfermería, para medir las dosis con la máxima precisión y aprovechar todo el líquido del envase. Madrid y Andalucía, fundamentalmente, no hicieron el acopio necesario por lo que podrían estar desperdiciando hasta el 20 % de las vacunas, que además ahora se cobran como tal, porque los contratos con las farmacéuticas son por dosis.

En Galicia ese problema no existe, según informó el Sergas, que asegura que se cuenta con las reservas de las jeringuillas adecuadas y se está consiguiendo sacar las seis dosis de aproximadamente el 95 % de los frascos.

Entre tanto, la campaña de vacunación sigue avanzando y poniendo en evidencia el escaso suministro. Se han inoculado 1.165.825 de las 1.346.100 dosis recibidas (el 86,6 %) de las que 68.456 fueron ya segundas dosis.

Sánchez cree que el plan funciona, España es de los países que más vacuna y no necesita confinamiento 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó ayer que España es «el noveno país del mundo en el proceso de vacunación y el tercero de la Unión Europea en dosis administradas», por lo que considera que tanto la campaña de vacunas como el estado de alarma están funcionando y el país no necesita, o más bien no puede permitirse económicamente, un nuevo confinamiento.

Sánchez se reafirmó en su objetivo de lograr la inmunidad de grupo a finales de verano y que en el primer semestre haya «20 millones de personas vacunadas». Dijo que ya muy pronto va a haber más inmunizados que contagiados y que eso tiene que ser el motor de la recuperación económica.

La «diferencia trascendental» de esta tercera ola frente a las dos anteriores es que ahora España cuenta «con el arma definitiva contra el covid-19: la vacuna». «Estamos cumpliendo objetivos, hemos vacunado a todas las residencias y personal sanitario. Y ya están en marcha nuevos grupos, comenzando por los mayores de 80 años para seguir descendiendo en edades y protegiendo siempre a los más débiles hasta la vacunación masiva», añadió el presidente, que considera que España «sabe cómo doblegar la curva, con un plan aprobado por todas las comunidades y el Gobierno con indicadores y acciones comunes y tiempo suficiente para poder evaluar la eficacia de las medidas». Por lo que, aunque reconoció que «quedan por delante meses duros», también puso en valor la «gran experiencia acumulada» para hacerle frente al virus.