La meta de lograr la inmunidad de grupo en verano se complica cada vez más

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Vacunación contra el covid en una residencia de Alcalá de Henares
Vacunación contra el covid en una residencia de Alcalá de Henares Fernando Villar

AstraZeneca anuncia que no podrá cumplir con las vacunas previstas en febrero

24 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer mismo Pedro Sánchez, ante el Comité Federal del PSOE, mantuvo intacta su promesa: a finales de verano España alcanzará la ansiada inmunidad de grupo al haber vacunado al 70 % de la población, o sea casi 33 millones de personas. Es más, Sanidad insiste en no mover una coma de su calendario: entre mayo y junio entre 20 y 30 millones de ciudadanos ya deberían estar inmunizados, con lo que la situación epidemiológica debiera estar encarrilada.

Pero los planes del Gobierno cada hora que pasa parecen más en peligro. El último varapalo vino ayer con la confirmación de que AstraZeneca, la compañía que a partir de febrero se convertirá en el tercer proveedor de la UE, no podrá cumplir con sus cupos de entrega en las primeras semanas.

Pero antes incluso de este nuevo jarro de agua fría, lo cierto es que los números ya no salían. Aunque la vacunación comenzó oficialmente el 27 de diciembre, en realidad la campaña efectiva solo lleva en marcha tres semanas, justo el tiempo que se había dado Sanidad para evaluar el desarrollo del inicio de esta ingente empresa.

Llegaron 1.346.100 dosis, pero el suministro, a corto plazo, es incierto. «Lo de AstraZeneca de las últimas horas, en realidad es anecdótico en comparación con el roto de Pfizer», admiten sin medias tintas en Sanidad. Y es que el laboratorio estadounidense, que hasta ahora ha facilitado el 98,6 % de los 1.165.825 viales inoculados en España, ya ha reducido esta semana en un 41 % el suministro dentro de su plan para reestructurar la producción con vista a aumentarla con la llegada de la primavera. Así las cosas, en lugar de entregar 350.000 dosis a la semana hasta marzo, la farmacéutica envió esta semana 205.727. Pfizer ha asegurado que antes de que acabe el invierno habrá entregado los cerca de 5 millones de dosis comprometidas en principio, pero como ocurre ahora también con AstraZeneca, todos son promesas y no hay garantías de nada. Las últimas informaciones que Sanidad ha facilitado a las comunidades es que quizás a mediados de febrero el consorcio germano-estadounidense podría haber retomado el ritmo de envío inicial.

La UE tiene ya comprometida una reserva de 1.060 millones de dosis con las tres vacunas ya operativas y autorizadas o a punto de conseguir el permiso: 600 millones de Pfizer, 160 de Moderna y 300 millones de AstraZeneca. España, por lo tanto, tendría ya seguridad de poder contar con más de 106 millones de inyectables, suficientes para inmunizar a 53 millones de personas, seis millones más de la población del país.

El problema es que más allá de Pfizer, las otras siete compañías con las que la UE ha cerrado acuerdos o están en conversaciones o tienen poca o incierta producción por el momento o directamente no han comenzado todavía a fabricar su profilaxis. Este último es el caso de Janssen, Sanofi, Curevac, Novavax y Valneva.

Moderna y Oxford

En el caso de Moderna, la segunda marca que se ha comenzado a inocular en España, por ahora su distribución es casi testimonial. Desde que el pasado 12 de enero llegaran a España las primeras 35.700 vacunas, no se han enviado más, a pesar de que el laboratorio se ha comprometido á a España 599.500 dosis antes de finales de febrero, suficientes para inmunizar a casi 300.000 personas, ya que la fórmula es de doble inoculación como la Pfizer. Y la perspectiva de refuerzos a corto plazo es cada vez más incierta visto lo ocurrido ahora con AstraZeneca. El próximo 29 de enero, con toda probabilidad, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) concederá la autorización condicional para comercializar la vacuna que este laboratorio ha desarrollado con la Universidad de Oxford. El secretario general de Salud Digital, Alfredo González, afirmó que en 15 días podrían estar disponibles en España las primeras dosis de esta vacuna. González, antes de saber que AstraZeneca iba a recortar su producción, ya admitió que la remesa en las primeras semanas iba a ser muy limitada.

Con estas incertidumbres, nadie en Sanidad pone la mano en el fuego en poder cumplir los plazos. En las primeras 21 jornadas de campaña la media diaria de inoculaciones fue de 64.100. Sin embargo, para alcanzar la inmunidad citada en septiembre haría falta un ritmo diario de casi 250.000 pinchazos (incluyendo fines de semana y festivos), casi cuatro veces más que en la actualidad. En la jornada en que más inoculaciones se hicieron en España, el pasado lunes con 128.992, apenas se superó la mitad del objetivo del cuarto de millón de pinchazos. Y desde entonces el ritmo ha ido bajando.

Sin duda, los problemas de abastecimiento son los más graves, pero no los únicos. La campaña ya inició con un error de bulto: la práctica totalidad de la autonomías no había previsto vacunar durante los fines de semana y festivos.

A vueltas con las jeringuillas por una dosis más  

El pasado 8 de enero, la EMA aceptó las recomendaciones de Pfizer de que, dada la carencia de vacunas, de cada vial de 2,2 milímetros se obtuvieran seis dosis de 0,3 milímetros y no las cinco recomendadas en un principio. En esencia, esta maniobra supone ganar un 20% más de inoculaciones. Sin embargo, para llevar a cabo esta práctica es necesario contar con jeringuillas de alta precisión (llamadas de bajo volumen muerto), que son las permiten extraer de la ampolla la mayor cantidad de producto y, sobre todo, no desaprovechar prácticamente nada en la inoculación al no haber apenas espacio entre el émbolo y la aguja. En junio, Sanidad ya avisó a las consejerías que hicieran acopio de este tipo de jeringuillas, pero no todas lo hicieron. Al menos, Andalucía, Madrid y Cataluña desoyeron la recomendación y ahora, al no tener material suficiente, no están aprovechando al máximo esta técnica. En cualquier caso, denuncian fuentes sanitarias, ninguna comunidad durante los meses previos a comenzar la campaña dio formación específica a su personal para manejar sacar todo el provecho a este material de precisión.