Multa de 1.200 euros por ir de Carballo a Vimianzo a ejercer la prostitución saltándose las restricciones

Antonio Longueira Vidal
T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

SOCIEDAD

Ana Garcia

Ocurrió en la noche del domingo: se enfrenta a sendas sanciones administrativas de 600 euros, por quebrantar toque de queda y cierre perimetral

19 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Salió de Carballo la noche del domingo. Utilizó como medio de transporte el taxi y recorrió los casi cuarenta kilómetros que separan la capital de Bergantiños de Vimianzo. El vehículo se paró en el punto kilométrico 69 de la AC-552, en Ogas, justo en donde se ubican dos clubes de alterne. Carballo y Vimianzo son dos de los seis concellos de la Costa da Morte sujetos a severas restricciones sanitarias por la elevada incidencia provocada por el covid-19 en esta tercera ola de la pandemia.

Una patrulla de la Guardia Civil de Camariñas realizaba labores de vigilancia para tratar precisamente de controlar estos entornos y los de los pisos particulares en los que, supuestamente, se ejerce la prostitución en Vimianzo y en los que además, presuntamente, se quebrantan los cierres perimetrales y los toques de queda. En torno a la medianoche, los agentes observaron la presencia de un taxi, estacionado en la parte posterior de un club de alterne. Los uniformados esperaron una hora y media, momento en el que el vehículo arrancó y salió del aparcamiento en dirección a Carballo, instante en el que procedieron a darle el alto. El taxista explicó que venía de la capital de Bergantiños porque así se lo había encargado el cliente que viajaba en el asiento de atrás. Los guardias solicitaron a esta segunda persona que se identificara y que explicara los motivos por los que realizaba este desplazamiento. Este esgrimió que venía de efectuar un servicio.

Aunque los uniformados no lo denunciaron por ejercer la prostitución, sí que procedieron a la apertura de sendos boletines de denuncia por saltarse el cierre perimetral y quebrantamiento del toque de queda. Por estos dos hechos, se enfrenta a sendas sanciones administrativas, de 600 euros cada una.

El Concello de Vimianzo acaba de declarar la guerra a esta actividad en plena tercera ola de la pandemia. Precisamente Vimianzo, con 131 casos confirmados a fecha de ayer, es uno de los municipios gallegos más castigados por el covid-19 y lleva desde el 30 de octubre en cierre perimetral y su medio centenar de hosteleros, sujetos a severas limitaciones en la actividad.

La alcaldesa, la socialista Mónica Rodríguez, ha dicho basta y ha ordenado a la Policía Local, integrada en la actualidad por dos agentes, que colabore con la Guardia Civil en las labores de control y vigilancia en Vimianzo durante las noches de los fines de semana. La mayor parte de los denunciados, demandantes de estos servicios, son vecino de la Costa da Morte: de Camariñas y Cee.