Ampliar el toque de queda a las ocho de la tarde o más temprano, fácil si Madrid quiere

María Hermida
María Hermida REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Kiko Huesca

La mayoría de las comunidades, entre ellas Galicia, piden que el encierro nocturno se pueda fijar antes. ¿Qué tiene que pasar para que se pueda tomar esta medida? Sanidad y los juristas lo aclaran

20 ene 2021 . Actualizado a las 18:33 h.

Francia decidió hace unos días que el toque de queda en el país quedaba establecido a las seis de la tarde. Es decir, más allá de esa hora, no se puede salir a la calle. Es una decisión drástica que, como tantas otras, trata de poner coto a la tercera ola del coronavirus. ¿Esa situación puede darse ahora mismo en Galicia o en alguna otra comunidad autónoma española, donde la pandemia tampoco da tregua? No, actualmente no (o al menos eso es lo que aseguran el Gobierno y algunas comunidades).

¿Por qué? Según la tesis de Sanidad, para que las comunidades autónomas españolas puedan adelantar el encierro domiciliario nocturno más allá de las 22.00 horas (así es como lo tiene fijado ya Galicia), hay que modificar el actual decreto del estado de alarma, que es el que fijó esos horarios y el que permite introducir medidas que afectan a los derechos fundamentales más protegidos, como es el de la libertad de movimiento de las personas. Eso implica, a su vez, cambiar el decreto por el que se rige ese estado de alarma. Y esa es una competencia estatal, no autonómica. 

Cabe recordar que, en virtud de ese decreto y de ese estado de alarma, el Estado marcó en octubre un toque de queda obligatorio en toda España durante quince días que, como norma general, se aplicaba desde las 23.00 a las 6.00 horas. A partir de esa quincena inicial, las regiones, dependiendo de lo que consideren mejor para luchar contra la pandemia, pueden adelantar o atrasar un poco ese horario («flexibilizar, modular o suspender», dice la norma), que fue lo que hizo Galicia, e incluso, también pueden eliminar la prohibición de salir por las noches. Pero, según Sanidad, no pueden ser más restrictivas y establecer el toque de queda antes de las 22.00. Esa decisión se tomó en el otoño y, durante un tiempo, no representó un gran problema. Parecía que era suficiente ese margen horario, que no se necesitaba ampliar el confinamiento nocturno (todo al contrario, durante algunas de las fechas más señaladas de la Navidad se redujo ese toque de queda en algunas comunidades para disfrutar de la Nochebuena o el Fin de Año, algo que sí se puede hacer sin problema legal alguno).

Las cosas se complicaron tras la Navidad, con la tercera ola apretando cada vez más fuerte y las comunidades tratando de hacer malabarismos con la normativa para imponer medidas que permitiesen frenar los contagios. Castilla y León decidió actuar contundentemente. Así, de forma unilateral, acordó que en la región castellanoleonesa el toque de queda empieza a las 20.00 horas. Sanidad le advirtió de que esa medida no tenía amparo legal posible y parecía que el anuncio de la comunidad quedaría en papel mojado. Pero no. Aunque el Gobierno recurrió esa decisión de adelantar el cierre nocturno al Tribunal Supremo, que será el que decida si suspende la medida de forma cautelar o no, Castilla y León siguió adelante y, mientras la Justicia no se pronuncie, allí el encierro comienza a las 20.00 horas. De hecho, desde el primer día se hicieron severos controles policiales y hay numerosas imágenes que muestran ciudades como Valladolid o León totalmente desiertas poco después de la ocho, una hora en la que en la antigua normalidad todavía había bullicio comercial y, por supuesto, ambiente en las zonas de vinos. 

Tras la pataleta con Castilla-León, al Gobierno le empezaron a llegar reclamaciones de más comunidades autónomas. Si bien ninguna otra tomó decisiones por su cuenta, hasta doce comunidades se mostraron partidarias de que el Gobierno acceda a modificar el decreto que modifica el estado de alarma para que se pueda ampliar el toque de queda. Ayer ya habían solicitado ese cambio normativo, de una otra manera y con mayor o menor contundencia,  las regiones de Baleares, Castilla y León, Andalucía, Canarias, Valencia, Castilla-La Mancha, País Vasco, Cantabria, Murcia, Cataluña, Melilla y, por supuesto, Galicia

En el caso gallego, el presidente, Alberto Núñez Feijoo, no se anduvo con paños calientes: pidió «vía libre» al Gobierno para ampliar las horas de encierro domiciliario nocturno. Feijoo considera razonable fijar el toque de queda a las 20.00 horas (lo que a su vez obligaría al comercio a cambiar sus horarios de cierre) o incluso que se pueda aplicar a las 19.00 o las 18.00 horas en el caso de los ayuntamientos que presenten una peor evolución con respecto al covid-19. El conselleiro de Sanidade, Julio Comesaña, sin precisar horarios, habló en una línea similar a la de Feijoo. Señaló, en su comparecencia tras el comité clínico, que en principio la petición de adelantar el estado de alarma sería para toda Galicia, pero con la posibilidad de hacerlo más amplio en aquellos municipios con mayor incidencia de la pandemia. En todo caso, tanto Comesaña como Feijoo insistieron en que la llave está en Madrid, ya que, si el Gobierno no decide cambiar el decreto del estado de alarma, la comunidad no puede actuar en cuanto al toque de queda. 

Precisamente, hoy será un día clave para saber si Madrid acepta o no cambiar la normativa que regula el estado de alarma, tal y como le piden las comunidades. No en vano, se celebra un consejo interterritorial de Salud, donde están representadas las comunidades y el Gobierno, y en este foro se debatirá el asunto. Tanto el ministro de Sanidad como titulares de otras carteras del Ejecutivo de Pedro Sánchez aludieron a la necesidad de que haya una «decisión consensuada» en ese consejo sobre cambiar el estado de alarma. Aunque, eso sí, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, no disimuló su postura. Y dejó claro que él no es partidario de ampliar el toque de queda porque considera que el actual estado de alarma le da a las comunidades las herramientas suficientes para hacer frente a la tercera ola. Además, cree que es preciso concederle un margen de tiempo a las restricciones ya tomadas a lo largo y ancho de España para ver si funcionan o no. De todas formas, Illa se comprometió a acudir a la interterritorial de hoy con actitud de escucha hacia las autoridades autonómicas. 

Así, el Ministerio de Sanidad insistía ayer una y otra vez en la misma idea al preguntarle por la posibilidad de cambiar el decreto del estado de alarma para que, tal y como la mayoría de las comunidades piden, se pueda adelantar el toque de queda y que haya encierro domiciliario desde horas tempranas, como está pasando en Francia —donde la reclusión nocturna empieza a las 18.0 horas—. Hay que esperar a la interterritorial de hoy, remarcaba este departamento, pasando un poco la pelota a las comunidades autónomas (que legalmente no la tienen). Dando por buena esa teima de Sanidad y si, tal y como muchas dan a entender, las comunidades se ponen de acuerdo para cambiar el estado de alarma, ¿qué papel le queda por delante al Estado? Fuentes del Ministerio de Sanidad señalaron ayer que, para hacer un cambio de esa envergadura, que afecta a derechos fundamentales, además de validarlo el Consejo de Ministros, tiene que aprobarlo el Congreso de los Diputados. Esto último estaría en bandeja teniendo en cuenta que ese cambio lo piden comunidades de todos los signos políticos. Pero los juristas consultados no creen que ese paso sea imprescindible.

Vayamos por partes. Tal y como explica Roberto Blanco Valdés, catedrático de Derecho Constitucional, el primer paso que debe dar el Gobierno si quiere modificar la normativa que regula el estado de alarma es reunir al Consejo de Ministros y elaborar un real decreto para cambiar el actual. Hasta ahí, coincide con Sanidad. Pero Blanco Valdés no cree que sea necesario que el Congreso de los Diputados tenga después que aprobarlo. ¿Por qué? «Suena lógico que sea el Congreso el que lo apruebe, puesto que es una modificación importante que además se puede extender durante varios meses. Sin embargo, en el decreto por el que se rige el actual estado de alarma, hay una disposición adicional muy clara, que indica que el Gobierno puede hacer las modificaciones del mismo que considere oportunas y que solo tiene que dar cuenta de ellas al Congreso, es decir, que no tendría que aprobarlo la Cámara Baja, sino solo ser informada de ello».

«No más de una semana»

De todas formas, Blanco Valdés tiene claro que, sometiéndolo o no aprobación por parte del Congreso, el Gobierno puede cambiar las reglas del estado de alarma rápidamente. «No me parece que tenga que tardar más de una semana, lo lleve o no a la aprobación al Congreso. A partir de ahí faltaría que saliese en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y quedaría aprobado». Luego, matiza:. «Otra cosa es que haya voluntad de hacerlo o no».

Luis Míguez, catedrático de Derecho Administrativo, cree también si el Gobierno cambia el decreto del estado de alarma lo llevará al Congreso para su aprobación. Pero sostiene que, si el Ejecutivo de Pedro Sánchez así lo quisiese, también podría hacer otra interpretación de las normas: «Creo que la modificación del decreto del estado de alarma no está lo suficientemente clara, y como es una medida inédita, presenta algunas dudas. Quizás también el Consejo de Ministros podría hacer un nuevo decreto, aprobarlo y que entre en vigor y luego, dentro de quince días, si quiere prorrogarlo, llevarlo para su aprobación en el Congreso. Así ganaría tiempo», opina Luis Míguez.