En «7-10 días» se recibirá la primera partida para repartir «de forma equitativa» entre las comunidades
07 ene 2021 . Actualizado a las 13:39 h.El ministro de Sanidad, Salvador Illa, compareció este jueves en la Delegación del Gobierno en Barcelona para anunciar que en un plazo de «7-10 días» empezarán a llegar para distribuirse «de forma equitativa entre las comunidades autónomas» los primeros viales de la vacuna de Moderna, que acaba de ser aprobada por la Agencia Europea del Medicamento. Serán «unas 600.000 dosis en seis semanas» según dijo el ministro, que también adelantó que ya han sido informados los coordinadores técnicos de las comunidades autónomas.
Las vacunas de Moderna, que tienen unos requisitos de conservación algo menos exigentes que las de Pfizer, se recibirán todas en un único almacén central del Ministerio de Sanidad y a partir de ahí se distribuirán entre las autonomías.
Illa también reiteró que su convencimiento de que «la sanidad pública tiene los recursos suficientes» para sacar adelante la campaña de vacunación sin la necesidad de recurrir a terceros y, de hecho, así lo han demostrado ya algunas comunidades que están desarrollando un plan efectivo diseñado durante meses, mientras que otras lo están poniendo en marcha. Pero volvió a insistir en que en los próximos días se alcanzará la velocidad de crucero y que ni los procedimientos ni los plazos previstos se alteran. La estrategia de grupos poblacionales es la misma y se mantiene la previsión de que en verano estén inmunizados el 70 % de los españoles.
En referencia a la residencia de mayores de Madrid, donde la propia empresa que la gestiona admitió que se había vacunado a gente que no le correspondía, incluidos familiares de los trabajadores, el ministro se limitó a decir que en este proceso «la solidaridad consiste en que hagamos lo que nos dicen los expertos» y que el propio registro creado «permite detectar este tipo de casos».
«Vienen semanas complicadas»
Al margen de las vacunas, Illa reconoció que en el Gobierno existe «muchísima preocupación» por la velocidad de crecimiento que tiene la epidemia del coronavirus en España en estos momentos. Dijo que «vienen semanas complicadas» por lo que «hay que volver a tener la guardia muy alta». De ahí que aplaudiese las medidas restrictivas adoptadas ya por algunas comunidades autónomas aunque volvió a descartar un nuevo confinamiento duro a nivel estatal. Concretamente, incidió que no contempla por ahora un confinamiento domiciliario en Castilla y León, como plantea solicitar esta comunidad, al considerar que las medidas restrictivas que están al alcance de los gobiernos autonómicos son de momento suficientes. Ha recordado además que el confinamiento domiciliario no es una medida incluida en el decreto del estado de alarma vigente hasta mayo y sí otras como las restricciones a la movilidad o el toque de queda nocturno. Con estas medidas, ha dicho el ministro, se logró «doblegar» la segunda ola del virus.