España entra en la ola postnavideña con una potencia de vacunación testimonial

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Quique Garcia

Los contagios diarios marcan su máximo histórico y la incidencia se desboca

06 ene 2021 . Actualizado a las 09:59 h.

Faltan aún dos semanas para que los primeros vacunados contra el covid-19 en España puedan recibir la segunda dosis y otra más para que generen inmunidad. Además son solo unos poco miles de personas. Habrá que esperar al menos todo febrero para tener protegidas siquiera las residencias de mayores y, entre tanto, los sistemas sanitarios y el país en su conjunto van a tener que hacer frente a una tercera ola que avanza con ímpetu postnavideño y va camino de que la cuesta de enero tenga un significado más médico que económico.

Sin acabar aún de depurar los atrasos de los festivos y solo con los primeros efectos de Nochebuena-Navidad -falta Fin de Año y aún no hemos pasado Reyes-, los contagios diagnosticados en 24 horas ya marcaron ayer su máximo de toda la epidemia, con 10.877 casos.

Aunque este dato es muy volátil y los epidemiólogo tienden a no tomarlo demasiado en cuenta, ni siquiera en los peores días de marzo (9.182 el día 23), ni en la escalada de positivos de octubre (9.723 el día 30) se llegó a cifras similares que, además, vienen reforzadas por otros indicadores más concluyentes. La incidencia acumulada se sitúa al borde los 300 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Está en 296 con una subida nada menos que de 24 puntos en una sola jornada. Y el número total de positivos se ha incrementado en otros 23.700, casi 10.000 más que el martes pasado, hasta sumar un total de 1.982.544. O lo que es lo mismo, faltan horas, un par de días a lo sumo, para que el país supere la barrera de los dos millones de contagios.

Extremadura, la Comunidad Valenciana o Baleares presentan algunas de las cifras más preocupantes, pero son Madrid y Cataluña las que, por su volumen, tiran al alza de todos los indicadores. De esos 10.877 positivos, 3.577 se han registrado en Madrid (el 32,8 % del total) y 3.029 en Cataluña (27,8 %), con lo que ambas comunidades concentran el 60,7 % de los contagios diagnosticados en 24 horas.

La positividad de las pruebas diagnósticas tampoco augura nada bueno en los próximos días. Cada vez se aleja más de ese 5 % que establece la OMS para dar la epidemia por controlada. Está en el 12,84 % y ha subido casi tres puntos en un solo día. Únicamente la presión hospitalaria parece mantenerse de momento estable, aunque ya están ocupadas por pacientes covid casi una de cada cuatro camas de cuidados intensivos, el 23,13 % para ser exactos.

Ante este panorama, lo que cabría es asumir la campaña de vacunación «como una operación humanitaria o como una operación de guerra», tal como volvió a repetir ayer el exasesor de la OMS, Daniel López-Acuña. Pero lejos de eso la capacidad desplegable y el potencial disponible en España se parece bastante más a una escaramuza que a una batalla de la magnitud a la que obliga el virus.

Para llegar a los objetivos que se ha marcado el Gobierno de aquí a finales del verano los sistemas sanitarios de las comunidades deberían administrar unos dos millones de dosis a la semana. Y, para empezar, el país únicamente recibe de momento 350.000 a la semana de una sola farmacéutica. Pero ni siquiera esos viales disponibles se están inoculando con la celeridad que cabría esperar para lograr el objetivo número uno de esta primera fase, que es proteger las residencias de mayores, epicentro de los casos graves y la mortalidad en España y en prácticamente toda Europa.

Según los datos de las comunidades recopilados por el Ministerio de Sanidad -que no son del todo comparables porque algunos corresponde a ayer y otros, como los de Galicia, al lunes-, se empieza a notar un cambio porque se inyectaron cerca de 60.000 dosis en un día. Van administradas, por tanto, 139.339, el 18,7 % de las 743.925 recibidas, aunque 360.000 de ellas llegaron este lunes. Sin embargo, mientras Asturias ha dispensado el 54,5 % de las dosis recibidas y Galicia y Castilla y León, el 32 %; Cantabria está en el 5,1, Madrid en el 5,4 y Extremadura en el 8,3.

Galicia administra el 65 % de la primera partida recibida y Asturias el 100 % 

El Servizo Galego de Saúde administró hasta este lunes 12.000 de las 18.500 dosis de la vacuna de Pfizer recibidas en la primera partida, a las que hay que sumar las otras 4.715 que estaba previsto inocular ayer. Por tanto, tal como destaca el Sergas el uso de esos viales que estaban disponibles supone el 65 % del total y han tenido como destino 152 centros sociosanitarios.

El resto del producto, hasta las 37.555 dosis no pudo empezar a aplicarse hasta ayer por la necesidad de adecuar su temperatura pero la campaña de inmunización avanza sin incidentes en la comunidad que prevé acabar de inyectar las primeras dosis (este preparado de Pfizer requiere dos) «a mediados deste mes de xaneiro».

Para evitar que un hipotético desabastecimiento impida administrarle a los usuarios la dosis de refuerzo el Sergas ha decidido reservar una tercera parte de los viales recibidos.

Asturias, por contra, ha optado por aplicar cada semana todo el producto que le llega, como explicó ayer su presidente, Adrián Barbón, con lo que ha gastado ya el 100 % de las 12.020 que le llegaron en el primer envío.

El Ejército se ofrece, pero las comunidades siguen sin pedir ayuda y solo Madrid recurre al sector privado 

M. Sáiz-Pardo

A pesar de que los retrasos persisten en alguna comunidades, los más de 700 enfermeros y los 200 médicos del Cuerpo Militar de Sanidad seguirán en sus cuarteles en plena campaña de vacunación, al menos por el momento. Y es que ninguna de las 17 comunidades ni las dos ciudades autónomas han pedido hasta el momento la ayuda de los especialistas sanitarios de las Fuerzas Armadas.

Ayer mismo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, insistió en la disponibilidad del más de millar de profesionales médicos del Ejército para colaborar en esta campaña siempre que sean requeridos por las «autoridades sanitarias». En cualquier caso, la propia Robles recordó que la intervención de los militares en la campaña de vacunación debe ser solicitada por las comunidades. Sin ninguna petición de los Gobiernos regionales hasta ahora, las fuerzas armadas se limitaron la semana pasada al traslado de las primeras dosis a las islas Canarias y Baleares y a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Ni ayuda del Ejército ni, por el momento, ayuda del sector privado. La inmensa mayoría de las autonomías creen suficientes sus sistemas sanitarios públicos para cumplir con el programa de vacunación fijado por Sanidad a pesar de los importantes retrasos de la primera semana. A día de hoy, solo el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha recurrido a la ayuda del sector privado con la contratación por 804.098 euros de la Cruz Roja para aumentar los equipos de vacunación.

El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), entidad constituida por la mayoría de las empresas sanitarias privadas, también mostró ayer su disponibilidad a colaborar en la inmunización.