Los hosteleros de A Coruña y Santiago, hartos de ser chivos expiatorios

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

La mera posibilidad de volver a cerrar esta semana les enerva: «Que nos indemnicen, no somos los culpables»

08 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya lo habían advertido hace un mes. Fueron muy explícitos. Los hosteleros no querían pagar los platos rotos de los excesos navideños. El presidente de la patronal provincial de Pontevedra, César Sánchez Ballesteros: «En enero no puede ser que nos clausuren otra vez si los brotes se generan en el ámbito familiar». A la deriva sanitaria se une la crisis económica y el incumplimiento de las promesas de ayudas anunciadas desde todas las Administraciones.

Los primeros en afrontar la posibilidad de un cierre derivado del empeoramiento de la pandemia son los empresarios del sector en A Coruña y Santiago, áreas que el comité clínico puso bajo vigilancia en su última reunión. El viernes podrían decretarse las restricciones, bien totales, bien parciales, con hora de cierre a media tarde.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, recuerda que llevan advirtiendo de esta situación «desde el primer momento». «Era lo previsto que durante las Navidades se permitiese todo... y ahora la solución es cerrar la hostelería. No es la medida adecuada. Ante la posibilidad de que se cumpla eso, ni me parece justo, ni me parece la mejor de las opciones», avanza.

«Creo que lo que se debería haber hecho es no haber permitido todo lo que se permitió durante las Navidades. Y ahora, pues como siempre, la hostelería es la que paga las consecuencias», abunda.

«Esperemos que vengan ayudas ya. Porque la hostelería no puede pagar el mal comportamiento o la falta de sensibilidad de determinados sectores de la población. Lo justo es que entre todos paguemos unas ayudas a la hostelería», apunta, antes de argumentar: «Nosotros volveremos a sacrificarnos y a cerrar nuestras empresas y no tendremos para comer ni para pagar el colegio de nuestros hijos. Necesitamos ayudas en tiempo y forma, que tendrán que ser publicadas al mismo tiempo que los cierres. Es lo mínimo que tendremos que pedir».

Ayudas no ingresadas

Desde la directiva de Hostalaría Compostela, Lois Lopes, considera que «pechar ás seis da tarde é un peche encuberto». «Reclamamos indemnizacións», apunta directamente. «Para poder manter as empresas e os postos de traballo», argumenta.

«O repunte dos contaxios entendemos que se debe a unha mobilidade específica polas festas que non é responsabilidade da hostalaría. Non houbo festas nin ceas de empresa», analiza.

«As facturacións sufriron unha diminución de entre o 60 e o 70 % respecto de decembro do ano 2019. E as axudas non se ingresaron nun 80 % dos casos. Os cartos non chegan ás contas das empresas», denuncia. 

Carlos BRIÓN (BENBOA, a coruña - SANTIAGO)

«Un restaurante non se pode abrir e pechar de repente, é unha sangría»

Propietario de restaurantes en A Coruña, Santiago y Corrubedo, Carlos Brión analiza: «Un restaurante non se pode pechar e abrir de repente, pola mercancía perecedera e o seu tratamento. As mermas son brutais». «Vexo que as normas se cumpren nos restaurantes, pero tamén vexo masificación nas rúas comerciais e nas tendas. E o que se pecha son os negocios de hostalaría», reflexiona. «Non xogamos a ser científicos. O comité clínico é o que sabe. Pero se pechan totalmente, esíxense axudas para cubrir gastos. Pechando parcialmente, no te consideran pechado e non hai esas axudas. É unha sangría», señala. «A nosa forza se dilúe. Será porque estamos dispersos...», concluye.

Sandra Alonso

antón lago, titi (a gramola, SANTIAGO)

«La pandemia solo existe para algunos; se ríen de nosotros»

«Si lo que se plantean es cerrar a media tarde, es una estupidez. No vale de nada. Y, económicamente, es un desastre. Si la gente consume, es al salir del trabajo y antes de irse a casa. ¿Y la alternativa? ¿Cierre total? No tiene ni pies ni cabeza», relata Antón Lago, dueño de A Gramola. «Ya está bien de vaivenes, es insoportable. Tienen que tomarse más en serio la vacunación y dejar de disparar siempre hacia el mismo lado. La pandemia solo existe para algunos. Todo es palabrería y las ayudas no llegan. Los trámites burocráticos y el funcionariado es un cachondeo, indignante. Se ríen de nosotros. Se aprovechan por el covid. Y cobran igual», se queja. «Y que vigilen como deben. Estos días hasta había fiestas en los pisos en las que cobraban entrada. Y lo sabe todo el mundo. ¿Cómo pueden permitir eso?», se pregunta.