El covid-19 paraliza la campaña antártica española

SOCIEDAD

Marcial Guillén

El buque Hespérides permanece en el puerto de Las Palmas tras detectarse diez positivos a bordo

05 ene 2021 . Actualizado a las 17:40 h.

Preparar una campaña antártica en condiciones normales ya representa un auténtico desafío. Hay que movilizar centeneras de personas y toneladas de material hasta el lugar más inhóspito y aislado de la Tierra. Este año, la pandemia ha dificultado y encarecido cada trámite hasta el punto de que muchos países han decidido cancelarla. Pero España no podía permitirse ese lujo. «El objetivo principal era abrir las bases (Juan Carlos I y Gabriel de Castilla) porque no están preparadas para estar dos invernadas sin funcionamiento. Si cancelamos corremos el riesgo de que en la campaña 2021-2022 no enciendan los generadores. Además, hay que tener en cuenta la continuidad de los datos científicos. España tiene la serie histórica más larga de toda la Antártida en lo referente a la sismicidad y al permafrost», apunta Antonio Quesada, Secretario Técnico del Comité Polar Español.

En marzo la gestión de toda la logística se puso en marcha asumiendo todos los escenarios posibles y realizando cambios sustanciales respecto a otros años. Se decidió eliminar la opción de que los científicos pudiesen tomar un avión desde Punta Arenas (Chile) hasta la isla Rey Jorge, en las Shetland. «No nos fiábamos de que los otros pasajeros estuviesen en condiciones. Desde el principio optamos por diseñar una campaña burbuja española, sin interactuar con nadie en ningún momento», destaca Quesada.

Sin poder contar con el transporte aéreo se decidió reforzar el marítimo. Dos buques oceanográficos, el Sarmiento de Gamboa y el Hespérides, se encargarían de todo. «Antes de subir al avión comercial a Chile todo el mundo ha tenido que realizar una cuarentena y presentar su PCR negativo. Una vez en Punta Arenas estarán quince días aislados en un hotel sin poder salir de la habitación. Después deberán someterse a otra PCR y aquellos que den negativo se trasladarán en un transporte esterilizado hasta el puerto chileno», explica.

El pasado 17 de diciembre el BO Sarmiento de Gamboa partió desde el puerto de Vigo. El BIO Hespérides lo hizo el día 30 desde Cartagena. Todo iba bien hasta ayer. Se han detectado diez casos positivos en la tripulación del Hespérides cuando se encontraba navegando al sur de las Islas Canarias. Ahora mismo el buque permanece atracado en el puerto de Las Palmas a la espera de conocer la gravedad del brote. «Primero se detectaron dos casos, pero cuando se realizaron los test rápidos aparecieron ocho más. Estamos hablando de 10 positivos en una tripulación de 58. Son demasiados. Al menos, no hay diagnósticos graves. Lo más lógico es pensar que alguien no ha hecho la cuarentena como debería», reconoce Quesada.

Los contagios en el Hespérides han paralizado la campaña momentáneamente. En los próximos días, el personal a bordo tendrá que someterse a nuevas pruebas y casi con seguridad pasar otra cuarentena en el puerto canario. «Ya íbamos con el calendario muy apretado pero este contratiempo va a suponer un retraso muy importante. Cada día perdido pone en riesgo los proyectos científicos. Y hay que tener en cuenta, además, que las diez personas que abandonaron el barco tienen que ser sustituidas por otras diez que deben pasar una cuarenta. Estamos ante una situación muy delicada. Ahora mismo puede pasar de todo y no se puede descartar incluso que haya que suspender la campaña. Esperemos que no y estamos trabajando para poder seguir adelante», subraya.

En estos momentos el futuro de 180 personas repartidas entre el Atlántico y la Patagonia chilena depende de lo que suceda finalmente con la tripulación del Hespérides. Muchos de ellos llevan toda la vida esperando la oportunidad de poder viajar a la Antártida.