Inglaterra inicia hoy seis semanas de confinamiento duro como el de marzo

Juan Francisco Alonso CORRESPONSAL EN LONDRES

SOCIEDAD

PHIL NOBLE | reuters

Boris Johnson anuncia que solo se podrá salir a comprar productos de primera necesidad, a trabajar si no es posible hacerlo desde casa o por necesidades médicas. El país alcanzó este lunes un nuevo máximo de contagios diarios con 58.784 positivos

05 ene 2021 . Actualizado a las 08:58 h.

La propagación «alarmante y frustrante» de la nueva cepa británica del covid-19 ha obligado al primer ministro Boris Johnson a imponer, a partir del martes, un tercer confinamiento nacional sobre Inglaterra, que será tan estricto como el primero de la primavera pasada y durará, al menos, seis semanas.

El anuncio lo hizo el líder tory en la noche del lunes, el mismo día en que se conoció que el país registró un nuevo récord diario de contagios (58.784), dato que consideró como la prueba más evidente de que «necesitamos hacer más para contener esta nueva variante», según sus palabras. Así el mandatario anunció el cierre de las escuelas primarias, secundarias y las universidades, que a partir de hoy impartirán clases nuevamente por Internet; mientras que llamó a sus compatriotas a «quedarse en casa» y solo salir, una vez por día, para hacer compras de alimentos y de medicinas, para ir al médico, para trabajar, sino pueden hacerlo a distancia; para hacer ejercicio o para escapar de abuso doméstico.

«Mientras hablo con ustedes, nuestros hospitales están bajo la mayor presión desde que estalló la pandemia del covid-19», aseveró Johnson, quien advirtió que, si su Gobierno no actuaba, «en 21 días el sistema de salud podría colapsar». Los datos le daban la razón, porque solo ayer 2.434 personas fueron admitidas en los distintos centros de salud, con lo cual el total de internados por culpa del coronavirus ya era de 23.823 y 1.847 estaban conectados a un ventilador.

Pese a que resaltó que hasta ahora el Reino Unido ha vacunado más personas que todos los países europeos en conjunto (900.000) y a que vaticinó que para febrero todos los ancianos de más de 80 años, el personal sanitario y de residencias ya podría estar inmunizado, Johnson admitió que «las semanas que vienen serán las más difíciles»; y, por ello, pidió a sus compatriotas seguir las nuevas restricciones, que someterá a votación al Parlamento para que se conviertan en ley. «Si todos hacemos nuestra parte y seguimos las reglas para mediados de febrero podríamos estar saliendo del confinamiento», dijo.

El premier aprovechó su breve alocución para adelantarse a las críticas, pues el domingo había instado a los padres a enviar a sus hijos a clases y había desestimado las peticiones que sindicatos y la oposición le hicieron para cerrarlas de una vez. «¿Por qué lo hicimos? Porque hicimos todo lo posible por mantener las escuelas abiertas», replicó e insistió en que eran seguras.

Las reacciones a la decisión gubernamental no se hicieron esperar. Así, el líder de los liberales demócratas, Ed Davey, acusó a Johnson de «ignorar a los expertos y tomar medidas tardíamente», pero además de hacerlo «sin un plan», en especial para las escuelas.

Por su parte, desde el laborismo, aunque anunciaron su respaldo a las medidas, también se escucharon críticas. Por ejemplo, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, instó al Gobierno a extender el uso de las mascarillas faciales a todos los lugares públicos y a reforzar el control fronterizo.