Vacunarse será voluntario, pero Sanidad registrará al que se niegue

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

SOCIEDAD

22 dic 2020 . Actualizado a las 07:38 h.

En España, protegerse del coronavirus vía inyección no será obligatorio, pero todos aquellos que se nieguen a ponerse la vacuna serán anotados en un registro con el objetivo de que el Ministerio de Sanidad pueda conocer las posibles razones de reticencia en diferentes grupos de población. Así se recoge en una actualización de la Estrategia de vacunación frente al covid-19 en España, publicada ayer por el departamento de Salvador Illa, un documento sujeto a posibles actualizaciones según vayan conociéndose nuevas informaciones sobre las vacunas.

«Registrar el rechazo a la vacunación puede ser de interés sobre todo para ayudarnos a analizar las causas y poder insistir en las campañas informativas y de divulgación que sean necesarias para explicar el beneficio de estos medicamentos», explicó ayer la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, que quiso recordar a aquellos que se niegan a pincharse las bondades de la vacunación. «Es importante recordar dos aspectos: uno, que ninguno somos inmunes; dos, que el concepto de vacunación es un gesto solidario». Por ello, instó a los ciudadanos a pensar en su papel como eslabón dentro de una cadena de contagio. «Debemos detener la transmisión», reclamó.

El número de españoles dispuestos a vacunarse inmediatamente ha aumentado al 40,5?%, según los resultados del barómetro de diciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), frente al 32,5 % que se mostraban dispuestos en la encuesta de noviembre.

Los que ya lo pasaron

Una de las principales novedades que incluye la actualización del plan de Sanidad es que las personas que hayan pasado la enfermedad también tienen que ponerse las inyecciones. Aunque ha quedado demostrado que la gran mayoría producen anticuerpos neutralizantes y que se estimula la inducción de respuesta de las células T, todavía hay dudas por resolver: de momento, se dispone de «poca información» sobre algunos aspectos concretos, como la posibilidad de volver a contagiarse y las características clínicas de estas reinfecciones, la respuesta inmunitaria de memoria, el riesgo de transmisión tras haber estado enfermo o la duración de la inmunidad. Aunque el número de casos con reinfección documentada es muy bajo, no está claro en qué porcentaje están protegidos los que padecieron la infección ni tampoco por cuánto tiempo. Dado el «alto grado de incertidumbre» sobre esto y la vulnerabilidad de las personas internas en residencias, se recomienda la administración del antídoto a todos los usuarios de centros de mayores, incluyendo grandes dependientes institucionalizados, y del personal que trabaja en ellos, independientemente de que hayan pasado la enfermedad o no.

En el caso de que alguna de estas personas haya tenido covid muy recientemente y se encuentre en aislamiento, se le administrará la inyección en cuanto finalice este período y reciba el alta epidemiológica. En aquellos que estén en cuarentena por ser contacto estrecho de un caso se pospondrá la vacunación hasta su finalización.