Liga Reumatolóxica Galega llevó a cabo un programa para paliar los afectos adversos del covid-19 en los menores de 16 años
10 dic 2020 . Actualizado a las 10:38 h.Hasta el mes de marzo la Liga Reumatolóxica Galega llevaba a cabo su actividad con normalidad. Sin embargo, la irrupción del coronavirus y la decisión del gobierno de decretar el estado de alarma puso a la organización a prueba. «Fue un shock para todos los pacientes, sobre todo por las incógnitas que tenían los tratamientos de terapia psicológica, los de terapia ocupacional y todas las relaciones con el entorno familiar y el niño», explica Jose León, gerente de la entidad.
«Nos pusimos las pilas rápidamente», dice. En ese movimiento ha tenido una importancia fundamental la ayuda financiera externa. Al respecto, la Fundación “la Caixa”, a través de CaixaBank, ha realizado una aportación de 10.000 euros para que amortiguar la situación sobrevenida. Se materializó en el programa Reumas+ creado para dar respuesta «a todas las necesidades nuevas que planteaba la nueva situación».
El colapso administrativo fue una de las primeras consecuencias. «Nosotros orientamos toda esa falta de información, hablando directamente con la administración para darle soluciones al paciente», señala León. El programa pone el foco en la artritis idiopática juvenil, considerada una enfermedad rara y la más prevalente en la infancia (1 de cada 1000 niños menores de 16 años). Desde la asociación explican que, además de las cuestiones físicas, existe el riesgo de comentarios adversos o discriminación que promueven el malestar psicológico, aislamiento o absentismo lo que puede derivar en fracaso escolar
Es por ese motivo que, pese a la gravedad de la situación generada con el covid-19, la Liga Reumatolóxica Galega diera el paso para reforzar esta asistencia. En el desarrollo se encontraron con problemas. Indican que los niños con enfermedades reumáticas a pesar de su patología deben tener una actividad física y social deseable. Las horas destinadas a los quehaceres escolares y el número de horas con falta de movilidad dentro de casa, no mejoraron su equilibrio emocional. Al respecto, se detectaron estados de nostalgia, hiperactividad, desajustes emocionales, irascibilidad. Se contrarrestaron con terapia psicológica familiar y con el apoyo del departamento de terapia ocupacional, realizando diversas actividades.