Científicos alemanes, que analizaron las autopsias de fallecidos con coronavirus, sostienen que el virus viaja desde la nariz al cerebro, lo que podría explicar la afección al sistema nervioso central

María Hermida
María Hermida (Rodeiro, 1981). Licenciada en Publicidade e Relacións Públicas. Máster en medios de comunicación de La Voz. Traballou nas delegacións de Deza, Arousa, Ferrol, Barbanza e, actualmente, en Pontevedra

No hay duda de que la enfermedad que provoca el covid-19 es, por definición, respiratoria. «Afecta, sobre todo, al sistema respiratorio», repite siempre que tiene ocasión Adolfo Baloira, neumólogo del CHOP y uno de los mejores médicos de España según Forbes. Pero, desde el inicio de la pandemia, muchas personas que se infectaron empezaron a presentar también síntomas neurológicos, como dolores musculares de raíz nerviosa, pérdidas de memoria o conciencia, encefalitis, ictus, mareos y, sobre todo, pérdida del olfato y del gusto. De hecho, buena parte de los infectados, sobre todo los enfermos leves, no suelen sospechar que algo raro les pasa hasta que dejan de oler: «Tiña como un catarro así parvo pero cheirei unha carteira de coiro arxentina, desas que a pel ten un cheiro moi, moi forte e non me cheiraba a nada. Iso fíxome sospeitar que podía non ser catarro, senón covid», señala un compostelano que acaba de superar la enfermedad y que, como un porcentaje significativo de los infectados, padeció anosmia. 

Se describieron tantos síntomas neurológicos en estos diez meses de pandemia que se hicieron ya numerosos estudios sobre ello. De hecho, la Sociedad Española de Neurología dio a conocer recientemente que más del el 57 % de pacientes hospitalizados por covid-19 padecía algún problema neurológico. En todos estos documentos, se evidenciaba que el coronavirus, desafortunadamente, penetra y afecta al sistema nervioso central. Pero faltaba un dato. ¿Cómo llega el coronavirus al cerebro de una persona infectada? Un grupo de investigadores alemanes acaba de llegar a una conclusión nueva. Sostiene que el virus se cuela desde la nariz hasta el cerebro (algo que no sería novedoso, ya que ocurre con otras enfermedades como la gripe). Concretamente, estos investigadores consideran que el virus viaja desde desde la mucosa olfativa hasta la región cerebral. Y ahí, en esa trayectoria que seguiría, podría estar una explicación bastante inquietante a algunas afectaciones neurológicas, entre ellas la falta de gusto y olfato. 

¿Quién y cómo se hizo este estudio? La investigación la llevó a cabo un grupo de investigadores alemanes, pertenecientes al departamento de neuropatología de Charité Universitätsmedizin, el Hospital Universitario de Berlín, uno de los mayores centros sanitarios universitarios de Europa, y lo encabezó su director y también profesor, Frank Heppner. Lo que hicieron fue estudiar las autopsias de 33 pacientes fallecidos tras ser diagnosticados de coronavirus. Concretamente, se trataba de 22 hombres y 11 mujeres cuya media de edad rondaba los 70 años y en los que el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas del covid y el fallecimiento variaba desde los 4 hasta los 79 días. 

Analizaron los tejidos de esa treintena de fallecidos por el covid. En su autopsia, encontraron rastros del virus desde la mucosa olfativa hasta la región cerebral. Utilizaron imágenes para ver el ARN del covid en el acto y encontraron evidencia de que el virus viaja a lo largo de los nervios desde las células que recubren la garganta y los senos nasales hasta el cerebro. Es decir, que el coronavirus lograría utilizar la mucosa olfativa como puerta de entrada al cerebro. No en vano, los científicos encontraron cantidades significativas de ARN (ácido ribonucleico) y proteínas del SARS-CoV-2 en la mucosa olfativa. Y es precisamente en esta membrana, situada al final de las fosas nasales, donde se alojan las células nerviosas que permiten al cerebro traducir los olores que entran por la nariz. 

El estudio, que se publicó recientemente en la revista Nature Neuroscience indica que, posiblemente, una vez que está en la mucosa olfativa, el virus usa conexiones como el nervio olfativo para llegar hasta el cerebro, provocando de paso esa anosmia. De todas formas, los autores del estudio advierten de que esta es una posibilidad, pero tampoco descartan que el coronavirus llegue al sistema nervioso central a través de los vasos sanguíneos. O tampoco queda desacreditada la teoría de que las afectaciones neurológicas vienen dadas por una excesiva reacción del sistema inmune de algunas personas que sufren coronavirus.

En todo caso, lo que vuelve a evidenciarse con este estudio es que, más allá de ser una enfermedad respiratoria, el coronavirus tiene también una vertiente neurológica, cada vez más destacable, de la que todavía queda mucho por investigar dada la juventud de la dolencia. 

Dos cepas que llegan al sistema nervioso central

El informe elaborado por los investigadores alemanes pone también de relieve que hay siete tipos de coronavirus que infectan naturalmente a los humanos y de estos se ha demostrado que al menos dos cepas endémicas ingresan y persisten en el sistema nervioso central.