Toñi Moreno y las dificultades de ser madre a los 46: «Me levanto doblada como una alcayata»
SOCIEDAD
La presentadora acaba de publicar un libro en el cuenta su experiencia para lograr quedarse embarazada y cómo vivió la gestación
01 dic 2020 . Actualizado a las 08:55 h.La presentadora Toñi Moreno narra en un libro su dificultoso camino hasta lograr ser madre de la pequeña Lola, de diez meses, y los desafíos a los que se enfrenta día a día tras cumplir 47 años. «Yo me levanto todos los días doblada como una alcayata porque la tía pesó al nacer cuatro kilos y medio y me ha reventado las lumbares. Me está costando mucho superar el posparto», asegura en una entrevista de promoción en Colpisa. Es cierto que reconoce que se abrió mucho en canal en esas páginas, porque lo escribió en pleno confinamiento y durante el posparto, que yo no tengo experiencia en ese tema, pero dice mi amiga Laura que «te da la vuelta a la vida». «Estaba con las hormonas alteradas. Pero al final es mi experiencia y estoy siendo honesta y sincera con lo que he vivido», confiesa.
Moreno, que se sometió a un proceso de fertilidad y tuvo dos abortos, uno de ellos mientras presentaba en directo un programa de televisión, recomienda a las mujeres que quieran ser madres que intenten serlo más jóvenes que ella. «A las que deseen ser madres a mi edad les recomiendo mucho ejercicio físico si no quieren pasarlo tan mal como yo», les recomienda a las que ya estén en el proceso. Y además habla de su vida privada dejando claro que es eso, privada, pero dando un dato sorprendente: «Yo no he elegido ser madre soltera porque quiera serlo, han sido las circunstancias. Pero ahora mismo -sentencia-, lo de encontrar el amor romántico ni me lo planteo».
¡Feliz cumpleaños!
Concha Velasco sopla las velas sobre el escenario. Una de las grandes damas de la interpretación cumplió en los últimos 81 años. Eso sí, sobre las tablas del teatro Reina Victoria de Madrid con la obra La habitación de María. Y confesaba que no sabía si iba a celebrarlo en casa junto a su familia. «Si mi nieto Samuel no tiene deberes, seguro que sí», explicaba.