Sanidad se abre a permitir comidas y cenas de 10 personas en Navidad

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su comparecencia de este martes en el Senado
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante su comparecencia de este martes en el Senado J. Hellín / Europa Press

El ministro Salvador Illa propondrá que se permitan los viajes entre provincias pero solo para encuentros familiares

01 dic 2020 . Actualizado a las 22:35 h.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades han acercado en las últimas horas sus posiciones, con vistas a pactar una estrategia común para la próxima Navidad. La última propuesta del departamento que dirige Salvador Illa es que se permitan durante las próximas vacaciones los viajes entre diferentes municipios, provincias e incluso autonomías, siempre que estos desplazamientos sean exclusivamente para reencuentros familiares. Quedarían, por tanto, excluidos expresamente del plan que defenderá este martes el Gobierno en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud los desplazamientos turísticos, de ocio o para ver a los allegados y amigos.

Sanidad, que la pasada semana abogaba por prohibir de manera tajante cualquier viaje en Navidades que no tuviera un motivo justificado, también ha cedido en las últimas horas en el otro punto que había levantado ampollas: la limitación a seis de las reuniones familiares. Illa y su equipo se han abierto a ampliar este número hasta 10 personas en cenas y comidas, tal y como han defendido la gran mayoría de las autonomías durante la última semana. Queda por perfilar si en ese número entrarían los menores y si se establecerá un máximo de unidades convivientes en ese cupo.

Sanidad, que el miércoles de la pasada semana tuvo que abandonar el Consejo Interterritorial ante la negativa de la inmensa mayoría de las comunidades a avalar su primigenio y estricto plan, ha rebajado sus exigencias al ver que incluso las autonomías que en un principio se mostraron más duras, como País Vasco o Castilla y León, ahora han cambiado a posturas más flexibles.

La bajada de la transmisión del virus en todos los territorios durante la última quincena ha impulsado a los Gobiernos autonómicos a abogar por unas Navidades con menos restricciones de las que se auguraban hace tan solo dos semanas. Sin embargo, los expertos de Sanidad temen que unas vacaciones como las que ahora se perfilan, si no hay contención, puedan desencadenar una tercera ola «demasiado cercana» a una segunda andanada de la covid-19 que todavía no se ha dado oficialmente por vencida.

De hecho, las tablas del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) apuntan a que España ha alcanzado el pico de esta segunda embestida del virus solo a lo largo de la segunda quincena de noviembre, y ello tras pasar un mes de desaceleración y altibajos.

Con este panorama «todavía inestable» y «muy alejado de los parámetros de seguridad», en el ministerio temen que una Navidad sin restricciones desencadene en enero una nueva oleada que se «solape» con los coletazos de la actual, sobre todo en los hospitales donde la presión todavía sigue siendo muy alta.

En el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) asusta una Navidad que llega tras un mes de noviembre con el máximo de contagios de toda la serie histórica (465.000 casos), y con más de 9.000 fallecidos (el segundo mes más letal desde que comenzó la pandemia).

La preocupación de los especialistas de Sanidad es que las estadísticas demuestran que para aplanar esta segunda ola sin confinamientos totales han hecho falta tres meses. Además, la cumbre infectiva ha durado 25 días: desde el viernes 30 de octubre que España alcanzó su máximo diario de infectados con 25.595 nuevos casos, hasta el martes 24 de noviembre cuando el país batió su récord de fallecidos de esta segunda ola con 537 víctimas mortales en tan solo 24 horas.

Un desgaste que aún durará Los especialistas temen el «solapamiento» entre olas, ya que la vuelta a la 'normalidad' del sistema sanitario tras el desgaste de todo un trimestre se va a alargar durante semanas, puesto que hollar la cima infectiva ha sido esta vez un proceso mucho más lento que en la primera ocasión. Hasta el 9 de noviembre, dos semanas después del máximo de infectados, la incidencia acumulada (el número de casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días) no tocó su techo.

Ese mismo día llegó a lo más alto el porcentaje de ocupación de camas por enfermos de covid con un 17,28% del total, pero la reducción de las ocupaciones de puestos de UCI no llegó hasta una semana después. Fue el 16 de noviembre, con casi la tercera parte de los cuidados intensivos (el 32,8% exactamente) dedicados a enfermos con coronavirus.

Ese 16 de noviembre, cuando las UCI marcaron su máximo, es considerado por la mayoría de expertos como el punto de inflexión. Pero lo cierto es que la cima se ha extendido mucho más allá. Aunque el récord de pacientes ingresados se alcanzó el 11 de noviembre con 21.051 personas, el techo de los fallecidos no se produjo hasta la pasada semana. Fue cuando el martes 24 se registraron 537 víctimas mortales en tan solo 24 horas. Con la cercanía temporal de estos techos de la segunda ola, en el CCAES siguen insistiendo en que las restricciones deberían ser mayores esta Navidad.