Federico Martinón: «Los riesgos que asumimos al tomar una aspirina son cien mil veces superiores al peor efecto secundario de una vacuna»

SOCIEDAD

UXÍA RODRÍGUEZ

El miembro del Comité Asesor de Vacunas de la OMS recomendaría hacer test rápidos a toda la población y advierte del peligro de las Navidades: «No hay ningún número o pauta que pueda controlar esto, excepto pasar las fiestas solo con convivientes»

03 dic 2020 . Actualizado a las 17:29 h.

Federico Martinón, investigador, jefe de servicio de pediatría del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Organización Mundial de la Salud, habla desde el Instituto de Investigación de Santiago (IDIS) de la importancia de explicar a toda la población los beneficios y los riesgos de ponerse la futura vacuna contra el covid-19. Además, el pediatra analiza el papel de los niños en la pandemia y los riesgos que traerá consigo la celebración de estas fiestas navideñas.

- ¿Vacunará usted a sus hijos en cuanto haya vacuna y les corresponda por su grupo de edad?

Sin duda, por supuesto que sí. Es más, algunos de los ensayos que hacen falta para que las vacunas se puedan utilizar en niños los haremos aquí en Santiago de Compostela, en esta misma unidad de ensayos clínicos. Hay que esperar a que estén aprobadas porque lo que se planificó desde la OMS es primero probarlas en esos grupos prioritarios y después se empezará con los ensayos en adolescentes y después en niños. En estos últimos no arrancará, tampoco en embarazadas, hasta que se haya terminado todo el desarrollo clínico y tengamos datos de seguridad y de eficacia vacunal en los adultos. Yo creo que los primeros ensayos de ese tipo comenzarán en primavera del año que viene. 

- ¿Es normal que la gente tenga miedo?

Por supuesto y no me extraña. La infodemia y la infoxicación que estamos sufriendo es un problema importante en el devenir de toda la pandemia. Estamos retransmitiendo el desarrollo de las vacunas en directo y no necesariamente la gente tiene que estar preparada para entender cada uno de esos pasos. Todo lo que está pasando en el desarrollo de las vacunas es normal, pero la gente puede malinterpretarlo y asustarse.

- ¿Qué cree que, en resumen, deberíamos saber todos los ciudadanos ahora mismo sobre la situación actual de las vacunas contra el covid-19?

Lo que debe saber todo el mundo en relación a esta o cualquier otra vacuna es que ninguna va a utilizarse en una persona fuera de la investigación si no cumple todos los requisitos científico-técnicos que marcan las agencias reguladoras. No lo marcan los políticos, no lo marcan los laboratorios, no lo marcan ni siquiera los investigadores. Hay unos requisitos que ya existían antes de la covid y que se exigen a todas las vacunas y, si no se cumplen, no van a tener el permiso para que se puedan utilizar en toda la población. Además, esos requisitos son los más estrictos que se exigen para ninguna medicación.

- Pfizer y Moderna ya han pedido la autorización. El Gobierno ha anunciado que tiene previsto comenzar con el plan de vacunación en enero.

Tengo que decir que me da igual lo que diga el Gobierno y cualquiera porque van a ser las agencias las que digan primero si hay vacuna o no. Esto es ciencia. Aunque todo pinta bien, serán las agencias reguladoras las que lo digan.

- Vacunas en tiempo récord. ¿Cómo es posible que en menos de un año vayamos a tener una vacuna cuando este proceso, normalmente, tarda años o décadas en lograrse?

Hay un factor primordial, la coordinación de todos los agentes necesarios para que una vacuna se produzca. Hay el interés global de todo el mundo. Gente que no corría está corriendo ahora, hay muchos aspectos burocráticos que han pasado de meses a horas. También está la inversión. El coste del desarrollo de una vacuna está entre el medio billón y el billón y medio de euros y eso es lo que se ha puesto sobre la mesa de muchos de los candidatos vacunales. Hay muchas cosas que han diferenciado el desarrollo de estas vacunas contra la covid. Nadie da las invitaciones de la boda si todavía no tiene pareja, pues es lo que está pasando. Aquí se están simultaneando pasos, al mismo tiempo que Pfizer o Moderna estaban en las primeras fases, ya estaban fabricando la vacuna, aún a riesgo de que al final tuvieran que tirarlo todo a la basura. Esperemos que eso no ocurra, pero aún a día de hoy no lo saben. Eso lo que va a permitir es que, el mismo día que tengan la aprobación, tengan ya millones de dosis listas. 

- ¿Cree que podía llegar a pasar, que alguna farmacéutica tenga que tirar millones de dosis de una vacuna?

Esperemos que no, pero es una posibilidad. Si no, ya sabríamos seguro que todas las vacunas funcionan. De momento, esos dos candidatos han presentado unos resultados que pintan bien. Unas eficacias excelentes por encima del 90 %. Cuando desde la OMS se estableció un 50 % para aceptar la vacuna como buena. 

«Lo único que ha superado al número de casos en esta pandemia, es el numero de expertos en SARS-CoV-2, todo el mundo lo sabe todo del virus»

- Si todo va sobre lo previsto,dentro de tan solo un mes, los primeros españoles recibirán la primera dosis de la vacuna. ¿Cuál cree que son los mayores retos en ese plan de vacunación?

Dentro de los retos, independientemente de los grupos que ya estableció la OMS, ninguna medida de salud pública triunfa si no va acompañada de un plan claro de comunicación y educación. Lo único que ha superado al número de casos en esta pandemia, es el numero de expertos en SARS-CoV-2, todo el mundo lo sabe todo del virus. Las vacunas solo funcionan si se utilizan. Vivimos en un país en el que la mayoría de la gente acepta la vacunación, tenemos un muy buen terreno para empezar, ahora bien, la gente se merece una buena explicación.

- ¿Qué beneficios y qué riesgos asume una persona que se ponga la vacuna?

Todavía no lo sabemos porque todavía no tenemos ninguna vacuna, pero no espero ningún riesgo diferente al de cualquiera de las vacunas que ya tenemos. Más allá de las molestias locales en el punto de inyección o síntomas generales como febrícula o malestar. En general, cualquier vacuna aprobada no tiene problemas de seguridad importantes. Eso no quiere decir que tengan riesgo cero porque no hay ningún procedimiento en medicina que tenga riesgo cero. Pero, insisto, el riesgo que una vacuna tiene para la población general es prácticamente nulo en comparación con cualquier acción de nuestro día a día o de cualquier otro fármaco. Los riesgos que asumimos al tomar una aspirina o un paracetamol son mil veces o cien mil veces superiores al peor efecto secundario de una vacuna, pero simplemente no lo analizamos tan detalladamente. Una aspirina en uno de cada mil casos va a provocar una hemorragia gastrointestinal y en una vacuna pasará en uno de cada millón.

- ¿Y qué pasa con la eficacia?

Tiene un doble posible beneficio, primero está la protección del individuo frente a la infección. Luego está el proteger a los demás, ayudar desde el punto de vista colectivo para cortar la transmisión de la infección. Hay vacunas que protegen solo de la enfermedad, como la de la gripe. No evita que tengas gripe, pero sí que mueras como consecuencia de ella. Y hay vacunas, como la de la varicela, que impiden que tengas esa infección y, por tanto, dejas de transmitir. Eso solo lo sabremos cuando se empiecen a poner a gran escala.

- ¿Debería ser obligatoria la vacunación?

 Es un debate que existe desde siempre. En nuestro país no es obligatoria, pero la propia ley contempla que en situaciones de emergencia de salud pública como es esta podría serlo. Es decir, legalmente las autoridades podrían decir desde mañana mismo que es obligatoria. Personalmente, creo que la obligatoriedad no ayudaría porque puede general el efecto inverso. La población podría pensar que se esconde algo. Ahora, si la cosa se desmadra, la gente no se vacuna, se podría plantear, pero sería la última opción.

 - Se habla mucho de la vacuna que llegará primero, pero el caso es que en el 2021 no tendremos una sola vacuna contra el covid a nuestro alcance. Mucha gente se pregunta si llegará un momento en el que se pueda elegir la vacuna.

Yo, Federico Martinón, me pondré la primera vacuna que tenga accesible y que pueda ponerme. Después, cuando haya varias, esto nos permitirá abastecer al mercado global y también iremos viendo si alguna vacuna tiene beneficios concretos en algún grupo de edad, por ejemplo.

 - ¿Cuándo conseguiremos esa ansiada inmunidad de grupo?

Esa pregunta es imposible de contestar. Hay demasiadas variables. Lo único claro es que a mayor cobertura vacunal, mayores probabilidades de que llegue ese impacto deseado de interrumpir la transmisión en la comunidad. Pero hay que tener claro que para que eso llegue, deberemos seguir con otras medidas al mismo tiempo: la mascarilla, la distancia y la utilización de test rápidos. A eso hay que añadir el comportamiento del virus. A medida que adquiramos esa inmunidad, el virus pasará, probablemente, a ser más estacional y enfocarse solo en los niños como otros coronavirus. Recuperar la normalidad, llegará, pero no va a ser inmediato. 

 «Los niños por debajo de los 10-12 años tienen un menor papel en la cadena de transmisión»

 - El papel de los niños en la pandemia y en la cadena de contagio sigue siendo uno de los temas fundamentales. ¿Qué sabemos por ahora de ese papel de los niños?

Es un tema muy interesante porque yo creo que la clave de este virus está en los niños y lo estamos investigando en Santiago desde el día uno de la pandemia. Lo que está claro es que el niño tiene un papel diferente que en otras infecciones y, desde luego, un papel diferente al del adulto. Es evidente que la enfermedad es menos grave que en otras edades de la vida. Ya llevamos dos olas y vemos que los niños no suelen tener enfermedad clínica y cuando la tienen es leve y transitoria. En cuanto a la infección, ahora mismo creo que se infectan exactamente igual, pero se defienden mejor. Después está la transmisión, al principio se pensó que los niños eran los grandes transmisores y por eso se cerraron colegios y escuelas infantiles, pero ahora vemos que los niños transmiten peor que los adultos. No quiere decir que no puedan contagiar, pero normalmente es al revés.  

- La Xunta propone que los niños no cuenten como los adultos en estas fiestas navideñas. ¿Lo ve lógico?

Me parece que los niños por debajo de los 10-12 años tienen un menor papel en la cadena de transmisión. Ahora bien, no hay números mágicos. Si nos restringimos a números es más importante contar las distintas unidades de convivencia, que el número total de personas porque hay que tener en cuenta la dispersión posterior. Personalmente creo que más importante que pasar las Navidades juntos, es que todos podamos pasarlas aunque sea separados. Las vacunas están a la vuelta de la esquina, así que merece la pena hacer ese esfuerzo adicional. Volveremos a tener un repunte de casos si la gente no cumple las normas, si nos desatamos en el contexto de estas fiestas.

«Yo haría test rápidos a toda la población y los haría de forma sistemática»

- Si le pidiera que nos diera las recomendaciones que cree que deberíamos seguir estas fiestas ¿Cuáles serían?

Si estuviese en mi mano y tuviera recursos, yo haría test rápidos a toda la población y los haría de forma sistemática, varias veces seguidas para cortar la transmisión de la infección. Los test rápidos antigénicos detectan a las personas que infectan. Dentro de poco los tendremos, al igual que los test de embarazo, y los podremos aplicar en casa antes de salir. Eso es un futuro a medio plazo. Necesitamos pruebas que nos permitan tomar decisiones de manera más rápida. Eso debe ir acompañado de un compromiso individual, si en la primera ola el comportamiento fue ejemplar, en esta segunda ola vemos la relajación de las personas que creen que pueden batir al coronavirus y hacerlo mejor de lo que se nos dice.

- Además de los test, ¿alguna otra recomendación concreta?

No hay ningún número o pauta que pueda controlar esto, excepto que estas Navidades cada uno las pase con su unidad familiar. Todo lo demás va a suponer adquirir riesgos y también debe suponer asumir consecuencias. Lo que hay que tener claro es que sin vacunas, estamos igual que hace seis meses. Si yo digo que habría que limitar las reuniones a solo convivientes, eso sería una medida impopular que se vería muy negativamente. Y, encima, aunque se hiciese, luego la gente buscaría por todos los medios saltarse esa norma. Hay que informar y educar. Ni seis ni siete personas, ni dos ni tres unidades de convivientes. Es asumir una serie de riesgos. En todo caso, deberíamos seguir estrictamente las condiciones finales de las autoridades.