Una aldea de Ourol con 20 vecinos y sin pizca de cobertura de telefonía móvil

Lucía Rey
lucía rey OUROL / LA VOZ

SOCIEDAD

PEPA LOSADA

La falta de servicio complica la asistencia sanitaria a los residentes en Caxoto

26 nov 2020 . Actualizado a las 22:23 h.

Sin pizca de cobertura de telefonía móvil se encuentran a estas alturas del 2020 los alrededor de veinte vecinos de Caxoto, una aldea del municipio mariñano de Ourol situada a escasos 15 kilómetros de Viveiro. «Pero estamos a cero, esquecidos no cu do mundo, falando mal e axiña», se lamenta Alier, de 69 años. Él y su mujer, al igual que otros vecinos, han perdido varias citas médicas en el Hospital Público da Mariña, en Burela, por no disponer del servicio. «Chaman, pero como non temos cobertura, sáltalles que o teléfono está apagado e a nós éntranos a mensaxe da chamada perdida cando chegamos a un sitio no que si a hai», explica.

Paco, de 60 años; Ovidio, de 85; José, de 52; o Fidel, de 56, confirman que la falta de servicio complica la asistencia sanitaria, especialmente de los mayores, y más en tiempos del covid-19 en los que casi todo necesita cita previa. «Chámante do hospital e non hai forma de que te podan localizar. Ademais, hai moita xente que non ten coche ou non conduce, e que para ir ao médico ten que chamar un taxi, pero o móbil non ten cobertura e os fixos por aí se van porque non funcionan case nunca», denuncian.

Y es que a esta aldea ourolense ubicada en el corazón forestal de A Mariña, perteneciente a la parroquia de San Pedro de Miñotos, la telefonía llegó tarde mal y arrastro. Es cierto que casi todos los vecinos disponen de fijo a través de satélite, pero la conexión es muy deficiente y las facturas son «abusivas», cuentan.

Los camiones rompen el cable

El único habitante de Caxoto que tiene «teléfono de fíos» es Luciano, de 62 años, en cuya casa se emplazaba antaño el único teléfono público de la zona. «Pero cada pouco tempo está avariado porque moitas veces os camións que pasan cargados de madeira rompen o cable e os da compañía tardan unha semana en vir amañalo», indica el hombre, que explica que sus padres, al igual que otros vecinos, son dependientes y no son capaces de gestionar por sí solos citas telefónicas, etcétera.

Con todos estos mimbres, disponer de Internet les suena a utopía. «Como vai vir xente nova para aquí se non podes ter nin un ordenador», reflexionan unos hombres que deben desplazarse 1,5 kilómetros, hasta As Lobeiras, para que en sus teléfonos móviles empiecen a aparecer las rayitas que marcan la cobertura. «Levamos polo menos dez anos reclamando por este tema, pero o único que fan é darnos largas, dicirnos: ‘Xa veremos’, ‘Hai que poñer unha torreta e custa 72.000 euros’...», expone Luciano.

El Concello de Ourol solicitó en su día la adhesión a un convenio de colaboración entre la Axencia Galega para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), adscrita a la Presidencia de la Xunta, y la Federación Galega de Municipios para la puesta en marcha de «actuacións encamiñadas a mellorar a cobertura de comunicacións móbiles no rural de Galicia». Según relata el alcalde, José Luis Pajón, en ese momento se solicitó cobertura para O Combarro y Os Pazos (Miñotos); y A Rega, O Carrusco y Lombo (O Sixto), donde no existe cobertura de ningún operador. Ya en febrero, el Concello cedió parcelas para ubicar las torretas y la instalación eléctrica, pero la pandemia paralizó todo. «E a situación é desesperante», claman los vecinos.