O Carballiño sale de las restricciones duras, a las que se incorporan Vilalba y A Laracha

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

CARMELA QUEIJEIRO

A Rúa y Ribeira quedan sometidos a vigilancia especial. Las medidas entran en vigor esta medianoche

21 nov 2020 . Actualizado a las 18:12 h.

Ya lo había avanzado el conselleiro de Sanidade el miércoles y hoy el subocomité de brotes lo ha confirmado: los buenos datos epidemiológicos de O Carballiño permiten que el municipio, que ha dado nombre al modelo duro de restricciones con el que la Xunta quiere frenar la expansión del covid-19 en la comunidad, recupere cierta normalidad y pase al nivel 2 de restricciones desde esta medianoche.

O Carballiño es el primer concello que sale de las restricciones duras, una situación a la que podrán ir incorporándose «paseniñamente» otros municipios si se cumplen las medidas decretadas. El objetivo es que el 4 de diciembre Galicia se encuentre en una situación epidemiológica semejante a la anterior a la segunda ola y así salvar la campaña de Navidad.

O Carballiño sale, pero se incorporan a la lista de municipios con restricciones duras otros dos concellos: A Laracha, que en un primer momento quedó fuera del cierre perimetral de la comarca de Bergantiños, pasará a formar parte de esa almendra y tener las mismas restricciones que el resto de concellos de la comarca desde esta medianoche.

Además, los datos epidemiológicos del concello de Vilalba, que llevaba varios días sometido a una vigilancia especial, han llevado al subcomité de brotes a incrementar el nivel de restricciones, con lo que serán 69 los ayuntamientos sometidos a limitaciones especiales desde mañana. El modelo duro incluye tanto la restricción de la movilidad como la prohibición de reuniones de personas no convivientes y el cierre de la hostelería.

Hay además otros dos concellos que serán vigilados de cerca por el comité clínico que sigue la evolución de la epidemia en Galicia. Se trata de A Rúa y Ribeira. El concello ourensano ya lleva varios días bajo la lupa del comité y la evolución de los últimos días, con un crecimiento de casos tras celebrarse fiestas, hace que continúe bajo esta vigilancia especial.

Lo mismo ocurre con Ribeira, que la semana pasada inició un cribado entre la población de 40 a 50 años «ante o incremento de casos e a imposibilidade de seguir a cadea epidemiolóxica en moitos deles» para detectar positivos.