Galicia avanza en la humanización para tratar a 1.200 prematuros al año

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

La Fundación Mª José Jove impulsa una campaña de apoyo a las familias

17 nov 2020 . Actualizado a las 09:24 h.

La historia del pequeño Hugo, un prematuro nacido el pasado abril a las 23 semanas y 6 días de gestación en el Hospital Teresa Herrera de A Coruña, recorre desde ayer las redes de la mano de la Fundación María José Jove, que ha querido conmemorar el día de los más pequeños entre los pequeños llamando la atención sobre la prematuridad en tiempos de pandemia y la importancia, ahora más que nunca, de potenciar la empatía con las familias que se enfrentan al desafío de la vida anticipada.

En Galicia, son alrededor de 1.200 los hogares que cada año se encuentran en esta situación, 200 de ellos con un bebé nacido antes de las 32 semanas de embarazo a los que se denomina grandes prematuros, y medio centenar con los llamados niños de prematuridad extrema, que vienen al mundo antes de la semana 28.

«Las tasas en Galicia son similares a las del resto de Europa y en general están estables, aunque, sin hablar todavía de una tendencia, parece que se están incrementando los grandes prematuros», valora Alejando Ávila, neonatólogo del servicio de pediatría del hospital coruñés, donde atienden una media anual de 200 de estos pequeños. «Probablemente son múltiples las causas y está en relación con el aumento de la edad materna, de las técnicas de fecundación y del estrés de las madres», explica el especialista.

Para la atención a estos niños llegados mucho antes de tiempo, abogan los profesionales por concentrar la asistencia en «centros con experiencia, en unidades específicas, superespecializadas y bien dotadas», dada la dificultad de ingresos muy prolongados y de alta complejidad para lograr la supervivencia de niños cuya inmadurez extrema puede derivar en importantes secuelas y trastornos del desarrollo.

Tecnología

Contar con recursos tecnológicos, hoy fundamentales para la recuperación de estos bebés, y profesionales médicos y de enfermería cualificados y entrenados en la asistencia al prematuro «es clave, pero también lo es incidir en la humanización de la asistencia», recalca Ávila. «Las unidades han de abrirse a los padres, a las familias», insiste, algo en lo que «Galicia está bastante avanzada, es una tendencia en la neonatología, hacemos esfuerzos para ello y creo que somos una referencia», valora.

Con esta filosofía, el servicio coruñés pone el acento en el «papel esencial de la enfermería en la humanización» y también «en la sensibilidad de entidades como la Fundación María José Jove, que siempre nos apoya».

Con la institución que preside Felipa Jove, «hemos hecho exposiciones, vídeos, campañas y hemos editado hasta un diccionario de los términos asociados a la prematuridad», enumera Ávila. La última de estas colaboraciones permite visualizar desde ayer las vivencias en torno al nacimiento de un prematuro extremo, llegado en pleno pico de la pandemia del covid con 600 gramos de peso y menos de 24 semanas de embarazo.

La campaña se enmarca en el convenio marco que, desde el 2007, mantiene la Fundación Jove con la Fundación Novoa Santos del Chuac, dirigida a impulsar medidas que mejoren la calidad de los servicios y la asistencia, y a minimizar el impacto que la hospitalización provoca en los niños y, por tanto, en toda su familia. En este contexto, financia además el Hogar de Corazones para padres de toda Galicia que han de desplazarse a la ciudad para que sus hijos sean operados, el programa de rehabilitación cardíaca o la terapia asistida con animales en el materno-infantil de A Coruña.

A la conmemoración del Día del Prematuro se sumó ayer también el servicio de neonatología del área sanitaria de Santiago y Barbanza con la presentación del libro Palabras que confortan, una publicación dirigida a los familiares de los recién nacidos que ingresan en la uci.