El primer ministro británico, Boris Johnson, aislado por el covid

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

TOBY MELVILLE

Participó en una reunión de 35 minutos con un diputado que dio positivo y debe cumplir el protocolo. El confinamiento llega en un mal momento para el «premier», que debe reconstruir su círculo de poder tras despedir a su asesor estrella, Dominic Cummings

16 nov 2020 . Actualizado a las 09:55 h.

El primer ministro británico, Boris Johnson, que estuvo a punto de morir por coronavirus durante la primera ola de la epidemia, se encuentra ahora de nuevo en aislamiento domiciliario, según informan algunos de los principales medios del país como The Independent o Daily Mail.

Jonhson participó el jueves en una reunión de aproximadamente 35 minutos con varios parlamentarios conservadores, entre ellos Lee Anderson que posteriormente dio positivo en una prueba de covid-19. De ahí que el líder del Gobierno británico tenga ahora que someterse a una cuarentena. 

Aunque según su portavoz, el primer ministro no tiene síntomas y seguirá trabajando desde su residencia oficial de Downing Street, va a cumplir con los protocolos que marcan los servicios sanitarios, que en el caso británico implican un aislamiento de 14 días para las personas que estuvieron en contacto con un positivo.

Johnson se enteró de este contacto a través de la aplicación NHS Test and Trace, un sistema parecido al Radar Covid español, que le envió una alerta avisándole del posible riesgo.

«El primer ministro sigue las reglas y se aísla a sí mismo. Continuará trabajando desde Downing Street, incluso liderando la respuesta del Gobierno a la pandemia de coronavirus. Está bien y no tiene ningún síntoma», dijo este domingo su portavoz.

Johnson, obligado a reconstruir su círculo de poder tras el despido de su asesor estrella

La salida de Cummings puede facilitar un acercamiento a la UE para evitar un divorcio sin acuerdo el 31D

LA VOZ

La salida del Gobierno británico de los asesores que diseñaron la campaña del brexit, Dominic Cummings y Lee Cain, deja al primer ministro, Boris Johnson, sin sus estrategas clave y con la tarea de reconstruir su círculo del poder.

La estrepitosa retirada del influyente y controvertido Cummings, artífice de la campaña del brexit en el referendo sobre la Unión Europea (UE) del 2016, ha puesto de manifiesto el alcance de las disputas internas en el seno del Gobierno conservador.

Portando una caja con pertenencias, Cummings, considerado hasta ahora el hombre fuerte del Ejecutivo a pesar de no ser diputado, abandonó el viernes por la puerta principal la residencia oficial del 10 de Downing Street al término de unos tumultuosos días que vieron también la salida de Lee Cain, director de comunicaciones.

A falta de información oficial sobre qué pasó entre las paredes de Downing Street, los comentaristas se refieren a una «guerra interna» y a personalidades egocéntricas, así como a la cólera de Johnson al saber que sus dos asesores habían filtrado supuestamente informaciones perjudiciales sobre él y su prometida, Carrie Symonds.

Cummings, que no gozaba del fervor de los diputados tories sin cargos ministeriales y visto como personaje un tanto maquiavélico, llegó a criticar presuntamente a Johnson por «indeciso» y dependiente de otros políticos para aclarar decisiones del Gobierno.

La crisis interna estalló en momentos vitales para el Ejecutivo, ya que en pocas semanas el Reino Unido cortará definitivamente sus lazos con la UE -el 31 de diciembre- y el país está sumido en una grave situación sanitaria por la segunda ola de la covid-19.

Algunos comentaristas creen que la partida de Dominic Cummings, crítico acérrimo de las instituciones comunitarias, le dará al primer ministro el oxígeno que necesita para sellar finalmente un acuerdo comercial con el bloque europeo, cuando las dos partes reanuden sus negociaciones la próxima semana en Bruselas.

El diputado conservador David Davis, que fue ministro del Brexit bajo el mandato de Theresa May, declaró este sábado a Radio Times que, «durante mucho tiempo, el primer ministro dependió demasiado de Cummings», y confió en que, con la salida del asesor, el Gobierno pueda reconstruir la relación con su grupo parlamentario.

Ese grupo de diputados conservadores sin puestos ministeriales está integrado en el llamado Comité 1922, responsable de comunicar al primer ministro si hay descontento entre las bases así como de hacerle saber si hay un «desafío» a su puesto de líder del partido.

Tim Bale, profesor de Políticas de la Universidad Queen Mary de Londres, dijo este sábado a Efe que la salida de Cummings y Cain «ofrece la oportunidad para que Johnson reajuste su mandato, suavice lo que ha sido una relación tensa con sus colegas y su grupo parlamentario y mejore la comunicación del Gobierno».

En ese mismo sentido opinó Win Grant, experto político de la Universidad inglesa de Warwick, que afirmó a Efe que las relaciones entre el primer ministro y Cummings «se rompieron irremediablemente» y resaltó que el asesor estaba «envenenado los vínculos con la prensa, el grupo parlamentario, el funcionariado y la población».

Para políticos como el euroescéptico Nigel Farage, líder del Partido del Brexit, la salida de Cummings tendrá consecuencias perjudiciales para los que han defendido siempre la ruptura con Bruselas. «Está bien documentado que a mí nunca que gustó Dominic Cummings pero él ha apoyado el brexit. Verlo salir del número 10 portando una caja de cartón nos dice que está cerca la venta del brexit», dijo Farage en su cuenta de la red social Twitter.

Sin embargo, el Gobierno de Johnson ha insistido en que la ausencia de Cummings no afectará las conversaciones del brexit, estancadas por diversos desacuerdos, sobre todo en materia de pesca. Un portavoz oficial de Johnson señaló este sábado que las sugerencias de que el Ejecutivo pueda ceder en asuntos clave ante la salida del asesor son «simplemente falsas».