El covid eleva el riesgo de muerte y complicaciones en infartados

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

La mortalidad media del 5,3 % se elevó al 23,1 % en pacientes con coronavirus

13 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La combinación del covid-19 con el infarto de miocardio incrementa el riesgo de muerte y de complicaciones cardíacas graves, concluye el estudio de 1.010 infartos ingresados en hospitales de España entre el 14 de marzo y el 30 de abril. El 11 % de ese grupo de pacientes habían dado positivo de coronavirus en una PCR. «O estudo comprobou como os doentes con covid teñen peor perfil clínico e máis risco de fallo cardíaco», destaca Belén Cid, cardióloga del Clínico de Santiago y codirectora de la investigación, realizada por el grupo de trabajo de Código Infarto de la Asociación de Cardiología Intervencionista.

En el conjunto de la investigación estatal se verificó que frente a una media de un 5,7 % de mortalidad por infarto en pacientes sin coronavirus, entre quienes padecían la nueva enfermedad la letalidad se elevó y se verificaron un 23,1 % de óbitos. Además, un 32 % de los pacientes con covid presentaban asimismo insuficiencia cardíaca, frente a un 18,4 % de los no covid

«A pesar da pandemia, a atención en rede ao infarto, co sistema Progaliam en Galicia e outros semellantes no resto do Estado, funcionou e favoreceu manter nun 90 % dos casos os tratamentos de anxioplastia primaria e a revascularización de doentes nese período; non houbo diferenzas entre doentes con ou sen covid. Despois do tratamento o que si se viron foron complicacións pouco frecuentes, como a trombose despois de colocar un sten [una especie de muelle que se coloca en la intervención del paciente], e que se viu nun 3,3 % dos doentes con covid e só nun 0.8 % dos non covid. E despois da revascularización tamén presentaban máis shock cardioxénico, un 9,9 % os doentes con covid por un 3,8 % os non afectados polo novo coronavirus; esta é outra das complicacións máis graves despois do infarto e ten implicacións no tratamento para evitar trombos», agrega la especialista del Clínico compostelano.

Los hospitales gallegos aportaron datos para este trabajo. Aunque la incidencia de covid entre infartados fue menor que en otras comunidades, Cid considera que las conclusiones se pueden extrapolar. En Santiago, de 52 pacientes con infarto atendidos en las citadas fechas, solo 2 presentaron además covid.

El estudio, recién publicado y ahora difundido por la Sociedad Española de Cardiología, revela asimismo que los retrasos en el tratamiento del infarto fueron semejantes en ambos grupos de pacientes. Aunque «en los pacientes con coronavirus el primer contacto médico se produjo a los 70 minutos de media desde el inicio de los síntomas, frente a los 100 minutos entre los pacientes sin esta infección. Esto puede deberse a que el 9 % de los pacientes con coronavirus que presentaban un infarto de miocardio ya estaban ingresados, frente al 0,7% de los pacientes sin covid-19», indica.

La Sociedad Española de Cardiología valora que estos resultados «tienen un gran impacto en la práctica clínica diaria porque plantean que el tratamiento antitrombótico en pacientes con infarto de miocardio debería ser probablemente más agresivo en aquellos pacientes con covid-19 para prevenir complicaciones».