Gobierno y comunidades se dan de margen al menos dos semanas antes de aplicar confinamientos domiciliarios

M.V.

SOCIEDAD

Víctor Lerena | efe

La potestad de regular los toques de queda queda el próximo lunes en manos de las autonomías

04 nov 2020 . Actualizado a las 19:12 h.

Las restricciones requieren tiempo, entre dos y tres semanas, defiende Sanidad. Hasta entonces, no se verán los resultados, repite como mantra el Gobierno de Pedro Sánchez. Tras reunirse este miércoles con las comunidades, el ministro Salvador Illa ha pedido calma a aquellos que reclaman confinamientos domiciliarios. Aunque asegura que el tema no llegó a discutirse, admite que varias comunidades, sumándose a la postura de Asturias, Ceuta y Melilla, han expuesto en el Consejo Interterritorial no perder de vista esta medida y poder contar con la posibilidad de decretarla.

Illa cree que las regiones aún tienen margen para actuar, por lo que, de momento, no contempla cerrojazos totales en el hogar (ni como el de la primavera, ni tampoco algo más laxos como el que están implantando otros países europeas). Está seguro de que no harán falta si se cumplen las medidas restrictivas implantadas estos días por territorios: confinamientos perimetrales, limitaciones de las reuniones y cierre de la hostelería.

La estrategia del Ejecutivo central tiene tres pilares, han repetido obstinadamente esta tarde Illa y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias: indicadores, actuaciones comunes específicas y evaluación de los resultados. «Yo he propuesto con carácter general que las medidas que se tomen tienen que tener una extensión mínima de siete días», ha manifestado el titular de Sanidad, que ha aclarado, sin embargo, que si alguna comunidad reclama otra duración, «se discuten de forma bilateral» estos plazos. Es el caso de Madrid, que ya en el puente de Todos los Santos pidió cerrar la comunidad solamente cuatro días y que hará lo mismo el fin de semana que viene, con la Almudena, aislando la región solo tres. El ministro ha recordado, además, que el próximo lunes queda en manos de las comunidades la potestad de regular los toques de queda.

Sanidad y comunidades han firmado también esta tarde una declaración conjunta para condenar de manera «rotunda» los altercados y disturbios de este pasado fin de semana en varias ciudades españolas durante las protestas contra las medidas para frenar el covid, así como las actitudes «negacionistas e intolerantes» de los que los han promovido.

El texto expone que la pandemia ha deparado, además de los daños ya conocidos, un incremento «lógico y comprensible» de la incertidumbre en la ciudadanía, no solo por su propio estado de salud, sino por sus condiciones y medios de vida, una «fatiga pandémica» que es descrita por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «la desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como por el contexto social, cultural, estructural y legislativo».

En este sentido, se avisa de que quienes niegan la capacidad de la ciencia de plantar cara a la pandemia, quienes apuntan a «oscuras teorías en el origen y desarrollo de la misma», y quienes venden a sus conciudadanos soluciones «fáciles y atajos» para derrotar al virus son los «mejores aliados» del covid-19. «Quienes alientan y participan en estos altercados y disturbios tratan, en vano, de socavar la esperanza de la ciudadanía en una solución científica, el seguimiento de las medidas de prevención y, en definitiva, destruir el nexo entre la ciudadanía y las instituciones democráticas», recalca el documento. Por todo ello, el pleno del CISNS ha querido mostrar su «confianza absoluta» en que solo la ciencia va a permitir encontrar una salida «segura y eficaz» a la pandemia, y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para continuar con una actitud «ejemplar» de seguimiento de las recomendaciones básicas de prevención.