Tercera noche de protestas violentas en toda España ante las restricciones

La Voz

SOCIEDAD

Los últimos altercados tuvieron lugar esta madrugada en Logroño y León. Los altercados del fin de semana se saldaron con al menos 48 detenidos en todo el país. La filiación política de los manifestantes ha generado una sonada polémica política. Varias fuerzas señalan a Vox

02 nov 2020 . Actualizado a las 08:26 h.

La primera ola cogió tan desprevenido al mundo que aún en sus días más crueles acabó imponiéndose la esperanza como única salida. Hubo aplausos y mensajes positivos, y a lo lejos lo que parecía un futuro despejado. Llegó la «nueva normalidad» y, sin apenas dejarse sentir, se esfumó arrasada por una segunda embestida del virus, demoledora para la economía, pero también para el ánimo. Flaquea la esperanza y el optimismo en una sociedad -la europea y ahora también la española- enferma, arruinada y enfadada. La indignación también se contagia: empezó tomando las calles de Italia; ahora se extiende ya por varias ciudades de nuestro país.

Logroño y León han vivido esta madrugada algunos disturbios protagonizados por, en su mayoría, grupos de jóvenes en protesta contra las restricciones dictadas para evitar el avance del coronavirus, en la tercera noche de incidentes que se han registrado en algunas ciudades de España desde el pasado viernes. En la capital riojana al menos cuatro personas han sido detenidas por participar en los disturbios en los que se quemaron contenedores, mientras que en la capital leonesa varias decenas de jóvenes encapuchados provocaron alternados en el centro de la ciudad con el vuelco de contenedores y causaron daños en vehículos sin que se haya informado de detenciones.

Los altercados del fin de semana se han saldado por el momento con 48 detenidos en todo el país -32 en Madrid, siete en Logroño, cuatro en Bilbao, otro en Málaga y otros cuatro en Santander- y once agentes heridos. Carreras, lanzamiento de objetos y quema de contenedores y otros elementos del mobiliario urbano fueron el denominador común de unas protestas que, como ya había ocurrido la noche del viernes, fueron en su mayoría convocadas desde las redes sociales para censurar el toque de queda y los confinamientos selectivos.

La violencia en las calles, donde hubo incluso saqueos, ha sido censurada por el presidente del Gobierno con un mensaje en su cuenta oficial de Twitter. Para Pedro Sánchez «la conducta violenta e irracional de grupos minoritarios es intolerable» y «no es el camino». «Solo desde la responsabilidad, la unidad y el sacrificio lograremos vencer a la pandemia que asola a todos los países», subrayó, agradeciendo la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Las protestas son análogas a las vividas la jornada anterior, cuando los disturbios tuvieron como escenario Barcelona, Valencia, Burgos y Santander. En este último caso el fuerte despliegue policial impidió la concentración, pero no que los manifestantes se dispersaran por las calles cercanas a la plaza del Ayuntamiento, acordonada, y repitieran la quema de contenedores.

Las protesta más virulenta fue la ocurrida en la capital española, donde los enfrentamientos dejaron 12 heridos, tres de ellos policías, y 32 detenciones. Desalojados de la Puerta del Sol, donde se había convocado una manifestación a las 22 horas bajo el lema Salimos a la calle, el pueblo está cansado, el centenar de asistentes se trasladó a Ópera y, tras esta concentración varias decenas de personas fueron a Plaza de España, donde instalaron barricadas y quemaron contenedores para cortar la Gran Vía. Estos individuos, disueltos por la Policía, lanzaron objetos a los agentes, piedras contra escaparates de algunos comercios y destruyeron mobiliario de la principal arteria madrileña.

Mientras el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha condenado los incidentes y ha llamado a cumplir el toque de queda -porque «además de obligatorio es lo leal, prudente y solidario para evitar que se transmita la enfermedad»-, la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha negado por su parte que los manifestantes violentos sean los afectados por la crisis. «Los que siembran el caos en las calles no son los más vulnerables al virus, ni los que luchan por ganarse la vida. Son grupos organizados que buscan sacar tajada del miedo y de la situación. La vida y la libertad se defienden cumpliendo las leyes», consideró en Twitter. 

También arrojaron piedras y quemaron contenedores los manifestantes de Logroño, que saquearon comercios y rompieron escaparates, acciones violentas que la Policía Nacional intentó frenar con cargas con material antidisturbios.

Fue el desenlace de una protesta previa, pacífica, a la que asistieron algunos hosteleros, y a la que siguió el hostigamiento a la Policía de unos 150 radicales. El saldo deja por ahora siete detenciones (jóvenes de 15 a 24 años ) y siete agentes heridos. La presidenta riojana, Concha Andreu, criticó a través de Twitter lo que considera un suceso «intolerable». «No permitiremos que unos pocos violentos destrocen el bien común», manifestó.

La delegada del Gobierno riojana, María Marrodán, indicó este domingo en rueda de prensa que se prevé que haya más detenciones «en las próximas horas, derivadas de las identificaciones que se produjeron ayer y de las investigaciones» para determinar responsabilidades.

En el País Vasco cuatro jóvenes fueron detenidos en el centro de Bilbao. En Vitoria se produjeron actos de vandalismo en el centro de la ciudad y en San Sebastián, Arrasate y Eibar, en Guipúzcoa, se registraron daños por la quema de contenedores de basura. Los fuegos y las carreras se vivieron también en la barriada de Huelin, en Málaga.

¿Quíen está detrás de las protestas?

La filiación política de los manifestantes ha generado una sonada polémica después de que, en el caso de Barcelona, el director de los Mossos atribuyera la violencia a grupos de extrema derecha organizados, lo que provocó la queja de Vox, que culpa de los altercados a la extrema izquierda y a extranjeros, al tiempo que respalda las concentraciones.

El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha culpado sin embargo a la ultraderecha y ha comparado los incidentes con la «estrategia de la tensión» de Italia. «En Italia lo llamaron strategia della tensione».

«La conducta de grupos minoritarios es inaceptable»

El ministro de Sanidad también ha condenado a través de las redes sociales los episodios de estas dos últimas noches: «Vivimos meses de esfuerzo y no es momento de relajar medidas. Solo unidos venceremos al virus». Salvador Illa ha calificado de «inaceptable» la «conducta de grupos minoritarios» y ha mandado un mensaje de apoyo a los alcaldes, las comunidades autónomas, los profesionales sanitarios y también a la ciudadanía, «por hacer frente, desde sus responsabilidades» al coronavirus.

La crítica más explícita ha sido la de la diputada del PP Ana Vázquez: «Vox apoya las protestas!! Pues nosotros NO! Por eso no somos iguales!», publicó en sus redes, desatando la respuesta del portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. «Claro que no somos iguales, Ana. Vosotros sois iguales al PSOE. Y escribís el ABC. Así que vosotros, a lo vuestro, que es colaborar con este gobierno».

Mientras, Vox apoya las protestas pacíficas y pide a la Policía que detenga a los delincuentes. «Cada uno, en su sitio», ha señalado Espinosa de los Monteros.