Un informe científico calcula que la segunda ola dejará 85.000 muertos en el Reino Unido

j. f. alonso LONDRES / E. LA VOZ

SOCIEDAD

Cantantes de ópera protestan en Londres para reclamar ayudas en esta crisis
Cantantes de ópera protestan en Londres para reclamar ayudas en esta crisis FACUNDO ARRIZABALAGA | efe

Estima unos 800 fallecimientos diarios en el mes de febrero

31 oct 2020 . Actualizado a las 11:10 h.

La segunda ola del covid-19 podría dejar hasta 85.000 muertos en el Reino Unido. El pronóstico figura en un informe que los científicos que asesoran al Gobierno británico elaboraron el pasado verano (85.000 muertos y unos 100.000 contagios diarios). Este es el saldo de esta nueva etapa de la crisis, según los expertos, un escalofriante pronóstico que figura en el informe del Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) y que ha sido publicado por la revista The Spectator. En el reporte, en el que se dibuja el «peor escenario posible», se advierte que la segunda ola del coronavirus podría extenderse hasta abril próximo y que durante las navidades se podrían registrar unos 500 fallecidos por día, aunque hacia febrero, en pleno invierno, la cifra podría llegar hasta los 800 decesos.

Desde que estalló la pandemia, 58.925 personas han perdido la vida debido virus. Sin embargo, desde la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) afirmaron está semana que la cifra real superaba los 61.000, de acuerdo al conteo de las actas de defunción.

El SAGE, en su informe, también alerta que la sanidad pública (NHS) podría vivir una crisis peor que la de la primavera, ya que podría tener que atender hasta 25.000 personas enfermas de forma simultánea. En lo peor de la primera ola, a los hospitales llegaron casi 20.000. En la actualidad hay centros de salud que tienen la mitad de sus camas ocupadas por pacientes con covid-19, en particular en el norte de Inglaterra, donde el rebrote ha golpeado con más fuerza y ha obligado a las autoridades a imponer confinamientos locales en distintas localidades y hasta en grandes ciudades como Mánchester. En urbes como Liverpool o Birmingham las autoridades sanitarias han decidido cancelar operaciones programadas para así evitar un posible colapso.

La filtración del reporte del SAGE aumenta la presión sobre el Gobierno para que adopte más medidas para enfrentar la pandemia. Hace días la oposición laborista abogó por imponer un nuevo confinamiento nacional, pero de dos semanas, aprovechando las actuales vacaciones escolares, para así crear un «cortafuegos» que permita frenar la expansión de la enfermedad y haga innecesarias más restricciones que afecten el desarrollo de la temporada navideña. Sin embargo, el primer ministro Boris Johnson ha descartado esa opción. Hasta el momento las autoridades no han informado sobre cómo se celebrarán las fiestas y si se flexibilizará la medida que impide las reuniones de más de seis personas en espacios cerrados. «Queremos estar en una posición donde la gente pueda reunirse con la familia. ¿Será posible esto a gran escala? Bueno, eso podría ser muy difícil, si somos honestos», se limitó a decir esta semana el ministro de Ambiente, George Eustice, en una entrevista radiofónica.