«Si no es de riesgo, pida su cita más adelante»: el Sergas ya pone coto a vacunarse de la gripe

María Hermida
María Hermida REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

La campaña antigripal más atípica está siendo también la más desbarajustada, con falta de dosis y enfermos presentando reclamaciones porque tienen patologías previas y no les pinchan

27 oct 2020 . Actualizado a las 21:14 h.

Se venía venir. La semana pasada, después de que desde ambulatorios públicos gallegos y desde centros concertados y privados diesen la voz de alerta de que se habían quedado sin dosis de vacunas de la gripe (sobre todo, del tipo que se inyecta a menores de 60 años, incluidos los niños), el Sergas ya avisó de que la población que no fuese de riesgo debía esperar hacia el final de la campaña para pedir cita para pincharse. Desde la consellería de Sanidade reconocían además que, además de subir el porcentaje de personas de riesgo que se pincharon porque este año influye el miedo al coronavirus, también acudieron a ponerse la vacuna muchas personas que no son de la población diana. De ahí que escasearan las dosis y comenzara el desbarajuste actual en el que se encuentra la campaña antigripal. No en vano, hay pacientes con patologías previas que se quejan de que tampoco les están vacunando.

Antes de que se iniciase la campaña antigripal, algunas sociedades médicas señalaron públicamente que era recomendable que este año se vacunasen de la gripe todos los niños (los de riesgo y los que no lo son) y que cuantos más adultos se inyectasen también mejor. Esto, unido al temor que generó en la población la posibilidad de tener gripe y coronavirus al mismo tiempo, provocó una avalancha de peticiones para poner la vacuna antigripal. Solicitaron cita tanto personas de riesgo, es decir, mayores de 65 años, embarazadas o menores de 65 con determinadas patologías, como los que no estaban en esa población diana. Y el Sergas no ponía ninguna cortapisa. No en vano, al pedir la cita, tanto por teléfono como por Internet, no requerían ningún dato al que la concertaba, de tal forma que podía vacunarse aunque no fuese de riesgo. Así, hay muchos niños sin patologías ya vacunados y también familias enteras que este año, de forma excepcional, decidieron ir a pincharse por temor al covid-19.

No fue hasta la semana pasada, cuando los medios de comunicación dieron cuenta del desbarajuste que se estaba produciendo en los centros de salud, donde los médicos alertaban de que se habían acabado las dosis de la vacuna antigripal, cuando el Sergas dio un primer aviso de que debían vacunarse primero los ciudadanos de riesgo. Simplemente, señaló lo siguiente: «Nestes primeiras xornadas da campaña de vacinación, detectouse un importante incremento no número de persoas que, malia non pertencer ao grupo de poboación diana, xa se vacinaron. Nomeadamente, en nenos e no tramo de idade comprendido entre os 15 e os 60 anos. A consellería de Sanidade, fai un chamamento á poboación non considerada como ‘diana' ou de risco, para que adien as súas peticións de vacinación cará o final da campaña. O obxectivo, é que os grupos de maior risco poidan vacinarse con maior tranquilidade durante estas primeiras datas da campaña de vacinación». Aún así, pese a ese llamamiento, se seguían dando citas a personas que no estaban en esos grupos de riesgo. 

¿Qué ocurre ahora? Si se intenta pedir una cita para poner una vacuna antigripal a través de Internet, salta el siguiente aviso en letras bien visibles de color naranja: «En esta primera fase de la campaña de vacunación de la gripe y hasta principios de diciembre tendrá prioridad la población que se encuentre dentro de los grupos de riesgo. Si este no es su caso, le solicitamos que pida cita más adelante». 

El problema es que, tras los primeros días de vacunación sin discriminar a la población no de riesgo (cabe destacar que la campaña está recién estrenada, que se inauguró el día 13), ahora tampoco parece que haya dosis para algunas personas que sí son población preferente porque tienen más de 65 años o porque sufren patologías previas. Es el caso de una vecina de Ribeira, Moncha Lampón, que presentó una reclamación porque no le pusieron la vacuna. Muy indignada, señala: «Dixéronme que non hai vacinas para a gripe, supoño que ter cancro non é risco suficiente».

«Dixéronme que non hai vacinas para a gripe, supoño que ter cancro non é risco suficiente»

Este periódico intentó sin éxito que el Sergas aclarase en qué ambulatorios se detectó falta de dosis, si se van a reponer las vacunas a corto plazo y cómo se va a afrontar el resto de la campaña antigripal. Jesús Sueiro, vocal de Asociación Galega de Medicina Familia, que la semana pasada alertó de que el ambulatorio de Santiago en el que trabaja, el Concepción Arenal, tuvieron que aplazar las citas a algunos pacientes porque se habían quedado sin suministro de vacunas antigripales para menores de 60 años, señalaba que el plazo que les dieron para reponerlas es de diez días. Hoy, martes, aún no habían llegado: «Seguimos esperando», indicaba Sueiro. 

Cabe recordar que la campaña de la gripe no finaliza hasta que acabe el 2020. Por tanto, hay tiempo todavía para vacunarse. Además, el primer pico de gripe no se espera hasta mediados del mes de enero. La Xunta anunció antes de iniciarse la campaña que había adquirido un total de 865.830 dosis de tres modalidades de la vacuna. Son 200.000 más que las distribuidas el año pasado, cuando se administraron 605.532. Por tanto, parece improbable que se agotase esa reserva a menos de quince días de arrancar la campaña. Algunos facultativos creen que «se deben estar reteniendo porque se estaba vacunando mucha población que no era de riesgo». En todo caso, el Sergas no explicó esta cuestión.