Los chimpancés también eligen cómo y con quién envejecer

europa press MADRID

SOCIEDAD

Esta especie también se inclina por las relaciones positivas en lugar de las que generan tensión o conflicto

24 oct 2020 . Actualizado a las 19:47 h.

Cuando los humanos envejecen, tienden a favorecer pequeños círculos de amistades significativas y ya establecidas en lugar de buscar nuevas. También es más probable que las personas se inclinen por las relaciones positivas en lugar de las que generan tensión o conflicto. Se pensaba que estos comportamientos eran exclusivos de los humanos, pero resulta que los chimpancés, uno de nuestros parientes vivos más cercanos, también tienen estos rasgos. Comprender por qué puede ayudar a los científicos a tener una mejor idea de cómo debería ser el envejecimiento saludable y qué desencadena este cambio social.

Un equipo de psicólogos y primatólogos en el que participan investigadores actuales y anteriores del Departamento de Biología Evolutiva Humana de la Universidad de Harvard, abordan esta cuestión en la revista Science.

El estudio se basa en 78.000 horas de observaciones, realizadas entre 1995 y 2016, que analizaron las interacciones sociales de 21 chimpancés machos de entre 15 y 58 años en el Parque Nacional Kibale en Uganda. Muestra lo que se cree que es la primera evidencia de que los animales no humanos seleccionan activamente con quién socializan durante el envejecimiento.

Los investigadores observaron solo a los chimpancés machos porque muestran vínculos sociales más fuertes y tienen interacciones sociales más frecuentes que las hembras.

Al analizar una gran cantidad de datos, los investigadores vieron que los chimpancés mostraban gran parte del mismo comportamiento que exhiben los humanos que envejecen. Los chimpancés mayores que estudiaron, por ejemplo, preferían pasar más tiempo con los chimpancés con los que habían desarrollado amistades mutuas a lo largo de los años, y cuidarlos, mientras que los chimpancés más jóvenes tenían relaciones más unilaterales en las que el aseo no siempre se correspondía.

Los hombres mayores también eran más propensos a pasar más tiempo solos, pero interactuaban con interlocutores sociales más importantes, como sus viejos amigos mutuos. Y al igual que los humanos mayores que buscan algo de paz y tranquilidad, los chimpancés también mostraron un cambio de interacciones negativas a interacciones más positivas al llegar a sus años crepusculares. La preferencia se conoce como sesgo de positividad.

«Lo realmente interesante es que descubrimos que los chimpancés muestran estos patrones que reflejan los de los humanos», señala Alexandra Rosati, profesora asistente de Psicología y Antropología en la Universidad de Michigan y una de las autoras principales del artículo. «Realmente existe una necesidad imperiosa de comprender la biología del envejecimiento», admite Rosati.