«Quería que el espectador sintiese que era un antidisturbios»

julián alía COLPISA / MADRID

SOCIEDAD

Rodrigo Sorogoyen, director de la nueva serie de Movistar, confiesa que necesita justificar su manera de rodar de una manera ética, y no solo estética

17 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Rodrigo Sorogoyen (Madrid, 39 años) confiesa que necesita justificar su manera de rodar de una manera ética, y no solo estética. En Antidisturbios, la serie que ha coescrito junto a Isabel Peña, el director ha «agobiado» a los actores tanto en las escenas de más acción, como en los planos más estáticos, con la cámara siempre a unos centímetros de su rostro. «Creo que así tiene un mayor impacto, y que el espectador siente más que está siendo un antidisturbios, que es lo que a mí me interesaba», comenta Sorogoyen, que tiene en mente dejar de lado ese estilo, al menos en su próximo proyecto.

-¿No concibe un proyecto sin ese sello de realismo?

-Nunca diré nunca. Creo que hay algo en el realismo que me interesa mucho, pero es verdad que sí me veo con las posibles ganas de cambiar algo.

-¿También en cuanto a la estética?

-Por supuesto que sí. De hecho, en el siguiente proyecto de Isa y mío quiero cambiar totalmente la forma de rodarlo. A lo mejor me creo que la estoy cambiando y luego no la cambio (risas), pero la intención es esa.

-Los actores dicen que en multitud de ocasiones se chocaban con la cámara. ¿Era algo que se comentaba en el rodaje?

-Aunque se lo guardasen, era evidente que se estaban chocando con la cámara. Hay que ser ciego para no verlo. Les avisamos de alguna manera, porque desde antes de rodar sabíamos que eso iba a ocurrir y que iba a ser un rodaje duro y complicado para los actores. Una de las conversaciones que teníamos era esa, porque hay actores que lo sobrellevan mejor, y otros que peor, y siempre hay curiosidad en eso.

-¿De dónde viene esa manera de rodar, con la cámara tan pegada y esos primeros planos en los que las cabezas se salen del encuadre?

-Es un proceso muy largo. En Que Dios nos perdone empezamos a jugar con angulares. Recuerdo el día que me lo propuso Alex de Pablo, el director de fotografía (también presente en Antidisturbios), antes de rodar, y me fascinó. Y después, a cada película le hemos ido añadiendo y yendo todavía más cerca, con angulares más amplios. Necesito siempre justificármelo de alguna manera ética, no solo estética, y en la serie he encontrado esas justificaciones. Surge de ahí, de creer que es la mejor manera de contar la historia. Si no, no lo haría. Y en este caso concreto, tenía mucho sentido meternos en esta furgoneta, estar al lado, y notar cómo respiran, golpean y son golpeados. Eso, con la cámara tan cerca, creo que tiene un mayor impacto, y que el espectador siente más que está siendo un antidisturbios, que es lo que a mí me interesaba, al menos en el primer capítulo.

-Entonces, la serie se parece bastante a la idea que tuvo en un principio, ¿no?

-Sí, claro. Si no lo hiciese, habría que asumirlo y no pasaría nada, porque habría sido por ciertas razones, pero quiero pensar y creo que se parece bastante a lo que tenía en mente. Sobre todo el primer capítulo. Cada vez que hablábamos de él, todos nos imaginábamos algo así.

 -¿Cómo fue la búsqueda de perfiles?

-Cuando quedábamos con antidisturbios para tomar un café, veíamos, o intuíamos, distintos perfiles psicológicos, y los apuntábamos. Lógicamente, nuestra intención, como la de cualquier guionista, era hacer un grupo muy heterogéneo, con perfiles muy distintos, pero que fuesen ese furgón, esa familia que empieza unida, y que termina un poco separándose.

-Se estaba hablando mucho de la serie incluso antes de su estreno. ¿Se esperaba este éxito?

-Pues, la verdad es que no tenemos redes sociales, ni Isa, ni los productores, ni yo, así que no sé decir (risas). Va a parecer que es mentira o que es una frase hecha, pero no escribimos ni hacemos la serie teniendo en cuenta eso. Ni lo pensamos mientras. Nosotros intentamos hacer el mejor guion posible, y a la hora de rodar, igual. Y en los medios, que se hable ahora de la serie es normal, porque se ha podido ver en San Sebastián y se estrena hoy. Entonces, es lógico que la prensa hable. Nunca tenemos claro qué va a pasar, pero luego está el caso de Isabel, que siempre cree que va a ser un fracaso (risas).

-¿Sería posible una continuación?

-No sabemos, porque hay que mirar muchas posibilidades. Lo que sí sabemos es que queremos hacer una segunda serie con Movistar y con los mismos socios. De hecho, es casi seguro que vuelva a haber una serie de Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen con Movistar. Pero en cuanto a la temática, no tengo ni idea.

-¿Ese es su siguiente proyecto?

- No, no. Me refería a una película que ya tenemos escrita y que pretendemos rodar el año que viene.